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Chanyeol había pasado la noche fuera de casa, como solía hacerlo cuando Baekhyun y él hacían el amor. Durante esas horas no existía nadie más que ellos. No había problemas, ni gritos ni golpes. Solo ellos dos.

Regresó a casa y se encontró con un silencio abrumador. Cerró la puerta tras de sí con un suspiro, sintiendo el peso del silencio en sus hombros mientras observaba la tranquilidad de su hogar.

Tenía un mal presentimiento.

Caminó por el pasillo intentando no hacer ruido y se detuvo en la puerta de la habitación de su hermana, donde pudo escuchar sollozos.

El corazón de Chanyeol se apretó al entender la situación.

Con rapidez, abrió la puerta y encontró al idiota de su padrastro sobre su hermana mientras intentaba besarla. Tenía los pantalones abajo y sus manos tocaban a su hermana en lugares donde no debería.

El horror se apoderó de Chanyeol al presenciar la escena espantosa frente a sus ojos.

Sintió náuseas al verlo abusar de ella.

—¡Yoora! —gritó de forma desgarradora, corriendo para apartarlo de ella.

Chanyeol sostuvo a su hermana mientras el hombre se ponía de pie.

—Aléjate de mi hermana —gruñó, enfrentando al hombre con valentía— o llamaré a la policía.

—No me amenaces, mocoso. Ve, quéjate como el niño llorón que eres.

Chanyeol se acercó y lo agarro del cuello. Toda la ira acumulada lo estaba haciendo actuar de esa manera. Incluso SeungHo sintió miedo por unos segundo per luego lanzo esa risa psicótica que le ponía los pelos de punta.

—¿Qué pasa Chanyeol, vas a matarme?—lo provocó—Hazlo, mátame frente a tu hermana para que se de cuenta de que eres capaz.

—Si no te vas llamaré a la policía.

—Deja de decir esas estupideces—gruño el hombre soltándose del agarre de Chanyeol. Entonces le soltó un puñetazo haciéndolo caer al piso—Deberías dejar de ser un cobarde—lo pateo aun el piso—Me largo, y pobre de ustedes que le cuenten a su madre o a alguien sobre estos. Los mataré o peor aun matare a su madre.

El padrastro le lanzó una mirada desafiante antes de alejarse de la habitación con un gesto despectivo.

Yoora sintió un escalofrió recorrerla al escuchar la amenaza del hombre.

Vio como desaparecía de la habitación como si no hubiera estado tocándola y apunto de violarla una vez más.

Sintió el peso del cuerpo de sus hermano sobre ella, abrazándola protectoramente, mientras no dejaba de llorar.

—Lo siento— lloraba disculpándose por algo que estaba fuera de su control.

Chanyeol la sostenía con posesión mientras el peso del trauma se deslizaba sobre ellos. Podía sentir el dolor en cada fibra de su ser, pero también una determinación feroz de protegerla de cualquier daño futuro.

Yoora lo miró de reojo, envidiando su capacidad para sentir dolor y llorar. Hacía mucho tiempo que las lágrimas se le habían agotado, junto con las ganas de vivir. Llorar no servía de nada, lo había hecho tantas veces, rogando que todo se detuviera, pero no había funcionado.

—No tienes que disculparte, Chanyeol —susurró, tratando de calmarlo —. No es tu culpa, nada de esto lo es.

—Debí de hacer algo. No debería haber esperado tanto tiempo para tomar valor.— se enderezó y la miró como si de un tesoro preciado se tratara.—Tenemos que salir de aquí—susurró, como si estuviera pensando en voz alta—Eso es, vámonos.

Desde que te fuiste [Chanbaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora