Capitulo 6: Ave Fenix, no te atrevas a morir.

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-Ave caída-

-Ave caída-

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Finalmente había llegado la hora de la misión, todo el equipo estaba listo sobre el avión algunos todavía terminando de amarrarse las correas y las hebillas al azar, pero Darcy no podía alcanzar la correa que colgaba en su espalda

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Finalmente había llegado la hora de la misión, todo el equipo estaba listo sobre el avión algunos todavía terminando de amarrarse las correas y las hebillas al azar, pero Darcy no podía alcanzar la correa que colgaba en su espalda. Ella miró sobre su hombro a sus compañeros para que la ayudaran, pero todos estaban un poco ocupados con sus propias correas y sus cosas así que simplemente siguió tratando de esforzarse en alcanzarla sin girar o iba a parecer un perro persiguiendo su maldita cola.

—¿Necesitas ayuda con eso? — Darcy se giró hacia la voz que provenía desde atrás y se encontró con el rostro amigable de Alejandro.

—¡Por favor! — exclamó haciendo una mueca y el hombro sonrió sacudiéndose las manos.

—No pasa nada, yo te ayudo con gusto — Alejandro la giró desde los hombros y se agachó para tomar la correa — No es tu primera vez haciendo esto ¿No?

—Claro que no, lo sabes — ella se rió y él también — pero mi viejo paracaídas se arruinó el año pasado y logro llevarme bien con este maldito — Alejandro asintió, metiendo las manos bajo los brazos de Darcy para tomar el otro borde de la correa — es un fastidio.

—Seguro que sí — Los brazos de Alejandro rodearon a Darcy y por sobre el vientre le enganchó la correa y tiró de ella para ajustarlo lo suficiente — ¿Está bien así? — por alguna razón Darcy enrojeció mientras asentía y Alejandro retrocedía. Ella se giró hacia él palmeando la hazaña — mucho mejor ¿no?

—Sí, gracias Ale — ella se aclaró la garganta y Alejandro asintió guiñándole un ojo.

No muy lejos de Darcy, Ghost estaba sentado junto a Soap ambos miraban la nada hace un minuto, pero luego los dos estaban mirando la escena de Darcy y Alejandro juntos.

—Se dan esas miraditas ¿Sabes? — Soap le dijo aún mirando a su amiga como se revisaba a sí misma que todo estuviera en su lugar, como Ghost no respondió lo miró directamente — ¿Estás bien?

—¿Por qué no lo estaría? — el hombre miró a su amigo frunciendo el ceño — lo que ella haga no me importa en lo absoluto.

Mctavish se recargó contra el metal del avión mirando a la mascara de calavera de su amigo incrédulo.

𝑳𝑬𝑻 𝑻𝑯𝑬 𝑳𝑰𝑮𝑯𝑻 𝑰𝑵 ➝ 𝑺𝑰𝑴𝑶𝑵 𝑮𝑯𝑶𝑺𝑻 𝑹𝑰𝑳𝑬𝒀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora