Mañana

450 46 7
                                    

El sol se colaba entre los ventanales abiertos, los rayos llegaron a los ojos de cuatro revoltosos niños, quienes empezaron a levantarse.

Miles, Gwen, Pavitr y Hobbie empezaron a pararse, viendo como ya había amanecido, pero siendo el alfa joven de aquel hogar quien ya había terminado de levantarse.

—Buenos días a todos—El moreno saludo a todos en conjunto, recibiendo un "buenos días" de sus amigos, quienes se había quedado a dormir en su casa.

—Deberíamos ir a ver si tu papá ya se levantó, tal vez nos hizo panqueques de zanahoria—El hindú del grupillo, Pavitr, empezó con todas sus energías, queriendo ir a tomar el desayuno. El beta sintió la mano de su otro amigo alfa en su bonito cabello, dirigiendo su mirar molesto al afro.

—Antes, deberíamos ir a cambiarnos las pijamas, chaparro. —El más alto de los cuatro, Hobbie, palmeo la cabeza de su amigo energético, mientras este le repetía qué su cabello era difícil de cuidar y que no debía tocarlo como esponja de platos.

—Son las siete aún, vamos a desayunar primero. —La única chica, Gwen, finalmente se levantó.

La omega miro, junto a Miles, como Hobbie y Pavitr empezaban una pequeña pelea a la que se unieron divertidos.
Los cuatro chiquillos empezaron a decir que hacer primero y que no hacer, siendo Gwen quien le pone fin a la discusión y diciendo que irían al comedor a ver si ya estaba listo el desayuno.

El grupo se dirigió en silencio a la cocina, esperaban encontrar el desayuno ya servido; pero una vez en el comedor-cocina se dieron cuenta que fueron los primeros en levantarse. Enojados se volvieron a los dormitorios viendo que podían hacer ahora.

—Gran idea Gwen, fuimos por nada. El señor Peter aún sigue durmiendo. —La voz del alfa afro molesto a la omega momentáneamente, pero fue cuando otra idea se cruzó en su cabeza infantil.

—Vamos al cuarto de los padres de Miles, vamos a levantarlos. —La omega quiso empezar marcha, pero fue detenida por el beta, quien estaba algo tímido ante la idea.

—No creo que sea una buena idea, mi tía Maya dice que debemos respetar la privacidad de aquellos que nos reciben en sus casas. —Ambos alfas apoyaron al beta, viendo a la Stacy hacer una mueca de enojo.

—Entonces den una idea, genios. —La omega se cruzó de brazos, esperando respuestas de sus amigos. Después de unos minutos, ninguno dio una idea. —Por lo visto solo yo pienso, vamos y hagamos mi idea. Además, el otro papá de Miles ya debe haber salido a trabajar, no creo que se enoje el que molestemos un poco a su omega. ¿No Miles? -

El alfa de la casa solo se quedo pensativo, intentando recordar si ese día su padre alfa trabajaba o se quedaba en casa. Se fue a la opción de que estaba trabajando, era sábado, ¿verdad?.

—Sí, debe estar trabajando, vamos. —Los cuatro niños fueron a la habitación de los padres de Miles, siendo Pavitr quien estaba algo inseguro de la idea de su amiga.

Una vez en la puerta, Miles se quedo junto al beta del grupo, quien aprovecho para preguntarle algo al Alfa.

—¿Tu papá trabaja los domingos? —Miles miro confundido a Pavitr, era sábado.

—No, pero hoy es sábado y los sábados trabaja. —La cara de Pavitr se volvió un lienzo en blanco, estaba asustado por lo que iban a hacer.

—Miles, hoy es domingo. —Alfa y beta se miraron con miedo, para después ver como la omega ya había entrado a la habitación de sus padres, mientras Hobbie se quedaba en el marco.

—Hobbie, dime que Gwen no está en el cuarto de mis padres, con mis padres dentro. —Miles se puso al lado del inglés, quien solo rio bajo.

Vieron como la pequeña omega iba al otro lado de la cama, donde siempre dormía Peter con May, pensando que el esposo del omega mayor era una especie de revoltijo de mantas, pues tenía la cara tapada.

—Señor Peter, despierte, por favor. —La voz de la omega se escucho en la habitación, mientras los niños la miraba desde el marco.

—¿Mhm?, ¿Qué sucede... Gwen? —La voz del omega mayor sonaba muy cansada, posiblemente por el montón de trabajo con el que llego ayer.

—Tenemos hambre y queríamos saber si nos hacia el desayuno. —La omega vio como el Parker bostezaba para abrir sus ojos con cansancio. Por su lado derecho estaba May, quien se había levantado también.

—Claro pequeña, ¿qué horas son? —El castaño cargo a su hija, para posteriormente sobar la cabeza de la Stacy.

—Son las siete. —El omega adulto cabezeaba, intentando no caer dormido de nuevo, mientras escuchaba a la pequeña rubia.

—Aún es temprano, además, pueden hacerse su desayuno ustedes. —La voz del Alfa de Peter asustó a los chiquillos, mientras que Mayday llevaba sus bracitos a la dirección de su padre. —No sean bebés, tienen ocho y Hobbie nueve. —Vio como el O'hara abrazaba a su esposo de forma que lo inclinaba a seguir durmiendo.

La Stacy escucho un gruñido de parte del neuyorquino, quien dejo que su hija bajara a abrazar a su padre, mientras salía de la cama y se soltaba del abrazo de su esposo. Con cansancio se arreglo un poco su bata rosada y cargo a la rubia, tomadola por sorpresa.

—Son niños, Miguel. Aún deben ser atendidos. —Gwen vio al latino abrazar a su pequeña ruloza, mientras Peter salía de la habitación con ella en brazos.

—Los estas mal acostumbrado al siempre atenderlos. En mis tiempos mi mamá me hacia barrer, cocinar y... —La queja del de ascendencia Irlandesa fue interrumpida por su omega, que soltó otro gruñido en desacuerdo.

—Lo que te hizo tu mamá, debe haber sido por algo. A estos pequeños no voy a dejarlos sin desayuno por ti. —Un portazo se escucho en el hogar, para que el Parker bajara con cuidado a la omega. —Disculpen que no les haya hecho su desayuno aún. —Con sumo cuidado beso sus cabezas, para después ir a la cocina y prepararles su desayuno a los infantes.

—Bueno, al menos nos dará el desayuno. —La Stacy se palmeo la cara, para después asentir e ir con el Parker, siendo seguida por los otros niños.

Una vez en el comedor, cada uno se sentó en las sillas, para después ver como Peter les servía a cada uno panqueques, emocionando al beta. Eran sus favoritos, después de la tía Maya, claramente.

Agradecieron al omega de la casa y empezaron a desayunar. Sin escuchar la presencia del alfa del hogar llegar.

—No te voy a perdonar con un simple "perdón", aún son niños. Podrían haberse hecho daño. —El Parker recibió a su linda bebé, que reía al ver como su padre Alfa era regañado por su papá.

—Perdoname, te prometo que para la próxima que estemos solos te-

—Callate, los niños te escucharán. —Peter, con la cara roja igual a un tomate, le tapó la boca a su esposo. Viendo si su Miles o los niños les prestaban atención, pero estaban más concentrados en devorar los panqueques que había hecho con un jugo de mango que termino de servir antes de la llegada del latín.

—Igual, no van a entender. —Abrazó a su esposo, sintiendo su aroma puro en su nuca, junto donde descansaba su marca que reclamaba al omega como suyo.

—Pero te van a imitar. —La pequeña Mayday empezó a pedir comida, siendo ahora que Peter se desajustada la bata para que pueda tomar su desayuno.

Los niños ignoraban todas su acciones, aún, mientras comían felices su desayuno. No era una increíble mañana, pero si una linda mañana, pues al fin y al cabo, comieron los panqueques qué tanto querían.

My BelovedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora