15

377 65 6
                                    

Choi Beomgyu llevaba más de cinco minutos sin hablar.

Lo observé atentamente mientras pensaba; un proceso que parecía implicar muchos tirones de su cabello. Era un tipo mas bajo que yo y con el cabello oscuro y unos ojos negros. Hablaba más rápido de lo que yo estaba acostumbrado; no balbuceaba muchas cosas sin sentido, sino que iba rápido y al grano.

Le di a la banda elástica de mi muñeca unos cuantos chasquidos nerviosos. No era un tipo que normalmente necesitara llenar un buen silencio, pero éste estaba empezando a irritarme. Deslicé la lengua por el dorso de mis dientes, ocupándome de contar crestas y surcos. Estaba bastante seguro de que un gran porcentaje de ellos eran falsos.

Tal vez jugaba al hockey. Disfruté de ese pensamiento durante unos dos nanosegundos antes de recordar que fui a la escuela de patinaje sobre hielo de Bambi. Eso probablemente haría que volar por el hielo tras un disco diminuto fuera algo... difícil.

—El café de este lugar es bastante bueno. Me pregunto cómo serán los pasteles—dije, jugueteando con mi taza. Como mi compañero de mesa seguía sin responder, seguí parloteando—. Puede que pruebe algunos antes de irme. Esa tarta de limón se ve...

—¿Podrías dejar de hablar y dejarme pensar?—Choi preguntó.

Suspiré y me senté en mi silla. El tipo tenía una pizca de pecas en el puente de la nariz, como si alguien hubiera mojado un pincel en pintura marrón claro y luego se lo hubiera echado a la cara. Lo describiría como lindo si no pensara que me destriparía como a un pez... diablos, en ese momento hasta tuve miedo de pensar en ello.

Como si pudiera leer mi línea de pensamiento, Beomgyu entrecerró los ojos hacia mí. Cuando lo noté, me apresuré a redirigir mis pensamientos de nuevo a todas las delicias de la pastelería.

—Amnesia—dijo finalmente—. ¿Así que esa mierda es real?

—Por supuesto que es real.

—Sí, lo sé. Lo sé—le dio otro tirón a su cabello—. No mentirías sobre algo así. Es que sólo he visto esa mierda en las películas.

—Sí, bueno. Que tu mente se convierta en sopa no es tan divertido como crees.

—¿Dónde te estás quedando?

—Jake fue lo suficientemente amable para...

—¡¿Jake?!—gritó.

Me quedé helado. ¿Había sido un objetivo y me había descuidado?—Sí—dije lentamente—. Pareces sorprendido...

—Pensé que lo dejaste para alejarlo de esta vida. ¿Y luego lo arrastras de nuevo contigo?—volvió a tirarse del pelo—. ¿Por qué demonios le harías algo así?

Había hecho algo más que volver a entrar en su vida. Anoche había dejado una marca en su trasero como si fuera fauna en peligro de extinción. Pero decidí guardar ese pequeño detalle para mí.

—Supongo que buscas una respuesta más sofisticada que escuchar que mi cerebro está en pausa—gruñí—. ¿Tienes algo realmente útil para decirme? ¿Como, en qué estaba trabajando que podría haber hecho que me dispararan en la cabeza?

—¿Cómo diablos voy a saberlo? Se suponía que te estabas vengando por el asesinato de tu familia, y luego simplemente desapareciste del mapa—suspiró—. ¿Qué se supone que debo pensar?

Le aparté las manos del pelo antes de que se quedara calvo.—¿Quién asesinó a mi familia? ¿Y por qué?

—Dios, es tan difícil de creer...

—Que no recuerdo una mierda, lo sé, lo sé—me incliné hacia delante mientras él sorbía su té con nerviosismo—. Sigo teniendo visiones sobre mi pasado... ¿mi madre era una granjera?

✧ Danaus- heejake ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora