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LUEGO DE TERMINAR LOS helados y ver que se les había pasado la hora entre conversación y risas, decidieron emprender camino a la casa de Jongho, que no quedaba tan lejos del parque en donde se encontraban

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LUEGO DE TERMINAR LOS helados y ver que se les había pasado la hora entre conversación y risas, decidieron emprender camino a la casa de Jongho, que no quedaba tan lejos del parque en donde se encontraban.

Decidieron hacer kimbap entre todos al no saber qué cenar y, tras terminar de preparar la comida, no tardaron en sentarse en la mesa del comedor y ponerse al día. Yunho y Jongho estaban sentados frente a Dal y ya habían terminado de comer, les había quedado delicioso y estaban satisfechos.

—¿Ambos ya firmaron el contrato? ­—dijo Dal para después llevarse su último trozo de kimbap a su boca.

Yunho y Jongho asintieron, brindándole una mirada de disculpas a su amiga.

—Pero no contactaremos al señor Minhyun hasta el próximo viernes por la mañana, para seguir entrenando durante toda esta semana en la academia contigo —explicó Jongho—. Pero por ahora no nos enfoquemos en lo del contrato, es nuestra pijamada y quiero que disfrutemos nuestro tiempo juntos.

—¿Tenemos algún plan? —preguntó Yunho.

—Películas, juegos de mesa, series, videojuegos... —comenzó a decir Jongho, dándole opciones a sus dos amigos.

—Hace mucho no jugamos Monopoly —sugirió Dal.

—No, Dalie, en las partidas siempre llegamos casi a la violencia —avisó Jongho, preocupado.

—Eso es lo que lo hace divertido —dijo Yunho, para después subir con rapidez al segundo piso de la casa de su amigo, yendo a buscar el juego a su habitación.

Definitivamente aquella noche ninguno tendría permitido dormirse temprano.

LOS DEDOS DE YUNHO recorrían de manera traviesa el cabello de Dal, intensificando aún más el profundo beso que estaban llevando a cabo

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LOS DEDOS DE YUNHO recorrían de manera traviesa el cabello de Dal, intensificando aún más el profundo beso que estaban llevando a cabo. Con delicadeza se posicionó sobre ella y le brindó húmedos besos en su cuello.

Tras verificar que Jongho había caído en un profundo sueño, Yunho no tardó en ir a la habitación donde se encontraba Dal y meterse en su cama. La muchacha seguía despierta, por lo que en cuanto percibió la presencia del pelinegro junto a ella, no dudó ni un segundo para abalanzarse sobre él con besos desesperados.

after school ; j. yunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora