My Beloved

Sabor A Miel

"Eres tú lo que más quiero,
Eres tú lo que más amo,
La razón de mi vivir,
Lo que dios puso en mi camino, para mí."

Peter alzó sus manos, haciendo ademanes extraños y diciendo palabras cortas. El infante de siete años fingía ser el presidente y estaba dando un discurso motivador para luchar contra las fuerzas inglesas. Sí, estaba fingiendo ser George Washington.

—Peter, creo que te equivocaste. George no estudio en la universidad de Howard, solo tuvo alcance de educación secundaria. El pertenece a los 8 presidentes que no asistieron a la universidad. —La voz de su amigo, que era cuatro años mayor a él, lo distrajo. Lo miro un rato y siguió con su discurso inventado. Haciendo reír a sus compañeros de clase.

Una vez terminado el discurso de George, lo siguió un personaje histórico femenino. Siendo que Peter se sienta a un lado de los infantes y mira a su compañera imitar a María Antonieta.

—Gracias. —Soltó Peter, viendo a su amigo.

—¿Por? -

—Por corregirme. Gracias, Miggy. —Sonrió mostrando sus dientes, haciendo que su amigo se avergonzara y dijera un seco "De nada"

"La razón de mi vivir,
Lo que dios puso en mi camino, para mi
Tienes sabor a chocolate que me gusta,
Y tienes sabor a caramelo que prefiero."

Peter miraba como su mejor amigo actuaba extraño. Se conocían desde que eran infantes y no entendía el por qué ahora Miguel lo ignoraba tanto o lo evitaba.

—Joven Parker, preste atención. Esto vendrá en la prueba final. —Peter salto en su pupitre y vio a su profesor de física enojado, quien siguió hablando de la leyes de Newton y como aplicarlas.

La campana fue aquello que lo salvo de seguir escuchando a su viejo profesor, suspiro aliviado.

De camino a su locker pudo ver al O'hara y lo saludo amistosamente, pero no recibió ni un ademán despectivo, solo el evitamiento de su amigo.

Esto había empezado desde que entró a la secundaria y veía al próximo graduado alejarse más de él. Tenía miedo de que ahí terminará su amistad.

—Hey, Peter. ¿Vienes a comer? —La pregunta de su amigo Harry lo regreso a su plano. Asintiendo y llendo a la cafetería.

—¿Creés que hayan arreglado la maquina expendedora? —Miro a Harry, quien alzó los hombros y le contaba como le aburría el profesor de física.

—Te digo, Pet', ese señor es muuuy anticuado y siempre te regaña, es muy gruñón y sobre todo contigo. —Mientras Harry se quejaba, solo asintió y vio a la maquina que tanto quería que arreglaran funcionar.

Poco le importo el Osborn ahora, fue corriendo a comprar unos dulces qué siempre compraba.

—Siempre comprás ese chocolate y esos caramelos de limón. ¿No te cansas? —El Osborn vio a su amigo negar con la cabeza, para acercarse a la cafetería y pedir el menú.

—Este chocolate es mi favorito. -

—¿Y el caramelo? -

—Un secretillo, a ver si lo resuelves. —Peter le guiño un ojo divertido para terminar de agarrar la bandeja y sentarse con Harry.

"Y tienes sabor a chocolate que me gusta,
Y tienes sabor a caramelo que prefiero."

—¡OH DIOS MIO!, ¡TE GUSTA EL DE LA CLASE 5-A!—Harry gritó tan fuerte que seguramente se escucho hasta la otra cuadra.