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Adam.

Termino de leer la carta que envió Tyler.

Me conmueve.

Dios.

Solo espero que estas mierdas de drogas me maten luego.

No aguanto más.

Y soy cobarde para acabar con mi vida con una bala.

Quiero morir.

Quiero irme y verla, si es que eso es posible. Quiero que tengamos un final feliz, aunque sea muertos.

Es de noche, y el frío me está carcomiendo.

Pero eso no me importa, me recuesto en su tumba, como si estuviera acostado en su pecho.

Cierro los ojos, el silencio invade hasta que el maldito teléfono suena.

Estoy a punto de ignorarlo, hasta que recuerdo que puede ser Tyler informándome algo de Arturo.

—¿Hola, hablo con Adam Loughty?—Dice una voz masculina que definitivamente no es de Tyler.

—Si, ¿qué necesita?

—Me presento, soy Max callun y me enteré de que usted estaba buscando a su hermano...

Frunzo el ceño.

—¿Quién eres y como mierda sabes eso?—Agrego.

—Calma, soy abogado puede buscar de mí en cualquier parte y le aparecerá quien soy—Respira.—El punto es que tengo la ubicación de simón, tiene a mi chica y necesito de su ayuda.

Interesante...

A la rata de mi hermano le acaban de descubrir su sucio escondite.

—¿Podría preguntar el porqué la tiene?—pregunto dudoso.

—Es una larga historia, me enteré de que él la maltrata, sé que es su hermano, pero realmente...

No lo dejo hablar y lo interrumpo.

—Dame la maldita ubicación, estaré ahí en un par de horas.—Digo mientras me levanto de la tumba.

—Bien, te enviaré la ubicación en un instante, te ayudaré.—Dice y sin más cuelga.

Mierda.

Miro por última vez la tumba y me dirijo a la salida.

Con esto estaré a un paso más de la muerte.

Me vengaré por Isabella y como antes dije.

Me le uniré.

Maldito DueloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora