SECTUMSEMPRA

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Harry y Slughorn llevaron a Ron a la enfermería. Me dijeron que me fuera a dormir y eso hice.

- Hola.

- Draco, ¿Qué haces aquí?

- Dormir, ¿Y tú? Llegas muy tarde.

- Ron casi muere.- Le digo cansada sentándome a su lado en la cama.

- Uno menos.

- Idiota.- Le dí una colleja.- He dicho casi.

- ¿Qué ha pasado?

- No lo sé. Mañana iré a la enfermería.

- En ese caso.- Dijo empezando a darme besos en el cuello.

- D-Draco, es tarde.

- ¿Y qué?

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Por la mañana después de desayunar fuí a la enfermería. Ahí estaban Ginny, Hermione, Harry y algunos profesores, entre ellos Dumbledore y McGonagall.

- Siento llegar tarde, ¿Cómo está? .- Le digo a Harry.

- No despierta, pero está vivo.

- Bien pensado por tu parte Gia, el uso del Bezoar.- Me dijo Dumbledore.- Estarás muy orgulloso de tu alumna, Horace.

- Oh, si, muy orgulloso.

- Coincidimos en que la intervención de Harry y Gia ha sido heroica. La cuestión es ¿Porqué fué necesaria? .- Dijo Minerva.

- Buena pregunta. Parece ser un regalo, Horace. ¿No recuerdas quién te obsequió ésta botella?. Que, por cierto, posee sutiles aromas de regaliz y cerezas, si no se adultera con veneno.- Dijo Dumbledore dándole la botella a Snape.

- Mi intención era aprovecharla para hacer un regalo.

- ¿Para quién? Si se puede saber. 

- Para usted, director.

Miré a Harry perpleja. ¿Otro intento?

- ¿Dónde está? ¿Dónde está mi ro-ro? ¿Ha preguntado por mí? .- Dijo Lavender llegando a toda prisa.

Rodé los ojos y apoyé mi frente en el hombro de Harry resoplando.

- ¿Qué hace ella aquí?.- Pregunta refiriéndose a Hermione.

- Lo mismo iba a preguntar yo.

- Pues resulta que soy su novia.

- Resulta que soy su.- Hizo una pausa.-amiga.

Uhhh, apoyé mi frente en el hombro de Harry fingiendo dolor.

- No me hagas reír. Lleváis semanas sin hablaros. Y querrás hacer las paces con él ahora que se ha vuelto más interesante.

¿Disculpa? La miré con cara de asombro y de asco.

- Le han envenenado, tonta del bote. Y que conste que siempre lo he encontrado muy interesante.

Ron empezó a moverse, me acerqué un poco.

- ¿Ves? Siente mi presencia.

- Agh, por merlín, ¿En serio?.- Le dije.

- No te preocupes ro-ro. Estoy aquí. Estoy aquí.

Ron balbuceaba.

- Her- Hermione. Hermione.

Lavender se fué corriendo y Hermione se sentó en la cama agarrando la mano a Ron.

- Ah, la juventud y su agudo aguijón de amor.- Dijo Dumbledore.- Bueno, vámonos todos, el señor Weasley está bien acompañado.

Miraba a Hermione con una sonrisa pícara.

- Agh, cállate. 

- No he dicho nada.- Me reí.

Harry y yo nos fuimos, íbamos subiendo las escaleras cuando vimos que en frente Draco también subía.

Lo seguimos, no quería, pero Harry insistió.

- No está.
- Si está.

- ¿Dónde?
- Detrás de la pared.

- ¿Como?
- ¿Ya no te acuerdas de donde dabas clase el año pasado?

- La sala de los menesteres.- Susurró. 
- Exacto.

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Era la mañana del día siguiente, estaba almorzando con el trío de amigos.

- Ron para, estás haciendo que nieve.- Dije.

- Cuéntame otra vez como rompí con Lavender.

- Pues...

- Vino a verte al hospital y hablasteis. No recuerdo que fuera una conversación relativamente larga.- Dijo Hermione.

- No me mal entiendas, estoy encantado de librarme de ella, pero parece muy cabreada.- Nos giramos a verla.

- Si, lo parece.- Dije bebiendo un poco de café.

- Harry. Esa es Katie. Katie Bell..- Me giré y me levanté al mismo tiempo que mi hermano.

- Katie ¿Cómo estás?

- Se lo que vas a preguntar, Harry. Pero no sé quién me hechizó. He intentado recordar, en serio, pero... no puedo.

Miró hacía atrás nuestra y su cara cambió. Me giré.

Draco.

Oh no.

Draco nos vió y salió de allí. Harry fué detrás de él y yo detrás de Harry.

Le seguimos hasta los lavabos. Le dije a Harry que se quedase quieto. Draco se quitó el chaleco de lana y empezó a llorar.

- Draco.- Dije acercándome poco a poco.

- Sé lo que hiciste, Malfoy. La hechizaste tú ¿Verdad?

- ¡Harry, te dije que te quedases atrás!

Draco atacó.

- ¡Draco!

Empezaron a atacarse, intenté esconderme.

- ¡¿Joder podéis parar?!

- ¡Sectumsempra!.- Gritó Harry.

Ví a Draco desplomarse en el suelo. Empezaba a sangrar por todos lados.

- Draco, Draco.- Me agaché junto a él.- No, no, no.

Harry apareció mirando horrorizado la escena.

- ¡¿Qué coño has hecho?!.- Le grité llorando.

Draco agonizaba, cada vez había más sangre y el agua se volvía más carmesí.

- Draco, eh Draco, te pondrás bien ¿Si?.- Dije más para mi misma que para él.

Snape apareció, me echó a un lado y empezó a sanar a Draco. Harry se fué.

- Vúlnera sanéntur. Vúlnera sanéntur.

La sangre iba desapareciendo y Draco iba sanando.

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Entré en la sala común de Gryffindor. Todos me miraron, iba llena de sangre y la cara llena de lágrimas.

Harry se levantó.- Gia.

- Cállate.

- Pero-

- ¡Cállate!.- Lo hizo.- Estarás contento, ya tienes lo que querías, las malditas pruebas. Siempre tienes que ser el héroe, siempre tienes que ser el que derrote al malo, y siempre el malo tiene que ser Draco.- Dije llorando.- Pues te recuerdo que lo que Draco ha estado haciendo ha sido por qué le han obligado. Lucius le ha obligado. Y seguramente no tenga elección y Voldemort le haya dicho que o lo hace o le mata. Me ha tenido apartada de todo esto porqué sabe que van a por mi y no quiere verme herida. Y haz el favor de deshacerte de ese maldito libro.

Oh pequeña [Draco Malfoy] 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora