-Rodri, ¿No viste mi buzo marrón?- dice Ivan entrando a la pieza. Pero para en seco al ver la escena frente a sus ojos.
Resulta que Rodrigo estaba acostado sobre la cama, nadando dentro de lo que parecía ser el buzo de Ivan. También se notaba un leve bulto, que al acercarse más, subía y bajaba, y emitía un leve ronroneo.
Ivan sacó una foto y se fue de la pieza, decidiendo que se podría comprar otro buzo más tarde.