Heng Asavarid
Esa tarde, estaba comiéndome todo el chocolate que me entrara mientras veía las películas de Maze Runner, porque eran de las favoritas de Becky y yo era masoquista. E idiota.
La cobija me cubría hasta el cuello, apenas dejando espacio para poder comer cucharadas de chocolate y ver la película. No tenía ganas de absolutamente nada.
La puerta de mi habitación se abrió sin siquiera ser tocada antes, cosa que Becky solía hacer al venir, y por un segundo me ilusioné, pensé que podría ser ella. Pero volví a mi expresión aburrida cuando vi entrar a mi papá.
—Vas a engordar.
—Podría comerme cuanto quisiera de esto y seguiré siendo un fideo.
Era verdad.
—Bueno, podrías ir a comprar lo de la cena... —empezó a sugerir.
Miré el reloj sobre mi escritorio. Eran las cuatro. La hora en la que Becky salía a ver a la chica que le gustaba. Si yo salía, la iba a ver, y me negaba rotundamente.
— ¿Podría no ir? —pregunté con una mueca.
Papá se acercó a sentarse en el borde de la cama y yo tuve que pausar la película. Suspiré, porque supuse que iba a preguntarme algo, y me senté dejando el chocolate a un lado.
— ¿Qué tienes?
Papá no era el mejor con las palabras, pero lo intentaba y eso es lo que cuenta.
—Ya sabes..., lo mismo de siempre.
Mi única amiga era Becky, así que no me quedó de otra que contarle lo ocurrido a papá. No es que tuviese muchas ganas, tampoco, pero... puede que un día me encontrase llorando por ella, no sé, no recuerdo exactamente.
—Pensé que se hablaban de nuevo —Frunció el ceño.
—Pues la volví a cagar —fue lo que dije, cruzándome de brazos y mirando al suelo. Porque eso había hecho, la había cagado en grande.
— ¿Qué hiciste? Pensé que iban a ver una película... oh.
—Sí, oh.
No tenía ganas de mirarlo, porque seguro que me veía con lastima, así que mantuve la mirada fija en el suelo, a ver si así se iba.
—Pero, ¿te dejó de hablar por eso?
—Yo le dejé de hablar por eso. Ella no me quiere. No como yo la quiero. No puedo seguir viéndole la cara luego de haber hecho semejante estupidez.
—Pero eso está bien ¿no? Así te das un tiempo y tal vez, no sé, se te pasa.
—Yo no quiero alejarme. Quiero seguirle hablando, no me importa si eso me duele a mí... pero no puedo. Comprendería si ella ya no me quisiera hablar.
—Ella te quiere, Heng, es tu amiga desde el kínder...
—No quiero seguir hablando de eso —murmuré, cansado de la situación. Y de sentirme así. Y de todo.
Papá asintió, y lo agradecí. Luego se puso de pie y cuando estuvo cerca de la puerta habló.
—Iré yo —avisó—. Tal vez te traiga más chocolate para que engordes. Y báñate, apestas.
Y salió del lugar.
Lo último era mentira, me bañé en la mañana, solo lo decía para molestar y no pude evitar sonreír. Aunque dejé de hacerlo casi al instante.
Me volví a acomodar para estar como antes, y le puse play a la película de nuevo.
Pero siquiera le prestaba atención, no podía dejar de pensar. De recordar, más bien.
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¿Qué escribes? - Adaptación FreenBecky
Fiksi Penggemar"Siempre la veía desde mi ventana, ella siempre estaba escribiendo en su laptop. Parecía olvidar cualquier cosa a su alrededor, no había vez que no luciera muy metida en ello. Tal vez eso era lo que me hacía mirarla tanto." Es una adaptación. Todos...