Es de público conocimiento que Rodrigo es una persona de por demás afectiva. Le gusta todo lo relacionado al tacto. Es alguien bastante físico. Y que la persona que sea su centro de atención, no estaría ni un minuto sin sus abrazos.
El centro de toda esa atención es ni más ni menos que Ivan, su novio.
Ivan es una persona que no le gusta que se le peguen como un chicle a cada rato. Pero si es de parte de Rodrigo, se pone como un gato que espera que le hagan mimitos.
Cada vez que Ivan esta estresado, triste o malhumorado, Rodrigo lo espera con los brazos abiertos para un gran abrazo, acompañado de unas palabras de aliento, ocasionalmente con algún apodo muy meloso.
Esos momentos son los que se mantienen en los recuerdos de esta pareja.