Antes De Ti: Te Odio Dario James.(Precuela)✔️

capitulo 15

Estar con Lia me genera un poco de confusión, es agradable estar con ella y disfruto de su compañía por momentos pero no puedo evitar el echo de compararla con Aurora todo el tiempo en algunas similitudes, me genera un poco de estrés pero por alguna extraña razón ella logra darme a su vez un poco de tranquilidad.

—¿Que te parece este lugar?

—Me agrada.

—Es mi nuevo lugar favorito,sirven buenos tragos.

Ella rie.

—¿Dario estás bien?.

—Porque todos me preguntan eso acaso se pusieron de acuerdo todos a mis espaldas.

—No es eso, solo que me preocupas.

—Pues no lo hagas, mejor dime cuándo es que te vas a Nueva York, mi suegro aún no sabe que estás conmigo.

—No, y me voy dentro de dos semanas, te echaré de menos.

—Pues entonces no te vayas.— Intento hacer que se quede.

—No puedo, si no me voy ahora mandara a alguien a buscarme y no me dejaría verte y sabes bien que disfruto mucho de tu compañía, extraño a aurora y tú eres lo más cercano a ella ya que en casa papá prefiere no mencionarla.

—Si—suspiro un poco.—entiendo.

—Aún la extrañas y se que te duele aceptar el echo de que ella y mi pequeño sobrino ya no estarán más aquí.

—Tienes razón, Aurora no regresará más, tampoco mi hijo pero tienes que superarlo como lo hice yo.—reviso el reloj.—es tarde, te llevaré al hotel, mañana necesito estar en el despacho mucho más temprano.

—Lo siento, no fue mi intención hacerte sentir incómodo, solo me terminó el trago y tomó mi bolso.

—Está bien.

Pagué la cuenta y salimos del bar.

—¡Buen día Andrew!.

—¡Buen día señor!, su desayuno.

—Gracias pero no tengo hambre más tarde comeré algo en el despacho, tengo que estar mucho antes redactare unas cláusulas para un nuevo contrato y Andrea no ha sido del todo útil que digamos.

—Señor usted no quiso contratar de nuevo a la señorita Jones.

—Me preguntó cómo estará ella.

—Puedo averiguar señor.

—No, no es necesario, ya vámonos al despacho hoy no tengo ganas de conducir.

—Cómo diga señor.

Antes de comenzar con mi trabajo me gusta observar desde la ventana de mi despacho todo el movimiento de la ciudad, aún la siento con claridad pero a su vez me molesta que en los últimos minutos de su vida me haya dicho que ya no sentía amor por mi, que me haya engañado.

—estoy perdiendo mi tiempo en pensar esas ridiculeces, comenzaré a trabajar.

Andrea entra a mi oficina a hurtadillas. Se sorprende al verme.

—oh señor pensé que llegaría más tarde, aún es temprano.

—andrea ¿Acaso no puedo llegar a esta hora?, Mejor espero que está vez si tenga en completo orden mi agenda.

—es que pensé que llegaría más tarde.

—si como sea, prepare una cita con el fiscal y con el otro abogado.

—Si señor.

—Y también tenga listos los documentos que le dejé ayer en su escritorio.

—Si señor, ¿algo más?.