¿Maldita?, ¿Embrujada? ¿Hechizada?, jamas lo sabré, lo único que quiero saber es ¿Por qué a mi?
Fanfic de jujutsu
Mi segunda historia
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Ningún elemento visual es de mi propie...
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Me dirija a un edificio abandonado, me habían contratado para acabar con todo aquel que trabajara ahí, ¿porque lo hacía? Por dinero claro, entre en el edificio empezando con el trabajo, según me había dicho mi contratista, en el sótano es donde hacían los experimentos que quería erradicar, sin mucho problema terminé de matar a los trabajadores que estaban en la entrada después de todo la mayoría eran personas comunes, tome el ascensor y presioné el botón que bajara al sótano al momento de que las puertas se abrieron un olor a sangre me llego, camine por el largo pasillo hasta llegar a una puerta rompí es cerrojo y abrí la puerta.
— ¿Qué diablos? — Había una niña entre un mar de sangre y cuerpos, posiblemente ella fue la que lo hizo, ingrese a la sala y me acerque a la niña que se notaba afectada, posiblemente también traumada me puse de cuclillas frente a ella.
— Niña — llamé
— ¿Estás bien? — comenzó a negar sollozando, suspiré rodando los ojos, no se va a calmar en un buen tiempo, eleve mi mano para llevarla a su cabello buscando calmarla, pero ella cerró los ojos probablemente espero que la golpeara, mi palma descanso en su cabeza dando unas cuantas palmadas.
— Supongo que hiciste mi trabajo — dije con ironía y pregunté.
— ¿Quieres salí de aquí? — ella sin responder se levantó sollozando y quedó frente a mí, la vi sin entender hasta que rodeó mi cuello con sus brazos escondiendo su rostro ahí, ante su respuesta la cargué y comencé a caminar rumbo a la salida.
— ¿Cómo se llama señor? — Preguntó sin salir de su escondite ¿señor? Admito me dolió
— Fushiguro, Toji Fushiguro — sentí como asintió y sin más se recostó en mi hombro.
— Yo me llamo Kyomi Kaneko — comentó apenada jugando con las puntas de mi cabello buscando distraerse, la vi dé reojo notando que su pelo es azul, corto casi hasta los hombros, sus ojos por lo poco que pude ver tenían dos tonalidades diferentes y abundantes pestañas bastante armoniosas a la vista.
— ¿Tus papás? — Cuestioné, puede que la hayan secuestrado.
— Mi papá falleció el año pasado y mi mamá me vendió a unos señores para pagar sus deudas — informó decaída le brindé palmadas en su espalda a manera de consuelo me disculpé por la pregunta, pero negó agradeciendo el interés, bastante inteligente para su tamaño.
— ¿A dónde me va a llevar? — Me preguntó reposando su cabeza en mi hombro
— No lo sé — admití, si la llevaba a la escuela posiblemente la traten igual que aquí o incluso la ejecuten, pero si no la dejo ahí no sé dónde más, me perdí en los pensamientos sobre la niña hasta que habló.
— No me gusta estar sola, señor fushiguro — ella me vio a los ojos y después suspiro acomodándose en mi pecho.
— Lo siento — negué y terminé por abrazarla para que se sintiera cómoda.
