Cuando la Última Estrella Muera (En Proceso)

20) No estamos rotos... solo algo doblados

Me despierto con el brazo de Logan rodeándome la cintura y con su rostro tan cerca del mío que tengo que evitar el impulso de darle un beso en los labios. Lo que no logro evitar es acariciar su rostro con mis manos, se ve tan tranquilo mientras duerme que me pregunto si algún día dejará de sufrir tanto.

Quiero tanto que logré salir de esta oscuridad en la que se encuentra su vida ahora.

No puedo evitar pensar en lo extraña que es la vida, la forma en la que puedes encontrar consuelo en alguien que está incluso más herido que tú es increíble.

Recuerdo lo que me trajo aquí anoche y los pensamientos tormentosos regresan a mi cabeza, además de que no he tomado el medicamento desde ayer en la mañana por todo este embrollo, Charlie dijo que las consecuencias de no tomarlo podrían ser muy malas pero no sé si eso me importe ahora.

Observó el rostro tranquilo de Logan y pienso que definitivamente lo que menos me importa ahora es ese medicamento, no sé cuando volveré a estar así con él o si ya no sucederá más así que me gustaría disfrutarlo un poco más antes de salir a la realidad.

No. No puedo ser tan irresponsable en este momento, no cuando Eidan más me necesita.

Quito con cuidado el brazo de Logan de mi cintura y salgo de la cama. Por suerte solo tengo que ponerme los zapatos.

Antes de irme me acerco al balcón para agarrar un poco de aire. No sé qué haré en cuanto salga de aquí, no sé cómo voy a enfrentar a mis padres después de lo que se.

Me dejo caer hasta el suelo y recuesto mi espalda contra la pared.

—Yo... no sé qué hacer...

Me abrazo a mí misma, mirando la tranquilidad del exterior, ahora entiendo porque Logan lo ama tanto; la brisa, los árboles, el cielo... observarlos de verdad te hace sentir en paz.

—¿Qué tal si mejor dejas que yo te abrace?— dice Logan parado a mi lado.

—Oh, siento si te desperté—digo levantándome— Ya me iba.

—No tienes porque irte, puedes quedarte todo el tiempo que necesites.

Está despeinado y hermoso como siempre.

—No creo que esté bien que me quede después de lo que ha pasado entre nosotros, no es justo para ti.

—Lo único que importa ahora es que estés bien Adery, no me importa lo demás. —se acerca un poco más— No tenemos porque huir del otro, nos necesitamos, ya sea como pareja o como amigos nos necesitamos. Y estoy aquí para ti siempre que así lo quieras.

Lo abrazo y pego mi rostro a su pecho, siento que es todo lo que necesito ahora y no hay otro lugar al que quiera ir, aunque lastimosamente no me pueda quedar por más tiempo.

Me separo y agarro sus manos entre las mías.

—Jamas he querido huir de ti Logan, eres el lugar en el que deseo estar pero sé que no es justo para ninguno de los dos, estos acercamientos solo nos hacen daño.

Suelta mis manos, da unos pasos atrás y sonríe.

—¿Qué tal si estamos así de lejos? Ya no hay tanto acercamiento.

Inevitablemente sonrío yo también.

—No es lo suficientemente lejos Señor Pressley.