Llora, Llora Corazón

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! — Personificación

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Tú representas las olas
Y yo las playas del mar
Vienes a mí y me acaricias
Me das un beso y te vas
Me das un beso y te vas

O'hara miraba la playa, las olas chocando con la arena y las piedras, los niños jugar, los padres hablar y gente festejando su feriado laboral.
Solo quería que ya sean las siete de la noche, pero como iba a pedir eso, si apenas eran las dos de la tarde.
Suspiro frustrado y tiro en el asiento del auto.

Debía volver más rato, tal vez tomar una siesta o ver los nuevos diseños de su empresa. Matar el tiempo.

Agarro el volante y volvió a su hogar, dispuesto a terminar algunos temas laborales.
Una vez en su hogar escucho el suave sonido de risas y supo que su hija había llegado de la secundaria.

Hola pa. —Oh, su dulce Gabriella, tan indiferente como siempre.

¿Cómo te fue hoy, Gaby? —Mostró una suave sonrisa y vio la cara desinteresada de la chica.

Nada interesante, voy a terminar algunas cosas. —La femenina salió de la habitación, llendo a su pieza.

Soltó un suspiro y se dirigió a su oficina, debía terminar el cálculo de ganancias del mes, ver a quienes debe despedir, intentar ahorrar un poco más del 12.4% de su presupuesto. Iba a ser una larga tarde.

Mirando sus varios documentos, termino con un 10.8% de ahorro, despidió a unos bajos cargos qué los atrasaban y veía a su asistente por el holograma qué construyó solo para que no le molestara físicamente.

Ey, Migs. Ya serán las seis y media, dijiste que te avisara y a esta hora debo terminar el asunto de la última reunión con los directivos y ver si nos dan el terreno de los condominios. —La voz de la mujer, Lyla, lo levanto de casi caer rendido. Verifico la hora y simplemente le dijo que podía retirarse y que se veían mañana en la oficina.

Salió algo alegre de su oficina y camino con tranquilidad a su auto, dirigiéndose nuevamente a la playa y quedarse en un lugar en especifico hasta las siete, nada complicado. Claro, si no contamos con que ese lugar es casi imposible entrar, pues cualquiera que lo intentará era arrastrado por fuertes mareas y como si el mar lo agarrase lo golpeaba contra las rocas o se les subían medusas a las piernas, y el veneno al no ser tratado los mataba.
Pero eso para él no importaba, pues así vería a quien más quería.

Llego a la zona de estacionamiento, viendo por la playa unas cuantas familias ya listas para irse. Bajo sin prisa y fue al famoso "abismo mortal", cruzando con agilidad y entrando a la famosa "cueva esmeralda".
Se sentó por la orilla y vio su reloj, marcando al fin las siete.

Creí que hoy no vendrías. —La voz de otro varón resonó en la cueva, alzó su mirar feliz y encontró a quien más anhelaba.
El espíritu marino, a quien le gustaba que le llamaran Peter, estaba sentado a su lado.
Pero sería muy idiota de mi parte, siempre vienes. —Miro de frente a su acompañante, chocando los rubíes con los diamantes.

Te he extrañado. —Admitió, viendo como el espíritu se alejaba del mar y las suaves telas qué le cubrían se hacían de un material muy codiciado.

My BelovedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora