Mejor amigo [Jaewoo] +18

Capítulo 21

JUNGWOO

Íbamos de vuelta para la cafetería y en lo único que podía pensar era en: ¿Qué demonios hice? ¿Qué demonios dije? ¿En qué estaba pensando?

Esas tres preguntas se repetían una y otra vez en mi cerebro, sin darme tregua alguna. Lo intenté, juro que lo intenté, pero estar con Jaehyun era como una droga que hacía que mi cuerpo y mente actuaran como en piloto automático. En lo único que podía pensar era en Jaehyun, Jaehyun, Jaehyun y por más que tratara de controlarme, era simplemente imposible.

El trayecto de regreso lo hicimos en silencio, pero mi cerebro iba a mil por hora. Todavía sentía sus labios contra los míos, sus grandes manos recorriendo mi pecho y esa mirada depredadora que me hacía querer arrodillarme ante él. Me encantaba lo imponente que se veía Jaehyun cuando estaba cegado por el placer.

—Puppy, volvieron.

Mi ensoñación se vio interrumpida cuando entramos a la cafetería de nuevo. Doyoung, Yangyang, Lucas y Taeyong estaban sentados en una mesa tomando un café. Taeyong se veía cómodo con ellos, aunque bueno, Taeyong siempre estaba cómodo, lo conocía poco, pero sabía que era una persona muy social.

—Qué escenita la de ahorita, ¿no, Jaehyun?

Me sorprendió que Yangyang le hablara tan relajadamente a Jaehyun, y más raro me pareció cuando Jaehyun le dio una sonrisa algo cómplice ¿Qué sucedía ahí?

—Jungwoo y yo tuvimos un pequeño malentendido, pero ya lo resolvimos.

Yangyang asintió, pero era obvio que no se creía una sola palabra ¿Acaso él imaginaba lo que sucedía?

—Puppy, tus pastillas están el mostrador, se te cayeron cuando Jaehyun te sacó prácticamente a rastras.

—¿Pastillas? —preguntó Lucas con el ceño fruncido.

—Son antiinflamatorios para la lesión que te dije que me hice ayer bailando.

Escuché a Jaehyun soltar una risa contenida. Lo miré mal y de inmediato se recompuso. Quedamos en silencio después de eso, un silencio... raro.

Por suerte, Doyoung rompió la atmosfera incomoda rápidamente.

—¿Nos dejas cerrar temprano hoy? Con esa cantidad de clientes que tuvimos hoy creo que alcanzamos a cubrir lo de toda la semana.

—Ay no exageres, Dodo —le dijo Yangyang.

—¡No exagero! A mí las multitudes no me dan nada, pero hoy estuve a esto de un ataque de pánico.

—Dímelo a mí —dije sin poderlo evitar.

Jaehyun de inmediato me miró preocupado.

—¿Hubo mucha gente? —susurró.

Asentí.

—Pero ¿Lo supiste manejar? ¿No te dio ningún ataque?

—Por suerte no, pero estuve a nada.

Extendió su brazo y me acogió por los hombros, dándome apoyo de manera silenciosa. Yo agradecí el contacto.

—¿No quieren ir a almorzar? —preguntó Taeyong levantándose—. Por cierto, gracias por el café, estaba delicioso, Doyoung.

Doyoung le restó importancia con un gesto de su mano.

—No es nada, Taeyong, cuando quieras vienes de nuevo y te hago un frapuccino, son mi especialidad.

—Eso es verdad —afirmó Yangyang y ambos se rieron.

Lucas estaba ahí, al lado de Doyoung, pero no parecía muy interesado en incorporarse a la conversación.