Ya es muy tarde para olvidarte

1.

Siempre me ha ido mal,  no se si si es algo normal o simplemente algo que debería de intentar evitar  no puedo parar de pensar en lo que pasó aquella vez una y otra vez   el evento se repite  en mi cabeza pensando si hubiese  elegído algo diferente o irme por el camino correcto nada de esto hubiese pasado,  mis pensamientos me traicionan y no puedo evitar pensar  en mi madre o en Robert.

      Mucho más en Robert.... Lo que hizo no tiene perdón pero quien soy yo para decir quien debería de ser perdonado y quien no. he matando bueno por razones necesarias  he robado, he vendido drogas, me he acostado con el jefe de la mafia, fui su novia su amante,  su enemiga.  aun así  fui perdonada algo que no debió de pasar pero no me quejo prefiero estar en casa encerrada ha que  estar en la cárcel aunque en estos momentos pienso que me divertiría mas allí.

     De la manera que todo el pueblo habla de mi  me dan ganas de salir y decirles como empezó todo esto y que todos ellos están mal , ningunos de ellos saben de mi vida intento ignóralos pero se me hace bastante difícil. Creo que solo volveré a ser feliz y normal cuando encontremos a Robert.

—¡¡Samantha baja a comer! Samantha!!-grita mi padre—

—¡papá ya voy!

Bajo al comedor y veo a mi padre y a mi hermano menor  en la mesa.

— ¿Comenzaron a comer sin mi?

claro te estabas tardando mucho para bajar
    —Contesta mi padre—

odio cuando comen sin mi, mi madre siempre me esperaba para comer todos juntos Ahora que ella no está y mi padre siempre trabaja   nadie espera a nadie no se porque lo hacen es un poco triste porque los  únicos días que mi padre, mi hermano y yo la pasamos juntos nunca comemos en familia

-Se te enfrió  la comida—Dice  mi hermano—

-si me di cuenta gracias- le di
una sonrisa falsa- 
—¿Sergio, ¿qué tal tu día?—

Ya te he dicho que no me llames Sergio. —dice mi padre un poco enojado—

— ya tengo 22 años — le contestó sonriendo

—si pero mientras vivas en mi casa no Sergio ¿qué tal papá?—

Aburrido — susurra Samuel.—

Mi padre siempre ha odiado  que le llamen Sergio y yo lo hago para molestarlo

Bueno Samuel sube arriba necesito hablar con tu hermana - Mi padre le dice a mi hermano-

—quiero escuchar ya estoy grande para estas cosas

solo sube —dice padre—

      Aunque Samuel no lo crea a uno no le gusta hablar de este tipo de cosas delante de él por su propia seguridad

Hoy interrogue a dos personas más de la mafia justamente lo atrapamos esta mañana transportando drogas.—susurra mi padre

Me quedé pensando  quizás esto nos puede guiar a Robert no quiero verlo aun no estoy lista pero mi padre se ha enfocado tanto en querer atraparlo que se me olvida lo mucho que lo quiero, por más que lo quiera necesito verlo que pague por  lo que hizo  ¿Cómo puedo amar y odiar a una persona a la misma vez? Ni yo misma me entiendo

  Mi padre continúa hablando y yo hago como si lo estuviera escuchando

poco a poco encontraremos a ese bastardo y pagará por todo lo que hizo —habla  mi padre con furia—

No lo puedo culpar sé que está desesperado por encontrar a Robert y a su pandilla, pero que digamos ser parte de la mafia debe de ser difícil pero encontrar al dueño de la mafia? Mucho peor.

Bueno papá ¿qué dijeron cuando los  interrogaste? —Pregunto con un tono un poco preocupada—

      Nadie quiere decir ninguna palabra  de seguro el estupido ese los amenazó para que no hablen, mañana le ofreceremos un trato si me dicen donde se esconde la rata esa los dejo ir libre.

Suena  como un buen plan —dije—

Papa agarra de mi mano
—yo sé lo difícil que esto es para ti lo es para todos mientras tanto quédate en casa sabes  que si sales sin protección mía o de algún otro agente puede ser que a casa no vuelvas, Ahora ve a ver cómo está tu hermano creo que el necesita ayuda con una tarea de ciencia—

Acerté sonreí y me fui  arriba

      Algunas veces pienso que exageran pero por otro lado tienen toda  la razón Ser hija del agente más importante y reconocido  del pueblo y a la misma vez ser buscada por muchas personas que le quieren hacer daño a Robert no me favorece, Pero ahora mismo me tengo que enfocar en que mi hermano menor no vaya por el mismo camino.