Hetero el que no juegue

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Freen Sarocha.

—En conclusión, no consuman drogas —Nita finalizó su exposición.

—Mejor véndanlas —añadió el profesor.

No sé quién tuvo la maravillosa idea de poner a Richie como profesor de orientación.

Las risas no tardaron en escucharse y Heng se giró hacia mí. Él se sentaba delante de mi silla, o bueno, lo empezó a hacer ese año cuando empezamos a estudiar juntos.

—Tu hermano me agrada.

Kirk, que estaba a mi lado, fingió mirar su celular para ignorarlo. Era un poco incómodo estar entre ellos dos, saber la situación y mirar como se ignoraban.

—Pues a mí me cae mal —murmuré.

Nita, Heng, Kirk y yo habíamos quedado en la misma sección. Saint, Faye, Becky, Engfa y Charlotte también habían quedado juntos en la otra. No quedé con Becky, pero al menos sí con Heng y Kirk... y con Nita.

Era viernes de la primera semana de clase, y no había pasado nada con ella. Lo que me parecía sospechoso porque, honestamente, me daba miedo y siempre pensaba que me haría algo.

Heng se acomodó en su asiento cuando Nita volvió con él, ellos se sentaban juntos. Mi hermano dijo que lo vender drogas no era cierto y empezó a explicar por qué no debíamos hacerlo.

—Sale mejor robarse un banco, como La Casa De Papel —concluyó, con la cadera apoyada en el escritorio y los brazos cruzados. Yo rodé los ojos.

— ¿Esos qué? —bufó una chica de atrás—. Yo quiero ser como La reina del sur.

—Ay no, póngase otras metas —regañó mi hermano.

—Usted no es mi papá, pero encantada le digo papi, profe —respondió ella.

—No se esfuerce mucho, Adams, usted no es mi tipo —devolvió mi hermano y de nuevo el salón estalla a carcajadas. Yo me tallé la frente.

Eso iba a ser un desastre, era seguro.

— ¿Está soltero, profe? —preguntó otra chica.

—El más solicitado era —escuché murmurar a Heng.

—Estoy casado con Jennifer López. ¿Cómo que no sabían? Es mi suggar.

Ya no sabía si estaba en clases o en el circo.

Había estado muy nerviosa por volver a clases, porque bueno, antes no hablaba con Engfa así que me la pasaba sola en el instituto, pero Becky y Heng me distrajeron por el camino y cuando entré al salón, fue un alivio ver a Kirk. Entonces no tuve tiempo de estar sola ni de entrar en pánico pensando que algún desconocido podría hablarme.

En cuanto finalizó la clase (o el show) del «profesor Harris», Kirk y yo salimos juntos del salón enganchados al brazo del otro. Me sentía más segura a su lado porque él era más alto y si alguien chocaba conmigo, él iba a sostenerme y no iba a terminar en el suelo como en los otros años. Nos dirigíamos a la siguiente clase que era, lamentablemente, deporte.

—Esta falda no me gusta —murmuré, refiriéndome al uniforme.

— ¿Qué dices? Te ves guapísima.

—No digas babosadas —murmuré, acomodándome los lentes sobre el tabique de la nariz.

Y ahora también usaba lentes. Como si no me hubiera costado años creerme que era bonita, ahora tenía que empezar desde cero acostumbrándome a los lentes redondos que llevaba en el rostro. Los elegí de color rosa, como mi cabello.

¿Qué escribes? - Adaptación FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora