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Semanas después...

—¿Estás seguro de esa idea?

Hyunjin seguía con su cabeza escondida en mi cuello depositando besos constantemente donde estaba la marca que el mismo había hecho.

—Se que nos sentimos bien así, pero esos estúpidos reglamentos impiden que podamos estar tranquilos— me giro para abrazarme — ¿Tu estás de acuerdo?

Le sonreí.

—Solo si tú también lo estás.

(...)

Días después...

Lía corría de un lado a otro dándole la orden a la sirvientas en cuanto a mi vestuario y mi atuendo.

Hyunjin había tomado la decisión de presentarme formalmente como la reina, y aunque quisiera esperar, las reglas de su madre iban a impedirle que pasara más tiempo conmigo.

—¡Señorita! ¡La princesa Hwang quiere entrar a verla!— Kazuha dijo mientras Yuna estaba en la puerta esperando una señal.

—Deja que entre.— dije sentada tranquilamente en mi lugar.

Todos en el palacio estaban apurados y nerviosos, pero yo no, cuando debía ser al revés.

—¡Wow! ¡Te ves hermosa!— la presencia de Minji fue confortable ya que se dedicó a ayudar a las demás en cuanto como me veía y me recordaba las normas de etiqueta que tenía que seguir.

—Fácilmente puedo decir que tú naciste para ser reina, tienes el carácter y la postura de una, cuando aún no lo eres.— Lía termino de maquillarme para verme con una sonrisa — quedaste increíble.

Me pare de mi lugar para ver en el espejo el largo vestido que habían confeccionado especialmente para mí.
Era un rojo intenso combinado con negro que daba el toque que la familia Hwang poseía.

Hyunjin lo había escogido con la ayuda de su madre, ya que por propias palabras de la Reina combinaba bien con mi carácter y personalidad.

—Hoy finalmente será coronada como Reina y obtendrá el apellido Hwang— Kazuha parecía melancólica mirándome una y otra vez con la vestimenta.

En este reino no se necesitaba de un casamiento para oficializar la relación de los miembros reales.
Lo que valía era la unión de la diosa luna y la marca de pareja que la Omega tuviera.

Claramente habían hecho un vestido que descubría mis hombros y dejaba ver la marca real que Hyunjin había hecho como lobo de sangre pura y mi Alfa.

—Es la hora Yeji— Lía entro de nuevo junto a varias mujeres que me acompañarían para avanzar hacia la sala real.

Salí en tranquilidad con la cabeza en alto sabiendo que a partir de este día mi vida cambiaría.



(...)

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