[09]

174 24 3
                                    

Sentado en aquel escritorio de la oficina de registro, Chanyeol revisaba y llenaba formularios para para poder actualizar el registro de su casa. A su alrededor, el ambiente formal lo empezaba a estresar. Todo era tan cuadricula y burocrático que lo hacía sentir que el tiempo andaba con más lentitud.

Entregó los formularios a la mujer frente a él, esperando que aquello fuera suficiente para actualizar el acta de propiedad y poder vender la casa. Luego de ello podría volver a Seúl, a su cotidianidad y olvidar nuevamente a ese pueblo.

Al menos eso es lo que deseaba hasta hace unos días. Antes de conocer a sus mellizos, lo cuales le habían robado el corazón con solo observarlo.

Ya no le molestaba tanto quedarse una semana más. Aún le dolían los recuerdos y sus fantasmas lo seguían atormentando, pero ahora cuando sentía eso tenía donde refugiarse: en casa de Baekhyun, como en el pasado.

Suspiró mientras esperaba a que la mujer revisara los formularios. La sala de espera estaba llena de personas ocupadas en sus propios asuntos, y el murmullo constante de las conversaciones aumentaba su sensación de ansiedad.

-Es todo- comentó la fémina con una sonrisa, dejando los documentos sobre una pila de otras solicitudes-En unos días el documento será actualizado, una vez que la propiedad esté a su nombre podrá hacer lo que desee con ella.

-¿Cuánto tomará?

-Posiblemente, unos 4 días.

-Una consulta más, en el acta original figuraba mi madre como apoderado, pero ahora figura como apoderado Moon SeungHo, mi padrastro. -la mujer lo miro sin comprender su punto por lo que tuvo que explicarle su duda-¿En que le beneficiaria al él?

—Si algo llegara a ocurrirle a usted, o si te encontrases incapacitado o ausente, la figura del apoderado entraría en juego.
Él tendría la autoridad legal para tomar decisiones en su nombre con respecto a la propiedad. Esto incluiría la posibilidad de venderla o realizar otros trámites relacionados. Es una medida que se toma para garantizar que los asuntos de la propiedad puedan ser manejados en caso de que el titular original no pueda hacerlo por sí mismo. Pero no debe preocuparse, la casa es suya. No hay ningún otro heredero.

Chanyeol asintió, comprendiendo mejor la situación. De todas formas, ya no servía pensar en ello ni en los motivos que tuvo ese hombre, todo se había salido de control incluso antes que se diera cuenta.

-Gracias por la aclaración -dijo Chanyeol, sonriendo por compromiso y se retiró de aquella oficina.

Chanyeol caminó por las calles del pueblo, perdido en sus pensamientos. Recordando el pasado, cuando era un adolescente inocente que huía a la casa de su vecino luego de intentar defender a su madre de los abusos de su padrastro.

Recuerda la mirada de los vecinos al verlo golpeado y en algunas ocasiones mal herido, lastima en sus ojos lo hacían sentir aún más molesto ya que solo se limitaban a observar. En cambio, Baekhyun le abría las puertas de su casa y lo recibía en sus brazos. Le susurraba que todo cambiaría algún día y que lo ayudaría a superar esos momentos difíciles. Él se convirtió en su refugio, en el lugar donde podía encontrar consuelo y paz.

Incluso ahora sin saberlo ni pretender serlo, lo estaba ayudando a sanar sus heridas.

Se detuvo cerca del minimarket en el que trabajaba el castaño y lo observó por el cristal cuidándose de no ser descubierto.
Se veía tranquilo y sosegado, su expresión dulce y amable lo hizo sonreír. No se había dado cuenta de lo mucho que lo extrañaba hasta que volvió a su vida. 

Esa sensación cálida en su corazón que no había sentido en los últimos cinco años, lo estaba invadiendo y Baekhyun era el único responsable.

Pero también era consciente de que las cosas no podían ser como en el pasado. Habían demasiados secretosrque los atormentaban.

Desde que te fuiste [Chanbaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora