Uᥒdᥱr Tᥱmρtᥲtιoᥒ 𝗝𝗘𝗡𝗟𝗜𝗦𝗔

⊱𝗗𝗿𝗲𝗮𝗺𝘀 𝗮𝗻𝗱 𝗩𝗲𝗿𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻𝘀⊰

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Omnisciente

Jennie abrió sus ojos sintiendo los suaves suspiros de Lisa en su oído, ella aún dormía y el calor que sentía era fuerte y si, como Ye-jin había dicho Lisa era el ser más cálido para dormir. La chica la había abrazado tan cerca de su cuerpo que sentía sus brazos alrededor y su pecho presionando contra su espalda, se sentía tan bien. Lisa y su cuerpo eran el mejor refugio que podía tener en esos momentos, se sentía tan reconfortante, estaba con una mujer, una de las mujeres más hermosa que ha conocido en su vida, Lisa era tan especial, tan ella que agradecía haberla conocido dentro de ese programa. El solo hecho de presenciar ese instinto de protección con los que quería, quizás las situaciones de la vida la habían llevado a eso. Se sentía tan segura entre sus brazos, apresada a su cuerpo que por nada quería moverse y acabar con ese momento, menos cuando un suave quejido se le escapó de la boca a la tailandesa, mientras la apegaba más a su cuerpo.

Por un momento pensó que sentiría su miembro, quizás erecto, y para ella no sería algo extraño, pero Lisa jamás permitió que su pelvis tocara su trasero, supo que era por respeto a su persona. Ahora sentía más enojo hacia Hoyeon por haber inventado cosas cuando la persona involucrada hasta dormida se dedicaba a hacerla sentir cómoda. Lisa era así y le fascinaba por completo.

Su mente viajó al beso apasionado que compartieron en la actividad, a pesar de ser una actuación lo sintió tan real. La pasión con la que Lisa la beso era maravillosa, fue tierna pero al mismo tiempo te llevaba más allá, una excelente besadora que lograba embriagarte con su tacto y anhelo. Quería más de esa mujer pero recordó que tenía novio y aunque las cosas no estaban bien entre ellos, le debía respeto.

Eso no era ser infiel, estaba siguiendo el espíritu del programa ¿Cierto?.

-Buenos días -susurró Lisa en su oído con voz ronca. Intento alejarse pero Jennie no se lo permitió apretando la pierna que tenía entre medio de las de ella. -¿Tienes frío?.- pregunto divertida.

Jennie sentía que iba a morir en cualquier.

¿Cuantas mujeres habrán sido bendecidas escuchando la voz de Lisa recién despertando? No lo sabía, pero era una de esas afortunadas.

-La verdad es que no, tengo calor de hecho.- le confiesa.

Lisa rio por lo bajo, acomodándose en el cuello contrario de manera inconsciente. Había hecho eso las últimas dos semanas con Ye-jin y la mujer decía que era cómodo.

-Has comprobado la teoría de Ye-jin.- murmuro sobre su cuello. -¿Has pasado una noche caliente?.- dice coqueta. Jennie sintió todo su interior remecerse.

-He tenido noches más calientes.- dice provocándola.

-Lo más probable es que si, pero nadie se compara con Manoban.- asegura engreída.

-¿Como estás tan segura de eso?.- Jennie se giró. Quedó frente a ella mirando esos ojos color avellana tan hermosos.

-Soy todo lo que alguien debe tener, pero no te daré una explicación de eso porque sería inapropiado y es muy temprano, además tienes novio.- le recuerda.

Jennie reía mientras negaba y mordía su labio inconscientemente. Momentáneamente miro los labios de la tailandesa para poner su mirada en sus ojos.