Bewitched | Jujutsu Kaisen

✯ Capitulo 13 ✯

Una vez aterricé en la tierra corrí para alcanzar a toge y al shikigami de fushiguro que iba con él, comenzamos a matar maldiciones justo hasta que encontramos el teléfono de un estudiante de la escuela enemiga.

— Parece ser de mechamaru — comentaste viendo sus contactos

— ¿Llamamos a alguien? — Preguntaste picara y toge quien te leyó la mente asintió de acuerdo.

— Hola, soy miwa la inútil — contestó, asentiste hacia toge y cubriste tus oídos con energía maldita.

— Ve a dormir — Ordenó el peliblanco y después colgó el teléfono, acariciaste al perro como agradecimiento y después de que toge soltara el teléfono ajeno una sensación pesada inundo el ambiente.

— ¿Primer grado? — dijiste al ver a la maldición, pero negaste, era un poco más débil, volteaste a ver a tu compañero y este asintió bajando el zipper de su camisa, atento a cualquier cosa.

— Konbu — dijo toge a lo que tú le aseguraste que no había mucho peligro, o eso pensaste hasta que viste como la maldición fue asesinada por otra, que de inmediato identificaste.

— Ve con los demás, que evacuen el lugar — pediste diciendo indirectamente que te encargaras de esto.

— Estaré bien, ve — aseguraste notando como el menor te daba una mirada preocupada, pero se iba del lugar.

— ¿Estás viendo esto sensei? — cuestionaste, pues además de hacer un sistema de cámaras, le diste a gojo un dispositivo para comunicarse contigo.

Al no recibir respuesta supiste que algo estaba mal, comenzaste a estirar tus músculos caminando hacia la maldición.

— Esta vez no te dejare huir — Dijiste con una sonrisa, pero justo antes de atacar notaste como un manto se extendía por el cielo, todo esto te daba una muy mala espina.

Ni siguiera pudiste seguir analizando la situación pues segundos después la maldición apareció frente a ti con su puño yendo directo a tu pecho.

— ¡Maldita! — como único recurso pusiste tus brazos en forma de "x" para ablandar un poco el golpe cubriéndolos con energía maldita.

El golpe fue inevitablemente fuerte, sostuviste el aire lo mejor que pudiste cuando sentiste como tus pies dejaban el piso y todo tu cuerpo salía volando, tosiste sacando los pocos hilos de sangre que expulsó tu cuerpo, creaste un portal directo al suelo del bosque y lo pusiste detrás de ti para empezar a derrapar en la tierra.

— ¡Ugh! — te quejaste moviendo tus brazos para que dejen de hormiguear en lo qué venia aquella maldición.

— Recapacita humana, no puedes ganar contra mí — como si fuera una bacteria metiéndose en tu cerebro sentiste como la maldición hablo hacia ti.

— Nunca sabes, hasta que lo intentas — dijiste y creaste una lanza de dos filos moviéndola por tu cuerpo.

Tomaste una posición de pelea y en instantes la maldición se encontraba de nuevo enfrente tuya, sonreíste entusiasmada y bloqueaste su golpe con la lanza, reforzaste tus pies con energía maldita para no derrapar y desviaste su puño hacia la izquierda para balancear tu lanza y golpear su brazo, para tu sorpresa la lanza no creo ningún corte en él, chasqueaste la lengua.

— ¿Ni una herida? — recibiste un rodillazo que tuviste que bloquear con tus manos, de nuevo saliste volando, pero esta vez notaste las instalaciones de la escuela y a un peliblanco corriendo hacia esa dirección.

Tu respiración se detuvo cuando visite como toge es alcanzado por la maldición, en un estado de agitación tu cuerpo actuó por naturaleza y creaste una katana para después con todas tus fuerzas lanzarla hacia la maldición.

Antes de que el menor pudiera darse cuenta una cortina de humo se esparció por el aire y al voltear notó como aquella maldición quedo clavada al suelo por tu katana.

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Tu determinación ardía en Tus ojos mientras Te preparaba para enfrentar a esta aterradora maldición.

— Hanami, tus días de sembrar el caos han llegado a su fin! — Gritó Kaneko, su voz resonando con valentía.

Hanami la maldición, con sus múltiples brazos y un rostro cubierto por una máscara de flor, emitió una risa siniestra. —Niña insensata, no tienes idea de contra quién estás enfrentando. Soy la fuerza de la naturaleza misma, la venganza de los árboles cortados y las flores pisoteadas. —

Sin perder un segundo más, Hanami lanzó sus tentáculos de energía maldita hacia Kaneko, quien los esquivó ágilmente con movimientos precisos de Jujutsu. La tierra temblaba con cada golpe que Hanami lanzaba, desgarrando árboles y dejando cicatrices en el suelo.

Kaneko no retrocedió. Cargó hacia adelante, canalizando su energía maldita en una espada imbuida de poder. El golpe colisionó con uno de los tentáculos de Hanami, enviando ondas de choque a través del bosque, derribando árboles a su paso.

La batalla continuó con una ferocidad impresionante. Kaneko mostraba su destreza en el combate, esquivando y contrarrestando los ataques de Hanami con movimientos fluidos y rápidos. Hanami, por su parte, no se quedaba atrás, desatando una tormenta de energía maldita que amenazaba con consumir todo a su paso.

Con un ataque potente, la maldición creo gruesas raíces para separar a la mujer de ella atrapándola y lanzándola hacia el techo de la escuela, donde fue atrapada por el peliblanco quien pudo salir de la pelea.

— Ordénales que corran — Pediste bajando de sus brazos.

— El siguiente ataque será peor — advertiste comenzando a crear aros de energía maldita y compactándolos hasta que queden afilados, comenzaste a rodear tu cuerpo con ellos y tomaste dos en tus manos, corriste hacia hanami e impactaste todos los objetivos en ella.

— Esto te va a doler maldita — dijiste y tomaste las ramas que tenía como ojos y los estiraste apoyándote en su cuerpo para jalarlos, creaste una cuchilla en tu zapato y pateaste a la maldición cortando en el proceso las ramas de sus ojos.

— ¡Como lo pensé! — los tallos de sus ojos eran una debilidad suya esperabas a punto de volver a golpearla, pero un grito te distrajo.

— ¡Kaneko sempai! ¡CUIDADO! — grito meguimi viendo tu espalda, giraste rápidamente para cubrirte pero no era una persona, era un portal, deduciendo rápidamente, creaste un arma totalmente adaptada a hanami y la lanzaste hacia el cielo, donde pudiste ver como la tomaba maki antes de que se cerrara el portal.

— No sucederá otra vez — Gritaste creando una daga e incrustándola por el hoyo del portal.

— Esta vez no me separaran de la pelea — dijiste incrustando otra daga y cortando el portal.