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El bicolor iba caminando por una calle tranquilamente hasta que divisó al chico de cabello verde recargado en un poste, el otro lo volteo a ver y se enderezó muy rápido.

-¡Qué coincidencia!-dijo el pecoso levantando la mano con una gran sonrisa.

El bicolor se le quedó viendo un momento estático.

-Disculpa, pero no me creo tus coincidencias.-dijo el más alto para dar la vuelta por una calle.

El pecoso solo fue corriendo tras el por unas escaleras hacia abajo saltando en cada escalón que pisaba.

-Hey, ¿alguna vez hemos hablado antes?-dijo el bajito mientras seguía saltando detrás de el.

El chico no respondió.

-Siempre tienes tu mirada en un libro.- dijo saltando el último escalón.

Siguieron unos pasos más hasta llegar a un camino rodeado de árboles Sakura.

-¿Porqué estabas en el hospital?- preguntó el peliverde.-¿Un resfriado?-dijo caminando junto al otro.

El chico siguió sin responder nada.

-Pareces distraído.-dijo el de la sonrisa observando el lugar.

-Llegaré tarde al tren-dijo por fin el bicolor después de revisar su reloj.
-Adiós-dijo con su ya característica cara seria.

El peliverde se quedó quieto mientras el otro seguía caminando.

-Está bien, lo entiendo- dijo el otro para correr hacia el más alto que ya se había adelantado- Solo espera un segundo -dijo ya a su lado.- Hazme un favor antes de irte. Quiero que mantengas mi enfermedad en secreto.
No se lo cuentes a nadie.

El bicolor lo observó sin dejar de caminar.

-Será nuestro pequeño secreto.-dijo el bajito.

-No se lo diré a nadie- dijo el bicolor.- No es que tenga a alguien para contárselo.

-¿No tienes amigos?- dijo el pecoso poniendose delante de el.- Si quieres, pasaré el resto de mi vida saliendo contigo.

El más alto dio un suspiro casi inaudible mientras cerraba los ojos.

-Estoy bien. Deberías vivir como quieres.-

El peliverde solo engrandeció su sonrisa.

-¡Lo haré!-dijo levantando la mano en forma de saludo para después irse corriendo.

El más alto solo siguió caminando hasta que el peliverde le gritó.

-¡Gracias!- grito el peliverde apunto de cruzar la calle para irse corriendo de nuevo.

-Pensé que nunca nos cruzaríamos otra vez. Pero la siguiente semana, el se ofreció de voluntario para la posición vacante de asistente en la biblioteca, por alguna razón.-

Perdón por los capítulos tan cortos.


Ny_m0s_:)

Me quiero comer tu páncreas. (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora