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Parpadeé sin fuerzas mientras luchaba por salir del fuerte abrazo del sueño fabricado. Entonces me pregunté cuándo fue la última vez que dormí de forma natural, y no a trompicones gracias a la bruma de las drogas. Al menos, los ruidos ambientales del hospital se sentían cada vez menos molestos.

Podía oír el parloteo de las enfermeras en la estación de enfermería, y el rodar de un carro por el pasillo acompañado del chirrido de las suelas de goma sobre el linóleo. Incluso me estaba acostumbrando al televisor de la habitación del otro lado del pasillo, cuyo ocupante siempre tenía puesto algún programa de noticias.

Tardé unos instantes en darme cuenta de que parte del parloteo no procedía del puesto de enfermería. Dos personas estaban enfrascadas en una conversación en voz baja, justo delante de mi puerta. Deseé que hablaran más fuerte para que me dieran la primicia de los chismes, o que se fueran para poder reflexionar en paz sobre mi jodida existencia.

Diablos, también deseaba que alguien cerrara la maldita puerta. Siempre se lo recordaba a la última persona que salía de la habitación, pero a la siguiente se le olvidaba o se descuidaba. 'Abierto' era el valor por defecto en este lugar. ¿Y quién demonios querría dejar su puerta abierta con todo este maldito ruido?

Vale, quizás no me estaba acostumbrando al hospital después de todo...

El carro rodante pasó por fin, y el murmullo de voces se hizo un poco más claro. La palabra 'detective' me animó considerablemente. Por fin. Alguien que podía quitarme estas malditas esposas de la muñeca. Entonces, se me ocurrió otro pensamiento y fruncí el ceño. Quizás esa era la persona que me las había puesto en primer lugar.

Me esforcé por escuchar su conversación.

—...ojalá pudiéramos decirle más sobre su estado, pero ahora mismo no estamos seguros—Una de esas voces sonaba como la enfermera de antes, Minji, que me había pinchado con la aguja llena de sedantes. La que tenía una mirada de asesina en serie y una bata cubierta de cachorros bailando—. El Dr. Nishimura cree que ha desarrollado amnesia debido al traumatismo craneal—continuó—. Sin embargo, ha estado despierto los últimos días. Se ha quejado de un poco de visión doble y algunos dolores de cabeza, pero eso es de esperar. Es capaz de mantener una conversación. No tiene respuestas reales para nosotros, pero parece entender las preguntas.

—¿Es permanente?—preguntó la detective. Parecía que le importaba un carajo, pero tenía que preguntar de todos modos.

—No lo sabemos de momento. Sólo tenemos que vigilarlo y mantenerlo tranquilo.

—¿Sabes su nombre?

—Esa es otra cosa más que no sabemos—dijo Minji con un suspiro—. Le hemos estado llamando Maxim o Bambi. el ultimo es el nombre de mi gato.

Jodidamente fantástico. Supongo que debería haberme alegrado de que el nombre de su gato no fuera Gatito con Botas.

—¿Alguna característica de identificación?

—Tiene varios tatuajes. Entre ellos, un símbolo de infinito en el muslo. La letra P en la nuca, y una marca de una hormiga en su muñeca izquierda.

—¿Algo más?—la detective preguntó enérgicamente.

—Tiene un tatuaje que dice Maxim detrás de la oreja—Casi pude oír el encogimiento de hombros de la enfermera—. Podría ser su nombre, pero no parece importarle.

—También podría ser el nombre de un amigo, de un amante, de un maldito perro muerto... diablos, tal vez sólo le guste alguna revista—la irritación de la detective era casi palpable—. Lo investigaré. ¿Hay algo más que deba saber antes de entrar ahí?

✧ Danaus- heejake ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora