Capítulo 9

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El turno se le había pasado realmente rápido. En su vida habría pensado que trabajar en una cafetería fuera tan agotador.

—¿Cansado?

Lucas llegó de la cocina, secándose las manos con un pañuelo. Tenía el cabello alborotado y las gafas estaban sucias de harina; se veía gracioso y atractivo al mismo tiempo.

—Bastante, a decir verdad. Jamás creí que se llenara así…

Lucas se quito las gafas para limpiarlas.

—Yangyang, vas a tener que comprarme unas nuevas gafas, mira como quedaron, idiota —dijo cuando el susodicho salió de la cocina y pasó por su lado—. No siempre fue así, Jungwoo. Tuvimos un comienzo realmente difícil. Ahora tenemos todo este ajetreo porque la mayoría de los clientes son fieles, toman su desayuno aquí, compran su café de la tarde aquí; eso nos ayuda muchísimo.

—¿Hace cuánto tienes esta cafetería?

—Unos cinco años. Durante el primer año, no venía nadie. Si venían 5 clientes en todo el día era mucha suerte. —Lucas se apoyó en el mostrador, mirando a su nuevo empleado—. Pero jamás me rendí, ¿sabes? Este fue mi sueño desde muy pequeño. Me encanta cocinar, sobre todo me gusta la repostería como te pudiste dar cuenta, y siempre soñé con tener mi propia cafetería, mi pequeño lugar feliz.

Jungwoo escuchaba atentamente a Lucas porque se sentía identificado, solo que su sueño era un poco diferente. Él realmente soñaba con algún día bailar en grandes teatros, o bailar en grandes conciertos o incluso ser coreógrafo; todo lo que tuviera ver con el baile, simplemente era su pasión y así como Lucas jamás se rindió, él tampoco lo haría.

—¿Qué dices si vamos esta noche por unos tragos, Jungwoo? Ya sabes, para romper el hielo.

Doyoung llegó con una gran sonrisa en su rostro. El chico tenía una gran personalidad, era realmente lindo y poseía un aura realmente fuerte. A Jungwoo no le gustaba esa expresión de “iluminaba la sala con su sola presencia” porque la sentía demasiado forzada y exagerada, pero con Doyoung, sentía que era la forma correcta para describirlo. El chico era muy extrovertido, tanto que enserio podías sentir su presencia incluso antes de que entrara a la sala. Doyoung le caía muy bien, había hecho que el turno se le pasara realmente rápido con todas las ocurrencias que decía cada cinco minutos.

Yangyang, por otro lado, era un poco más reservado y maduro. No podía decir que era amargado porque el chico poseía una sonrisa realmente preciosa que hacía que te cayera bien en segundos, pero sí era más callado y cuidadoso al hablar, a diferencia de Doyoung. Se podría decir que eran como polos opuestos. Lucas estaba en el punto medio.

—Sí, Jungwoo, vamos por unos tragos igual mañana no vamos a abrir, es nuestro descanso del mes.

—¿Descanso del mes? —preguntó Jungwoo.

—Sí, cariño, siempre nos tomamos un día cada mes para emborracharnos hasta la medula y que no nos acordemos ni de dónde vivimos.

—Eso solo lo hace Doyoung, no te asustes, no tienes porqué emborracharte tanto. —Yangyang se unió a la conversación.

—Es solo que Yangyang es un aburrido. Mi Lucas y yo sí nos intoxicamos hasta que se nos nuble la vista, ¿verdad, amor?

Doyoung se echó a los brazos de Lucas y este solo pudo reírse.

—Ya basta, Jungwoo va a pensar que somos unos alcohólicos.

—¿Y la mentira?

Todos se echaron a reír, incluyendo a Jungwoo. Se sorprendió a sí mismo sintiéndose muy bien entre ese grupo tan peculiar. Por primera vez en su vida, se sentía cómodo y tranquilo estando lejos de Jaehyun.

Mejor amigo [Jaewoo] +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora