AVADA KEDAVRA

80 5 2
                                    

Llegamos a Hogwarts, era de madrugada y necesitaba asimilar todo lo que acababa de pasar.

Tenía el guardapelo en la mano, pero no notaba nada.

- Gia.- Dice Harry.
- Que.

- Gracias.
- ¿Por qué?
- Por sacarme del lago.

Rodé los ojos.- Eres mi hermano, me importas. Idiota.- Rió.

- ¿Tienes el guardapelo?
- Aja, pero no noto nada.

- ¿Nada?
- Nada.

Le dí el guardapelo y me dirigí hacia la enfermería para ver como estaba Draco. Al llegar no ví a nadie y me pareció raro. No me gustaba esto. Una sensación horrible apareció en mi estomago.

Caminé y caminé por los pasillos en su busca hasta que lo encontré.

- Draco.
- Gia. No deberías estar aquí.

- Y tú tampoco, deberías estar en la enfermería.
- ¿Qué te ha pasado?.- Dijo mirándome de arriba a abajo.

- Nada.
- Gia.

- He dicho que nada. Ahora vuelve a la cama.
- No puedo, es esta noche, deberías esconderte.

- ¿Cómo que esta noche Draco? ¿Qué está pasando?
- Solo vete, por favor.

Me dió un beso y se fué decidido hacía donde iba antes de interrumpirlo. No me gustaba esta sensación, tengo que encontrar a Harry como sea.

A lo lejos vi a McGonagall y fuí directa hacia ella.

- Profesora.- Dije alterada.
- Señorita Potter, ¿Qué hace usted aquí?

- Eso ahora no importa, ¿Ha visto a Harry?
- No, no lo he visto.
- Mierda. Gracias de todas formas.

Empecé a correr en busca de mi hermano cuando choco con Ron.

- ¡Ron!.- Dije frenando de golpe y poniendo mis manos en sus hombros.

- Gia, ¿Qué pasa?
- ¿Has visto a Harry?

- No, ¿Qué pasa?
- Esta noche va a pasar algo.

Ron y yo estábamos corriendo en busca de Harry cuando lo vimos al fondo del pasillo. Llegamos a él hiperventilando.

- ¿Qué os pasa?
- Hay que volver a la torre de astronomía. Ya.

Los tres llegamos a la torre y vimos a Draco con Dumbledore, nos escondimos debajo de las escaleras.

- Buenas noches, Draco.- Dijo Dumbledore.- ¿Qué te trae aquí en esta noche primaveral?

- ¿Quién hay aquí? Los he oído hablar.
- A menudo hablo solo en voz alta.

Mientras, nosotros estábamos escondidos, sabía lo que se venía, tenía que intervenir.

- Voy a subir.- Susurré.
- ¿Qué? No.- Dijo Ron.
- ¿Estás loca?.- Dijo ahora Harry.

Me giré hacia él.- Ya sabes porqué está aquí, tengo que intentar parar esto.

Decidida, salí de mi escondite y aparecí en frente de Draco, al verme empalideció.

- Gia. 

- Te dije que no le temía a la muerte.

Draco me apuntaba con la varita.

- No deberías estar aquí, te dije que te escondieras.

- Draco, tú no eres un asesino.- Dije intentando convencerle.

- No lo sabes Gia. He hecho cosas horribles.- Dijo empezando a llorar y apuntando más alto con la varita.

Draco nunca me haría nada, pero ahora empezaba a dudar.

- ¿Cómo hechizar a Katie Bell para que me entregara a mi o a Dumbledore el colgante hechizado? ¿O cambiar la hidromiel por otra alterada? Eso ya lo sabía. Y aún así sigo aquí.- Dije nerviosa.

- ¡Él confía en mí! ¡He sido elegido!.- Dijo enseñado la marca.

Se me cortó la respiración, solo la ví una vez y porque me la enseñó en un momento de debilidad. Estaba asustada.

- Draco.- Dije con algunas lágrimas en la cara.

- Últimas palabras.

- ¿Qué?.- Fué lo único que salió de mi garganta.

- Últimas palabras Gia.

- Hazlo.- Miré a Harry y Ron que estaban asustados y a punto de entrar en cólera.

- ¿Qué?.- Dijo ahora él. No esperaba esa respuesta.

- Te dije que no tenía miedo a la muerte, lanza el hechizo.

- De qué cojones hablas Gia. 

- Lo has dicho tú mismo.

- Draco baja la varita.- Apareció Harry. 

- Unas palabras y todo habrá acabado. Tu misión que tanto te torturaba se acabará. 

- Gia, cállate.- Dijo Ron.

- ¡Callaos todos!.- Gritó Draco. 

- Vamos.- Insistí.

Draco me miraba con dolor, yo lo hacía con miedo. Era una sensación de terror horrible.

Empezaron a escucharse ruidos y gente gritando.

- El armario evanescente.- Dije dándome cuenta.- Para eso lo arreglabas.- No pudo mirarme a los ojos.

- Draco, déjame ayudarte.- Dijo ahora Dumbledore.

- ¡No quiero su ayuda! ¿No lo entiende? Tengo que hacerlo. Tengo que mataros. O él me matará a mí.- Dijo entre sollozos.

- Draco.- Dije llorando.

Aparecieron Bellatrix y más mortifagos. 

- Bien hecho, Draco.

Dumbledore y Bellatrix empezaron a hablar, yo mientras no podía parar de mirar a Draco sin recordar todo lo que habíamos vivido.

- ¡Hazlo ya!

Draco me miró, me apuntaba con la varita. Cerré los ojos.

- ¡Avada Kedavra!

Oh pequeña [Draco Malfoy] 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora