Cuando la Última Estrella Muera (En Proceso)

10) Recuerdos abrumantes

Logan:

Cuando por fin decido hacerle caso a Charlie y entro en ese consultorio por voluntad propia, Adam no está por ninguna parte.

Encuentro esto como una señal y salgo sin esperarlo.

Al cruzar la primera esquina lo veo venir, me vuelvo hacia él gran ventanal que tengo en la pared a mi izquierda, mirando al exterior como si fuera lo más bonito que hay.

Aunque si está bastante bonito, no me había fijado mucho en que tienen un jardín bastante amplio y cuidado aquí...

- ¿Logan?

Me vuelvo para encontrarme con un muy sorprendido Adam.

- Adam, que casualidad encontrarte por aquí.

Enarca una ceja.

- Este es mi piso, y detrás de esa puerta de ahí está mi consultorio por si lo has olvidado.

Hago un gesto con la mano para restarle importancia.

- Pequeñeses.

- Si...

-Bien, ya debo irme.

-¿Querías hablar de algo?

- ¿Eh? no, no. Estoy bien.

- ¿Seguro?

- Si.

- Vale.

Se da la vuelta para entrar en su consultorio.

- Vale, sí venia a hablar contigo.

- ¿Charlie te ha pedido que vinieras?

- Sí.

Se gira hacia mí y espero ver una sonrisa de burla o de triunfo, pero no. Él se limita a asentir y apartarse para que pueda pasar.

- Bien, entra.

- ¿Es todo? ¿No estás enojado por mi comportamiento de la última vez?

Niega con la cabeza.

-Si me enojará por cada reacción impulsiva de mis pasientes, entonces no debería ser psicólogo ¿no crees?

- Pero...-

- Logan yo era tu psicólogo, créeme que te entiendo perfectamente. Ahora pasa y hablemos de lo que necesites.

Entramos al consultorio y tomamos asiento, él en su sillón de siempre y yo en el mueble del frente.

- Puedes empezar cuando quieras.

Me motiva sosteniendo su libreta.

Pero no puedo, me levanto pasándome las manos por el pelo, sin saber por dónde empezar y dudando de que hago aquí.

- No debí haber venido, esto no me ayudará en absoluto.

Camino de un lado a otro, hasta detenerme en el gran ventanal con vista al jardín.

‐ Sabes, hay una cita de Francisco Zarate que dice "Todos llevamos una tormenta en las profundidades del pensamiento, sin embargo, cualquier tormenta va perdiendo fuerza cuando dejamos de reprimirla".

Cuando dejamos de reprimirla...

- Si te quieres ir no te detendré pero ten en cuenta que solo quiero ayudarte Logan.

Después de lo que parece una eternidad por fin decido hablar.

- He conocido a una chica y ella es increíble.

- ¿Por qué siento que lo dices como si fuera algo malo?

- Porque Charlie no quiere que este cerca de ella.