¿Maldita?, ¿Embrujada? ¿Hechizada?, jamas lo sabré, lo único que quiero saber es ¿Por qué a mi?
Fanfic de jujutsu
Mi segunda historia
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Ningún elemento visual es de mi propie...
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El agua recorría todo mi cuerpo buscando resbalar las pequeñas partes sucias, cerrando la llave salí para tomar una toalla secando mi cuerpo, me acerqué al espejo para hacerme mi rutina facial y posteriormente ponerle crema hidratante a mi cuerpo, salí rumbo a mi armario tomando mi ropa interior.
Después tome la camisa colgada en mi perchero uniendo botón por botón tome un short de licra negro e igualmente le lo coloque por último tome la falda subiéndola y abrochando los cuatro botones que sostienen parte de mi abdomen, eleve los tirantes y acomode el pequeño corset bajo mi pecho, fui hacia la entrada de mi cuarto y me puse unas medias largas blancas, tome las zapatillas con tacón y las abroche a mis pies, parecía como un tacón bajo que combinaba con tu falda negra, tome la perilla y Justo al abrirla me encontré con mi maestro Gojo
— Buenos días profesor Gojo — saludaste cordialmente y después saltaste para abrasarlo, este gustoso acepto tu abrazo y dio una pequeña vuelta.
— Kyo-Chan, mi alumna favorita — sonreíste a su persona y le diste un beso en su mejilla, su saludo matutino, el albino como respuesta apretó juguetón tus mofletes reíste y le preguntaste si te necesitaba para algo.
— Qué bueno que preguntas mi querida kyo, tengo un caso sobre un chico — suspiro resignado
— La verdad no quiero que vayas, pero tú eres la indicada, ohhh mi kyo-chan no dejes que ningún hombre te coquetee, no te merecen mi niña — exclamó dramático abrazándote y poniendo su muñeca en su frente, reíste ante aquello.
— Esta es su carpeta — la tomaste leyéndola rápidamente, observaste a tu maestro quien asintió como si leyera tu mente.
— ya veo — sonreíste dulce al albino de manera confiada — yo me encargo — el albino te abrazo por última vez y te deseó éxito.
Registro — Tokio noviembre 2016
El carro te dejo frente a aquella preparatoria, agradeciste a iguchi y caminaste a la puerta de la instalación.
El bullying persistente recibido por los compañeros de clase llevó a este incidente, En el cual cuatro estudiantes masculinos incluyendo al cabecilla de la pandilla
El tacón de tu zapato resonaba por los pasilloscon un paso tranquilo buscando aquel salón donde se supone la persona que buscabas estaría, tomaste el inicio de la puerta corrediza con tus dedos deslizándolo suavemente dejando ver así a un pelinegro sentado en el piso abrazando sus piernas
Resultaron severamente lastimados.
— Yuuta okkotsu — llamaste suavemente pero aun así se sobresaltó el nombrado
— Lo siento, lo siento — repitió al borde de las lágrimas, lo viste con pena y avanzaste a su dirección, el al notarlo negó diciéndote que te alejes de él, refutaste y cuando sus pies se tocaron te agachaste a su altura.
