9.1 Mi Querida Amiga Sara

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Primero tendría que hacer una parada antes de llegar al instituto, había una rata mezclada y debía deshacerse de ella.

La rata se creía inteligente porque creyó que el gato no estaba, pero lo que la rata no sabía era que el gato siempre velaría por su escondite.

Cambió su uniforme por ropa común y corriente para entrar a un hotel de mala muerte, pero a pesar de ser un hotel de porquería la vista del cuarto piso no estaba tan mal, el aire fresco de la mañana entraba por la ventana para ahuyentar los fétidos olores que se impregnaban en la nariz.

—Pero miren a quien tenemos aquí~ —Se burló Iris de la chica que se encontraba atada a la cama —, no es más que mi querida amiga Sara, ¿sabes?, en estos días que no he estado me informaron que te has portado muy mal~, ¿eso es verdad?

—¡No, Iris! —Respondió temblando por todo su cuerpo— ¡Yo! ¡Yo! Me he portado muy bien, Tú... tú sabes que yo, ¡yo nunca me portaría mal!

Iris sonrió y abrió su mochila, sacando del interior un disco.

—¿En serio?, entonces dime ¿qué estabas planeando hacer con este disco? —preguntó con una sonrisa que perturbo por completo a Sara —Tú sabes lo que contiene ¿cierto?

—Yo... ¡YO NO SÉ!, ¡NO SÉ QUÉ ES ESO!, ¡TE JURO QUE NO SÉ NADA IRIS! —gritó desesperada y con lágrimas en los ojos.— ¡NO SÉ NADA! ¡TE JURO POR DIOS QUE ME HAN INCULPADO!, ¡POR FAVOR DÉJAME IR!

—Oh —sonrió con burla —. Entonces, ¿tú no sabes nada?, quieres decir que tú no sabes que aquí están las pruebas de mis "pasatiempos favoritos", Oh, Sara~ no mientas, dime, a quién planeabas dárselo, dímelo ahora, quieres~

—¡Te lo juro Iris, yo no sé nada!

Iris se encogió de brazos y negó con la cabeza.

—¡LA INFORMACIÓN QUE HAY AQUÍ DE DÓNDE-!—gritó y se acercó a la chica—¡DE DÓNDE LA CONSEGUISTE MALDITA RATA!

Su vida estaba en riesgo, sabía que Iris la torturaría hasta matarla si no decía nada.

¡Pero no había nadie más! ¡Solo ella!, actuó sola para llevarse todo el dinero que ganaría al sobornar a la familia Pardis, pero que estúpida fue, debió de tener un cómplice para tirar toda la responsabilidad a la otra persona.

¡Demonios, porque tuvo que meterse con alguien como Iris!, porque lo hizo... si el único que se beneficiaría con su descubrimiento seria el perdedor de Ares Pardis.

¡Ares Pardis! Ese maldito.

—¡RATA ASQUEROSA! ¡DIME! —Golpeó la nariz de la Sara una y otra vez —¡DIME! ¡DIME! ¡¡DIME QUIÉN FUE O TE ABRIRÉ COMO LA MALDITA RATA ASQUEROSA QUE ERES!!

Estaba sangrando y su cara dolía como el infierno, sus lágrimas y su sangre se fueron mezclando.

—Aaa... Fue ¡ARES! —gritó el primer nombre que se le vino a la mente, quería salvarse, así que ¿por qué no culpar a alguien más?

—¡...!

Iris se detuvo por la sorpresa que se llevó, entonces eso significaba que el perro de su primo sabía sobre sus "pasatiempos".

Con que fue Ares —murmuró Iris apartándose de sara —. Ya veo~

—¡SÍ!, ¡SÍ! Fue él, él me obligó, ¡Ares quería entregarle eso a tu familia!

Lo que decía Sara para Iris tenía mucha lógica, Ares era el único que averiguaría información como esa solo para perjudicarlo, entonces...¡El maldito perro desgraciado de su primo estaba contraatacando!

—Bien~

—¡Sí! ¡Sí!, ¡Ahora por favor libérame!

—¿Lo dices en serio? —preguntó con sarcasmo, pero al ver que Sara se encontraba desesperada entendió que lo había dicho en serio

—¡Puff! ¡Jajaja! Que graciosa eres~ —Se acercó a ella y susurró en su oído —. Es obvio que no haré eso~

Se alejó de ella y tomó un pañuelo del interior de su mochila, limpiando con delicadeza la sangre que cubría sus puños.

—¿IRIS?

—Desgraciadamente no eres de mi gusto, asi que no puedo jugar contigo, Adiós~ mi querida amiga Sara~— Se despidió con una sonrisa retorcida y abrió paso a cinco sujetos para que entraran a la habitación —Chicos, por favor no se contengan a Sara le gusta el dolor~

Sara se horrorizó y comenzó a gritar, pero uno de los sujetos la noqueó con un puñetazo en la cara.

—Cuando terminen, la matan y por favor limpien su desastre, no quiero hacer enojar al propietario del hotel~

Con esto se deshacía de la rata y ahora tendría que deshacerse del perro malagradecido de su primo. Sin embargo, ¿por qué deshacerse de él? Primero lo haría sufrir mucho más de lo que sufriría Sara.

—Oh Ares, eres un chico muy malo~

Salvando al hijo desterrado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora