Capítulo 11

526 55 2
                                    

JAEHYUN

—Espero que te acuerdes de esto mañana o yo mismo te lo haré recordar, detalle a detalle, pequeño mocoso.

Jungwoo me tenía al borde de la locura. Lo único que sentía en ese momento era excitación pura. No era suficiente tener al chico de mis fantasías contra la pared, necesitaba tenerlo en un cama, a mi completa merced para hacer con él todas las cosas que llevaba imaginándome desde hace meses. Ya no aguantaba más.

—Necesito llevarte a casa y hacerte mío de una vez por todas. No aguanto más.

Mis manos seguían recorriendo su cuerpo, sobre todo su firme trasero, ese que se burlaba de mí desde hace tiempo. Al fin lo estaba tocando como yo quería, de manera brusca y caliente.

—No entiendo por qué no lo has hecho aún. —Jungwoo habló justo en su oído. Eso terminó de enloquecer al mayor.

—Porque tengo miedo de que las cosas cambien entre nosotros.

Jungwoo parecía una persona completamente diferente en esos momentos. Volvía a ser el chico que se puso celoso porque bailé con una chica en la fiesta de Taeyong.

—Cambiarán, inevitablemente lo harán.

—¿Por qué me dices estas cosas solo cuando estás ebrio?

—Porque el alcohol me libera, me hace sentir que simplemente debo decir las cosas tal y como las pienso. Pero sin alcohol mi mente es una controladora de mierda. —Jungwoo se río, separándose de mí.

—Bueno, entonces supongo que debo aprovechar. —Me acerqué de nuevo a él, envolviendo todo su cuerpo en mis brazos y quedando a solo centímetros de su boca—. ¿Me deseas también, Jungwoo? Y no hablo del Jungwoo cuando está ebrio, hablo del Jungwoo de todos los días, el que ha sido mi amigo toda la vida.

Presté mucha atención a su rostro, a sus expresiones. Necesitaba entender a Jungwoo para saber qué hacer después de esa noche. Ya no podía simplemente ignorar mis sentimientos porque me estaban llevando a la locura, y no ayudaba para nada que el chico ahora viviera conmigo. Tenía que resolver eso de una vez por todas.

Al menos teniendo a Jungwoo ebrio sabría lo que realmente pensaba. Después de todo no fue mala idea venir.

Jungwoo se quedó callado por un largo, largo tiempo. No hablaba, solo se dedicaba a mirarme de una manera tan intensa que por poco lo beso de nuevo.

—Ambos te desean, solo que uno de ellos tiene el mismo miedo que tú. Eres la única persona en su vida que realmente le importa y se moriría si te perdiera.

No supe qué contestar. Me quedé en blanco por un largo rato.

La música, los gritos y la escasa luz ya me empezaban a afectar los sentidos, no podía pensar con claridad.

—Creo que lo mejor será que salgamos de acá y hablemos en casa.

No esperé una respuesta por su parte, lo tomé de la mano y nos abrí paso entre la multitud de gente. Llegamos a la mesa y estaba vacía, todo el alcohol seguía ahí, pero no veía ni siquiera a Lucas.

—Mándales un mensaje y diles que tuvimos que irnos.

—¿Quién te dijo que yo quería irme?

—Jungwoo tenemos que hablar y este no es el mejor lugar para eso.

—Igual estoy ebrio. Tú mismo lo dijiste, no me voy a acordar de nada mañana entonces ¿Qué caso tiene?

Eso me exasperó demasiado.

—Porque yo necesito saber en qué punto estamos. Llevo cuatro meses conteniéndome, ya no puedo seguir con esto, Jungwoo.

—Entonces ten pantalones y hazlo cuando yo no esté intoxicado de alcohol.

Así sin más se fue, dejándome con la palabra en la boca.

—¡Mierda!

—¿Problemas? —La voz de Yangyang se escuchó detrás de mí.

Estaba sentado en la mesa y me invitaba con una señal a sentarme. Lo hice tratando de calmar mi rabia.

Jungwoo no entendía, realmente quisiera que se pusiera en mis zapatos. Ya no podía continuar matando mi mente de esta manera, era realmente agotador tratar de esconder mis sentimientos. O simplemente estaba siendo demasiado dramático por todo el alcohol que yo también tenía en mi sistema.

—Los vi. Vaya, entre ustedes hay química, lo noté desde el principio, pero no quise decirte nada para no darte alas.

Yo estaba enfadado, así que no hable. Solo me serví una copa de whisky y me la tomé hasta el fondo. No me importa nada en ese momento, ya estaba jodido.

—Muy bien, no hables. Sigue comiéndote la cabeza tú solo.

Yangyang estaba a punto de irse, pero yo lo detuve. De seguro era el alcohol, pero tenía muchas ganas de hablar, necesitaba que alguien me dijera qué hacer porque estaba realmente perdido en ese punto.

Hablé, hablé sin tapujos, a un completo desconocido. Le conté todo, incluso del pequeño momento que tuvimos en casa de Taeyong.

—O estás muy ebrio o eres idiota, y perdón por el atrevimiento porque como tú dices, técnicamente seguimos siendo desconocidos. Pero enserio, fuiste un completo idiota...

—Sí, sí, ya entendí...

Yangyang me caía bien, pero carajo, tenía muchas ganas de golpearlo en ese momento.

—Cuando las personas están ebrias no piensan con claridad, simplemente dicen lo primero que se les viene a la cabeza. Bueno, no todos, pero veo que al menos Jungwoo sí es así. Entonces no es muy buena idea tratar de resolver algo estando en ese estado, y más teniendo en cuenta que ambos están bastante pasados de copa.

Yangyang era un gran chico, pero todo lo que estaba diciendo en ese momento me estaba fastidiando. Él no conocía una mierda de mí ni de Jungwoo para venir a decir esas cosas.

—Esta era la única oportunidad que tenía. Tenía que saber qué siente por mí.

—Él mismo te lo dijo, hazlo cuando esté sobrio.

—No me va a decir la verdad estando sobrio, entiende.

Yangyang se quedo en silencio, bebiendo al igual que yo y observándome de manera atenta. Me estaba enfadando que me mirara así.

—¿Tengo monos en la cara o qué mierdas?

—Vaya, te pones gruñón cuando estás ebrio.

Lo miré mal y me acabe otra copa de ese liquido que cada vez me nublaba más la vista. En medio de mi borrachera una voz me dijo "¿Ahora cómo llegaremos a casa, genio?" Sin embargo, la ignoré y me serví otra copa.

—Tengo una teoría, la diré y dependiendo de tu reacción veré si acerté o no.

—Vete al diablo.

Me ignoró y siguió hablando como si nada. Eso parecía más una sesión de terapia.

—El miedo que tienes de hablar con Jungwoo sobre esto, es que te asusta que el chico no sienta lo mismo que tú. Por eso hoy estabas empeñado en hablar con él, ya que está ebrio y sabes que no te dirá que no porque estando ebrio es la única vez que te ha demostrado que te desea. En el fondo sabes que puede que el deseo que dice sentir por ti solo sean efectos del alcohol.

Me quedé en blanco. Mi mente por segunda vez quedo en blanco.

¿Era eso? ¿Por eso no tenía los pantalones para preguntarle directamente a Jungwoo? ¿O para confesarle cómo me sentía desde hace meses? ¿Por eso inventaba planes para ponerlo celoso o para confundirlo? ¿Era eso lo que estaba haciendo?

—Joder amigo, estás bien confundido, puedo verlo en tu rostro.

Ya no estaba escuchando a Yangyang, ya no escuchaba la música, ya no sentía ganas de seguir bebiendo.

Mi mente era un caos en ese momento, miles de pensamientos se me cruzaban y todos terminaban en un mismo lugar, Jungwoo. Ese pequeño mocoso que poco a poco me estaba llevando a la locura.

No supe cuánto me quedé ahí, sentado y mirando a la nada intentado organizar mis pensamientos.

Sentía mucha impotencia en ese momento por no saber qué me sucedía. ¿Por qué no podía solo enfrentar a Jungwoo y decirle cómo me sentía? ¿De verdad era miedo porque las cosas cambiaran entre nosotros o solo era temor porque Jungwoo me dijera que no se siente igual?

Pero él me lo dijo hace un momento, ¿no? Dijo que me deseaba, y técnicamente ya van dos veces que me lo dice, que me lo demuestra.

Sin embargo, Yangyang tenía razón aunque odiara admitirlo. En esas dos veces que ha demostrado que me desea, ha sido estando borracho, intoxicado a más no poder de alcohol.

Entonces ¿Qué se supone que deba pensar?

¿Qué pasaría si mando todo a la mierda y me acuesto con él en cuanto lleguemos a casa? ¿Se acordara al día siguiente? ¿Me odiara?

Lo que más odiaba en ese momento era que por más confundido que estuviera, sí estaba seguro de una cosa, quería a Jungwoo en mi cama, lo deseaba con tanta fuerza que sentía impotencia por no poder llevarlo a cabo.

Pero otra parte de mí sabía que no era tan fácil, si no hacía las cosas bien, terminaría arruinando una amistad de toda la vida.

—No puedo llegar a casa hoy.

—Vaya, pensé que te habías desmayado —se burló Yangyang—. ¿Por qué no?

—Porque estoy seguro que voy a terminar cometiendo una locura.

Yangyang me miró confundido. Ah verdad, él no sabía.

—Vivimos juntos.

—¿Qué? Ah no, hermano, tú estás realmente jodido.

—En estos momentos no me importa nada, no me interesa estar confundido con lo que siento. Solo sé que lo deseo y si voy a casa con él, sé que tendré la oportunidad casi que en bandeja de oro...

—En eso te doy la razón.

Quería salir corriendo de ahí. La felicidad y el éxtasis que había sentido unos minutos antes se esfumó y solo me quedó un mal sabor de boca. La copa de whisky que tenía estaba completamente llena en frente de mí. Ya no tenía ganas de beber, ya no quería escuchar más esa música estruendosa, quería dormir y dejar de pensar al menos por unas horas.

Jamás pensé que llegaría a eso, pero espere y rogué a todos los santos que Jungwoo no se acordara de nada mañana.

Como ni Jungwoo ni yo estábamos en condiciones para conducir, llamé a Taeyong. Odiaba tener que molestarlo a las dos de la madrugada, pero él era el único que conocía que estaba seguro estaría despierto a esa hora.

—¿Quién se murió?

—Nadie, solo estamos demasiado ebrios.

—Conozco estas llamadas. Manda ubicación. —Se la envié—. Llegó en 10.

Quería mucho a Taeyong.

—Suerte con sacar a Jungwoo, se ve que la está pasando muy bien.

—Tendré que llevarlo cargado si es necesario. Tiene que ir a la academia temprano.

—Jaehyun, un último consejo. Déjate de juegos y dile lo que sientes por él, así su amistad cambie, así él no sienta lo mismo por ti. A la larga será peor si dejas que las cosas sigan así.

Esa vez no sentí ganas de golpearlo. Yangyang tenía razón, ni siquiera supe qué contestarle porque odiaba que tuviera razón, odiaba entender que yo solo era un cobarde.

Junto a Yangyang buscamos al resto del grupo. Doyoung y Jungwoo estaban sentados casi que acostados sobre una mesa. Ambos demasiados ebrios como para seguir bailando.

—¿A cuál de los dos quieres cargar? —bromeó Yangyang.

Lo miré mal antes de tomar a Jungwoo entre mis brazos al estilo nupcial. Su cara estaba sonrojada y su cabello era un completo desastre.

—Vamos a casa, Jae.

Eso me hizo sonreír, sintiendo tanto cariño por él, pero no como amigo, como alguien que quería llegar a ser algo más con el chico que lo volvía loco.

Yangyang cargó a Doyoung quien al parecer estaba medio inconsciente, ese chico debía agradecer tener a un amigo tan atento como Yangyang, de lo contrario quien sabe dónde hubiera terminado. Hasta por eso sería que no se controló, sabía que estaría en buenas manos.

Lucas llegó un rato después y juntos salimos de ese lugar. Los oídos me dolían, no me había dado cuenta de lo fuerte que estaba la música ahí dentro.

—Fue un placer pasar este rato con ustedes. —Lucas se acercó a mí.
Se veía como si no hubiera tomado ni una copa, de hecho se veía casi que perfecto con las gafas que tenía y el cabello pulcramente peinado.

Me sentí atacado, Lucas era el jefe de Jungwoo, Jungwoo lo iba a ver casi que todos los días y el maldito no estaba nada mal, de hecho era muy atractivo. Lo odiaba aún más por eso.

—También fue un placer.

Hablé sin ganas, de forma monótona porque Lucas no me agradaba. Al parecer lo entendió porque me hizo una pequeña reverencia y luego subió al auto en el lado del conductor.

Yangyang se acercó a mi con Doyoung aún en sus brazos.

—Podrías disimular aunque sea un poquito que Lucas no te cae bien.

—Dime que es hetero, no, más bien dime que es asexual.

Yangyang soltó una carcajada.

—Mala suerte para ti amigo, es más gay que Doyoung, con eso te digo todo.

Se despidió y se subió al mismo auto que Lucas, dejando a Doyoung en la parte de atrás para después subir él. Me hizo un último saludo antes de ver cómo el auto desaparecía.

—Así que te cae mal Lucas. Ya lo sabía ¿Sabes? —Jungwoo se río.

Este mocoso...

—¿En qué momento entras en la inconsciencia?

—Creo que me falto un poco de alcohol para llegar a ese punto.

Genial, yo que pensé que podía dejarlo en casa y huir de ahí antes de cometer cualquier estupidez.

—¿Qué estamos esperando? ¿Sabes? Me puedes bajar, puedo mantenerme en pie.

Como se empezó a remover en mis brazos, tuve que bajarlo y en cuanto lo hice se comenzó a tambalear de forma incontrolable.

Se alejó de mi y caminó sin rumbo específico, solo dio tres pasos y cayó al suelo antes de que yo pudiera atajarlo.

Aún en el suelo, se empezó a reír muy fuerte. Menos mal el lugar estaba solo porque enserio parecía loco ahí sentado en el suelo mientras se reía como foca.

—No, creo que no puedo. —Continuó riéndose.

Yo lo levanté del suelo y lo sostuve para que no volviera a caer. Taeyong, llega ya.

—Oye, tengo frío. —Me miró atentamente—. Dije que tengo frío.

—Sí ya te escuché.

Jungwoo puso una expresión muy graciosa, de puro disgusto. Se veía tierno, muy tierno haciendo esas caras.

—Este es el momento donde me das tu chaqueta como todo un caballaro.
Solté la carcajada.

—Caballero, tonto.

—Lo que sea. Debes darme tu chaqueta.

Era obvio que iba a hacerlo de todos modos, pero primero quise molestarlo un rato.

—¿Por qué? Yo también tengo frío. Eso te pasa por venirte así.

—Una chaqueta hubiera arruinado mi outfit.

—Ahí está el precio de un buen outfit.

Me estaba divirtiendo mucho al ver las expresiones que hacía. De seguro me quiere sacar un ojo en este momento.

—¿No se supone que quieres llevarme a la cama? Haz méritos entonces.

Eso me noqueó. Era consciente de que no era la mejor idea seguirle el tema, pero mi boca fue más rápida cuando dije:

—¿Acaso tengo que hacer méritos?

—Nah, la verdad es que no. Tú sonríes y ya tienes a todos a tu completa disposición.

Luego se río, se río así sin más, como si estuviéramos acostumbrados a hablar de mi sexapil todos los días.

De repente un claxon me distrajo de responderle. Taeyong había llegado.

—Ah, eso era lo que estábamos esperando.

Intentó caminar él solo hasta el auto, sin embargo, cuando vi que se tambaleaba más de la cuenta lo volví a cargar.

—Ni siquiera voy a discutir porque ahora sí creo que voy a entrar en la inconsciencia.

—¿Así de ebrio está? —preguntó Taeyong cuando subí al auto después de dejar a Jungwoo en los asientos de atrás, acostado y profundamente dormido. El alcohol por fin lo venció.

—Gracias por venir, Taeyong. Te pagaré por esto. —Me puse el cinturón mientras revisaba a Jungwoo de vez en cuando.

—Nada de eso, Jae. Para eso están los amigos. Tú también debes estar muy ebrio como para que me hayas llamado a recogerlos.

—Ebrio y exhausto emocionalmente.

—Eso no me suena nada bien...

—Te contaré mañana en el almuerzo.

—Tenemos una cita entonces.

Me reí mientras cerraba los ojos, tratando de recopilar todo lo que había sucedido en el día.

Realmente no entendía cómo iba a manejar las cosas si Jungwoo se llega a acordar de lo sucedido.

Por la hora la carretera estaba casi que vacía, así que llegamos a mi casa en tiempo récord.

—Dejo a Jungwoo y bajo de nuevo. Necesito que me dejes quedarme en tu casa esta noche.

Taeyong me miró con cara de pocos amigos. ¿Qué? ¿Qué dije?

—¿Vas a dejarlo solo en el estado en el que está? Podría ahogarse con su propio vomito.

Ay por favor, qué exageración.

—No quiero dormir aquí porque tengo miedo de cometer una locura ¿De acuerdo? Necesito alejarme de él.

—Ese es tu problema, Jaehyun, siempre estás huyendo, la otra vez también lo dejaste solo sin darle ninguna explicación. ¿Cómo crees que se va a sentir cuando despierte y vea que no estás?

Hoy todo mundo se puso de acuerdo para joderme la vida, primero Yangyang y ahora Taeyong.

—Solo di que no quieres que vaya a tu casa y listo.

Taeyong suspiró.

—Dices que Jungwoo es un dolor de cabeza estando ebrio, pero tú eres peor. No sé que haya pasado, pero no puedes dejar a ese pobre chico así como está. Estoy seguro que puedes mantener tu polla dentro de tus pantalones al menos por esta noche.

Voltee a mirar a Jungwoo, respiraba pesado y se removía mucho en el asiento.

Soy un idiota ¿Cómo puedo si quiera pensar en dejarlo solo?

—Está bien, tú ganas.

Taeyong me ayudó a abrir la puerta mientras yo cargaba a Jungwoo.

—Enserio gracias, Tae, te debo una.

—No hay de qué. Espero pasen una buena madrugada.

Me guiño el ojo y salió cerrando la puerta. Taeyong a veces podía ser fastidioso, pero tenía que admitir que me ayudaba mucho en situaciones de crisis como esta.

Subí con Jungwoo hacia mi habitación, lo dejaría ahí y yo me iría a la habitación de invitados. Quedaba al lado, así que podía estar pendiente de cualquier novedad.

Le quité los zapatos y los pantalones, pero la camisa permaneció. Me encantaba ver cómo le quedaba. Lo sexy que se veía con ella puesta.

Sacudí mi cabeza. Basta, Jaehyun, aleja esos pensamientos ahora y sal de aquí rápido.

Me voltee dispuesto a irme, pero antes de abrir la puerta lo escuché.

—¿Te vas otra vez? Ya van tres veces que lo haces, Jaehyun.

Joder, creí que estaba profundamente dormido. Tomé una gran respiración y me voltee para enfrentarlo.

—Es mejor así. No quiero cometer ningún error.

Jungwoo estaba sentado en la cama, con las piernas pegadas a su pecho y sus brazos abrazando las mismas. Se veía muy vulnerable y eso enserio me produjo la necesidad de cuidarlo.

—Entonces supongo que es mucho pedir que duermas conmigo esta noche.

Dormir con Jungwoo no era nuevo, llevábamos haciendo eso desde que tengo memoria. Sin embargo, ahora sentía temor por estar en una misma cama junto a él. Me aterraba no poder controlarme.

Estuve a punto de decirle que no se podía y salir huyendo de ahí, pero el rostro de Jungwoo me lo impidió. En esos momentos parecía un cachorro asustado y me dio pavor que me gustaba mucho, incluso más que su lado sexy.

—Con una condición. —Jungwoo levantó el rostro hacía mi—. No nos tocaremos por nada del mundo. Tú en tu lado y yo en el mío.

Su rostro delató que no estaba del todo conforme con la idea, pero no me importó. Debía de protegerme a mi mismo para que mi impulsividad no saliera a la luz.

—Peor es nada.

Me quite la ropa en el baño y me puse una camisa y un pantalón de chandal viejo que encontré en las gavetas.

Por lo general yo dormía sin ropa, pero bueno, ahí no me podía dar ese lujo.
Carajo, va a ser muy incómodo dormir con ropa, pero bueno, supongo que yo me lo busqué. Salí del baño y Jungwoo estaba de nuevo acostado, de lado y fijando su mirada en mi.

Apagué todas las luces y me acosté, manteniéndome lo más alejado posible de Jungwoo.

—Buenas noches, Jae.

—Buenas noches, Woo.

Al contrario de lo que pude pensar, me quedé dormido en unos cuantos minutos.

Por favor, Dios, que al despertar Jungwoo no se acuerde de nada de lo sucedido. Recé a pesar de ser ateo...

Capítulo medio aburrido, pero completamente necesario

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo medio aburrido, pero completamente necesario.

Nos vemos a la próxima 💚.

Mejor amigo [Jaewoo] +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora