Mejor amigo [Jaewoo] +18

Capítulo 18

JUNGWOO

Vi el auto alejarse y desaparecer. Yo me quedé ahí, en medio de la acera pensando en lo que había hecho.

Mi plan para hoy era fingir demencia, hacer de cuenta que nada sucedió, pero desde que abrí los ojos el recuerdo de Jaehyun encima de mí me hacía imposible esa tarea. Aparte de que hoy Jaehyun se veía mil veces más guapo que de costumbre. No podía creer que yo tuve a ese hombre entre mis piernas.

Tal y como dijo ayer, cada paso que daba me recordaba a la noche anterior y la sensación placentera volvía a sentirse en mi abdomen. Sí, me dolía horrible la espalda, pero una parte de mí sentía ese dolor placentero, como si mi cuerpo se negara a olvidar lo increíble que lo pasó gracias a Jaehyun.

—Puppy ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no entras?

Doyoung apareció a mi lado, se veía radiante hoy con su uniforme y su cabello perfectamente peinado.

—¿Sigues insistiendo en llamarme Puppy? —le dije riendo.

—Acostúmbrate porque no dejaré de llamarte así.

Se acercó a mí y me estrujó las mejillas como si fueran plastilina.

—Ay —me quejé—. No son plastilina, Doyoung.

Sobé mis mejillas cuando por fin se dignó a soltarlas.

—Llámame Dodo. Tú y yo ya somos amigos, así que para ti ahora soy Dodo.

Me sonrió de oreja a oreja.

—Está bien, Dodo —dije con una sonrisa en mis labios.

—Bueno, hora de trabajar, Puppy.

Tomé una gran respiración antes de caminar. Intenté con todas mis fuerzas no hacer muy obvia mi cojera.

—Buenos días, chicos... ¿Jungwoo estás lastimado?

Lucas me preguntó enseguida. Al parecer no fui lo suficientemente disimulado...

—Oye, es verdad, estás cojeando —dijo Doyoung acercándose para detallarme.

Jaehyun, te odio, esta me la pagas.

Yangyang llegó un rato después, me miraba con una sonrisa extraña, pero decidí ignorarla.

—Ah sí, ayer hice un paso mal y terminé lastimándome la cadera.

Lucas se quedó callado, tenía los brazos cruzados y una expresión indescifrable.

—¿Seguro que estás bien para trabajar?

—Sí, Dodo, tampoco es para tanto, así que no te preocupes.

—Oooow, es la primera vez que me llamas Dodo.

Se lanzó a mis brazos para abrazarme. Yo reí mientras le devolvía el abrazo.

—Ya basta. Alisten todo, en 5 minutos abrimos.

Lucas dijo de forma seca y después de eso se fue a su despacho sin dedicarnos ni una mirada. Sin embargo, se podía sentir que estaba ¿Enojado?

—¿Qué le pasa hoy? —pregunté yendo al mostrador para preparar todo.

Yangyang pasó a mi lado y antes de perderse en la cocina me dijo:

—Vio algo que le hizo hervir la sangre, eso es todo. Les recomiendo que por unas horas no le digan ni mu.

Doyoung y yo quedamos igual de confundidos, pero unos minutos después lo dejamos pasar cuando los clientes habituales comenzaron a llegar.