YUNHO DE IMPREVISTO SE abalanzó sobre Jongho y le arrebató el paquete de frituras que tenía en su mano. El más bajo no tardó en maldecir y comenzó a dar saltos de manera inútil para intentar recuperar su comida que Yunho estaba alzando, pero al ser tanta la diferencia de altura, decidió darse por vencido y cruzó sus brazos sobre su pecho, con una mueca de disgusto en su rostro.
—Hola Yunho —saludó Dal, quien se encontraba anteriormente conversando con Jongho—. Estás bastante animado para ser lunes, ¿no crees?
Bajó su brazo y comenzó a comer las frituras que quedaban en la bolsa. Abrazó a Jongho por el cuello y le dio caricias en el brazo. Sabía muy bien que su amigo no podía enojarse con él, a pesar de haberle quitado el desayuno.
—Es que no es cualquier lunes —interrumpió el muchacho con facciones adorables—. No me digas que lo olvidaste por completo —rodó los ojos.
Dal estaba mirando a Yunho cautelosamente y la voz de Jongho se escapó de sus oídos. Al notar la mirada perdida de la muchacha, Yunho le sonrió tímidamente y le ofreció la última patata que quedaba en la bolsa.
—Tierra llamando a Dal, ¿cuándo le dirás a Yunho que te gusta? —inquirió impaciente Choi.
—En el momento que suceda —respondió, guiñándole un ojo al alto, intentando ocultar su creciente nerviosismo.
Jeong Yunho, Choi Jongho y Park Dal habían sido amigos desde que eran niños, sus padres habían sido cercanos en la universidad y, al estar los tres matrimonios esperando hijos al mismo tiempo, no dudaron en criarlos como hermanos. Ahora mismo se encontraban cursando su último año de secundaria y, a pesar de estar nerviosos por estar casi comenzando la vida adulta, tenía claros sus sueños y metas. Se querían mucho, por lo mismo rara vez habían discutido o distanciado por mucho tiempo. Para Dal, Jongho y Yunho eran su alma gemela y no quería separarse de ellos por nada en el mundo, a pesar de ser consciente de que todos querían tomar rumbos distintos.
—Así que era hoy, ¿no? —preguntó Dal tras tragar la fritura—. ¿Ya enviaron las postulaciones y todos los papeles que les pedía la empresa?
Ambos asintieron con los ojos brillantes y para nadie era desconocido que los dos muchachos querían participar como aprendices en alguna empresa, con el sueño de debutar en algún momento como tantos grupos lo habían hecho tras años de esfuerzo y dedicación. El camino iba a ser duro, pero estaban dispuestos a afrontarlo con la mejor disposición que tenían y rendirse no estaba entre sus opciones.
Dal asistía a la misma academia de baile y canto que ellos, pero se encontraba en gran desventaja al no ser tan buena como ellos. Entre sus capacidades no contaba con el control de su cuerpo que tenía Yunho y la profundidad de su voz, tampoco tenía los gráciles movimientos que podía ejecutar Jongho, además de su poderoso canto. La muchacha estaba segura de que, por esos motivos, en cualquier agencia que lograran ser aceptados, Yunho sería elegido bailarín principal y Jongho como el vocalista primordial.
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after school ; j. yunho
Fiksi PenggemarPara Dal, era casi imposible sacarse de la cabeza a Yunho, su amigo de toda la vida. Estaba completamente enamorada de él, pero sabía que lo de ellos era algo prácticamente imposible, puesto que el muchacho nunca le prestó mucha atención en el ámbit...