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Capitulo 19: La vida misma.

El olor a sangre y humo había noqueado sus sistemas. No sentía las manos y no podía escuchar nada más que un sonido chirriante en el oído. Entre el humo buscó a tientas algo a qué aferrarse, su corazón y sus latidos la tenían mareada mientras se arrastraba por los escombros.

Gritaba, ella sabía que lo hacía porque su pecho vibraba pero no podía escuchar nada. ¿Así era como iba a morir?

Sus ojos se trataron de acostumbrar al humo y al fuego, su costado dolía y tardó en darse cuenta que un pedazo de metal estaba atascado en su costado, infringiéndole dolor cada vez que se movía. Pero gimiendo siguió avanzando arrastrándose por el suelo.

Entonces vio un brazo, atascado entre varios escombros. No tardó en identificar la identidad y como pudo llegó hasta él, quitó varias latas y pesados escombros para descubrir un cuerpo debajo, los ojos de Soap se dirigieron a ella, los labios rotos y la sonrisa torcida, el cuerpo roto y ensangrentado.

—Johnny... — escuchó su propia voz romperse y sus manos encontrando un punto desde dónde sostener — no te atrevas a dejarme —.

El hombre sonrió con pesar y sus ojos se movieron a la forma que se acercaba detrás de Darcy, Simon cayó de rodillas a su lado, sin la mascara, con un brazo que colgaba de sus hombros y con un arma inútil rostiéndose de sus hombros.

—Johnny no...

—Salgan de aquí — Soap como pudo aferró sus dedos a los de su amiga, sus ojos clavados en los de ella — por favor...

—No — la cara de Darcy cayó sobre el pecho de Soap, gimió y lloró con fuerza hasta que no hubo más aliento en ella y Simon tiró de su brazo —.

—Tenemos que movernos amor — la propia voz del gran hombre era un torbellino tembloroso —.

—¡No voy a dejarlo! — gritó mirando a Simon — No... no...

Su grito desgarrador rompió el corazón de Simon y sus ojos se cerraron dejando resbalar varias lágrimas mientras miraba a su amigo.

—No lo vamos a dejar — Dijo estoico. Darcy asintió tratando de retomar la compostura y vio a Simon aún muy mal herido, tomar a Soap en sus hombros como un costal de papas —.

Soap ya había perdido total conciencia cuando se arrastraron fuera de los escombros. Simon ayudó a sostener a Darcy en lo que sus capacidades y heridas graves se lo permitieron, la mujer cojeaba, gemía y se arrastraba mientras Simon la jalaba del brazo, sujetándola lo suficientemente cerca de él como para no dejarla caer, mientras que con la otra mano sostenía a Soap sobre sus hombros.

Llegaron a un lugar donde un enorme pedazo de concreto les tapaba la única salida. Simon tuvo que detenerse para dejar caer a Soap y sostenerse el mismo. Su brazo, el que no podía mover estaba destrozado y él mismo había caído contra el suelo buscando aliento.

Darcy estaba al borde del colapso, llorando sobre el pecho de Soap, gimiendo su nombre y maldiciendo en voz baja. Simon se arrastró hacia ella y le tomó las manos, se miraron a los ojos como cuando sabes que este será el ultimo aliento, el último momento de tu vida. Simon había perdido su mascara en algún lugar, se acercó lo suficiente como para abrazarla y susurrar "te amo". Luego ambos se volvieron hacia Soap, los ojos entreabiertos, pálidos y fijos. Darcy gritó desde lo más profundo de su garganta, un sonido estruendoso vino desde afuera y Simon se lanzó sobre Darcy y Soap, cubriéndolos.

—¡Nooooo! — el grito ensordecedor despertó a Simon, como era costumbre en el último año, de vez en cuando. Se despertaba con los gritos de Darcy, la abrazaba con fuerza contra él presionando sus labios en su nuca —.