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El lugar de Granjas Holyoke estaba totalmente abandonado. No estaba seguro de lo que esperaba encontrarme... ¿quizás una razón para comprar la granja de nuevo, que no fuera la nostalgia?

Ciertamente era un lugar bonito, aunque un poco descuidado. Había una casa de campo blanca de dos pisos con un porche envolvente, y el largo paseo por el camino de grava me dio mucho tiempo para absorberlo todo.

Había cerezos en abundancia por todo el lugar. Pasé por delante de las viviendas y di una vuelta por la propiedad, asomando la nariz por las dependencias abandonadas y el equipo oxidado que no tenía ni idea de cómo utilizar.

Cuando por fin llegué a la granja, encontré la puerta principal cerrada, pero estaba preparado para ello. Saqué la llave del llavero de mariposa, y no me sorprendió en lo más mínimo cuando giró en la cerradura. Me reí. Era un poco pronto para celebrarlo, pero joder, por fin algo funcionaba como debía.

La casa estaba polvorienta y necesitaba reparaciones. No quedaba mucho mobiliario. Lo poco que habían dejado los Na había visto días mejores: un viejo sillón reclinable de tela escocesa verde, algunos juguetes rotos, y una mesa de comedor que se tambaleaba. Me quedé mirando el cuadro colgado de un caballo corriendo, un poco decepcionado.

Tenía claro que mi apartamento no había sido un verdadero hogar. Supongo que había estado esperando secretamente que lo fuera. Tal vez había planeado restaurar la casa, y simplemente no había llegado a hacerlo. O tal vez no quería que nadie más tuviera la casa de mi infancia...

Me quedé mirando la foto del caballo un poco más.

... O tal vez había vuelto a las andadas, y éste era otro lugar en el que solía esconder cosas.

La foto simplemente no pertenecía a este sitio. ¿Por qué los Na se tomaron la molestia de colgarlo, si ni siquiera significaba lo suficiente como para llevárselo? Todo lo demás que dejaron era prácticamente basura. Eso me hizo pensar que no lo habían dejado en absoluto. Y en mi enrevesada mente sólo habría una razón para colgar un cuadro de un caballo al azar.

Me acerqué al cuadro y lo retiré de la pared, encontrándome con un teclado biométrico detrás de él.

Por supuesto.

Puse el pulgar en el teclado, y éste emitió un pitido verde.—Se requiere confirmación secundaria—me informó una voz, haciéndome saltar un poco. Una ranura parpadeaba junto a la primera, y me acerqué para ver mejor. El panel volvió a pitar—. Coincidencia de reconocimiento ocular. Entrada confirmada.

Cuando una puerta se abrió, me permití suspirar. El viejo yo estaba empezando a poner de los nervios al nuevo yo. Probablemente había metido todo lo que era importante para mí en una cápsula y lo había lanzado al espacio... ya sabes, para mantenerlo a salvo. Mis fotos de cuando era bebé probablemente estaban girando en la atmósfera junto al telescopio Hubble y el tesla de Elon Musk.

Volví a colocar el cuadro sobre el teclado y atravesé la puerta, la cual me condujo a un tramo de escaleras... porque ¿por qué no iba a tener un búnker subterráneo? La puerta se cerró tras de mí, dejándome casi en la oscuridad.

Parpadeé un par de veces, y mis ojos hicieron su función de visión nocturna. Me di cuenta rápidamente de que no la necesitaba, ya que en cada escalón había pequeñas luces LED. Volví a parpadear.

Visión nocturna: desactivada.

Seguí las luces con cuidado. Añadir un cuello roto a mi situación sólo podía empeorar las cosas.

En la parte inferior, había otro panel y otra confirmación de seguridad. Cuando la puerta finalmente se abrió, ésta me condujo a una sala de estar. Entré en la habitación vacilante, todavía un poco confundido. Esperaba encontrar una versión más grande de la sala oculta que había creado en el armario de Jake: armas, ordenadores y cosas así. Pero no este hermoso y cálido espacio, con cómodos sofás marrones y una alfombra beige mullida.

✧ Danaus- heejake ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora