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A Beomgyu le llevó otros dos días, pero finalmente encontró en los registros de Kim un cargo diverso por un centro de salud llamado MG Services. Un poco más de investigación, le permitió conocer el nombre completo del centro: Mountain Gardens. El lugar estaba situado a dos horas al este del Formicario. Un refugio privado en lo más profundo de las montañas.

Cuando llegamos al lugar, nos quedamos un momento en el aparcamiento, debatiendo sobre los métodos de entrada. Bueno, Caos y yo lo hicimos, al menos. Jake se sentó en silencio en el asiento trasero, golpeando con los dedos el respaldo del asiento. Cuando finalmente se hartó de nosotros, nos propuso la opción más obvia: entrar por la puerta principal.

Para ser más específico, preguntó:—¿Me estoy perdiendo de algo? ¿O no se permiten las visitas en el edificio?

—Um...—dije.

Caos se rascó la oreja.—Err...

Al ver nuestras expresiones de desconcierto, Jake suspiró.—Por el amor de Dios. No todo tiene que ser una película de Misión Imposible—siguió ese amable consejo saliendo del coche, sin dejarnos más opción que seguirlo.

Me estaba replanteando seriamente lo mucho que me gustaba trabajar a su lado.

Bordeamos la gran fuente que goteaba tranquilamente en la entrada, y luego nos dirigimos al vestíbulo. Jake iba delante de nosotros, con un aspecto más cómodo del que le había visto en mucho tiempo. Estos eran sus terrenos, y la medicina era su lugar feliz. Sabía que echaba de menos el hospital y su trabajo. Su casa. Y todo lo que no tuviera que ver con el hormiguero humano de mi abuelo. Este lugar pacífico y silencioso era lo más alejado que podíamos estar del Formicario.

Sólo nos cruzamos con una empleada. La mujer nos dedicó una sonrisa amistosa -aunque cautelosa- al pasar junto a nosotros en el pasillo. Si tuviera que adivinar, la amabilidad se dirigía a Jake, y la cautela a Caos y a mí, que íbamos ligeramente detrás de él como sus guardaespaldas. La mujer se echó un poco para atrás, evidentemente replanteándose su plan de dejarnos pasar sin ser cuestionados. Hice todo lo posible por recomponer mi rostro en algo más amable, pero una mirada a Caos me hizo gemir por dentro. El tipo tenía una cara tan pétrea que podría poner celosa a una gárgola.

—¿Hay algo en que pueda ayudarles?—preguntó la mujer, mirándonos con desconfianza.

—Estamos buscando la habitación de Kim Hyuna—dijo Jake de forma agradable. Su voz tenía ese tono de autoridad subyacente y tranquilizador que siempre utilizaba en el hospital. Ese tono hacía que la gente se apresurara a obedecerle con una sonrisa, sin siquiera darse cuenta de por qué lo hacían—. Hace mucho tiempo que no la visitamos, y sólo quería asegurarme de que aún tenemos la habitación correcta.

Su ceño se arrugó un poco más.—¿Son parte de su familia?

—Buenos amigos— Jake respondió rápidamente.

Pero no fue lo suficientemente rápido como para ganarme.—Hermanos.

—Primos—dijo Caos al mismo tiempo.

Hubo una pausa incómoda después de nuestro empate a tres. Los ojos de la mujer se entornaron.—Bueno, ¿cuál de todos?

Aunque su agradable sonrisa se mantuvo, podía imaginar que Jake quería patearnos el culo.—Yo soy su buen amigo. Este es su hermano—dijo, señalándome a mí. Luego movió su dedo hacia Caos—. Primo. Pensamos en venir todos juntos y sorprenderla.

—Habitación 121—dijo la mujer vacilante, señalando en la dirección opuesta a la que viajábamos—. Pero su enfermera la llevó al jardín de meditación. Tienen que ir todo recto y a su izquierda.

✧ Danaus- heejake ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora