Uᥒdᥱr Tᥱmρtᥲtιoᥒ 𝗝𝗘𝗡𝗟𝗜𝗦𝗔

⊱𝗘́𝗽𝗶𝗹𝗼𝗴𝘂𝗲⊰

┏━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━┓
Omnisciente

La casa de los Manoban estaba desconsolada, luego de que Lisa se alzara como la gran ganadora lo primero que habían hecho era venir a casa a ver a su mamá. La tailandesa llegó al momento exacto antes que su mamá dijera adiós para siempre, a pesar de que pudo ir a celebrar a una fiesta su triunfo, había cosas más importantes en la vida, todos los entendieron de esa manera incluso la producción del programa. Eran las una y media de la madrugada cuando Lisa y Jennie llegaron a la casa donde estaba Chitthip con Ten. De inmediato el chico los recibió a todos diciendo que su mamá no estaba bien y que con suerte miro la competencia porque estaba totalmente ida de sí misma, como si no estuviera presente, se notaba que su mamá estaba agotada y no podía hacer nada más, no podía seguir luchando por más que intentara hacerlo no tenía fuerzas ni internas porque el ELA había controlado su cerebro, con suerte modulaba y respirar era una lucha tremenda para ella, estaba muy cansada, muy agotada y no podía hacer nada más... sabía que sus hijos también iban a descansar luego de tener tantos años duros a su lado.

Era una mujer afortunada por tener la familia que tenía, un hombre que la amaba de verdad, que le enseñó el verdadero significado del amor. La cuido y la protegió de todo el mal, se mantuvo con ella hasta el último momento, era el verdadero amor de su vida. Tenía hijos que habían dado todo por ella, sin importar absolutamente nada, dejando sus vidas de lado para ayudarle y sacrificando todo por hacer su vida más fácil, además de brindarle un amor incondicional desde que nacieron, eran sus guerreros y guerreras que habían dado la pelea con ella. Sus nueras y yerno también fueron parte de todo este proceso alentándola, por sobre todo sosteniendo a sus hijos cuando las cosas no estaban en un buen camino, pero por sobre todo tuvo la oportunidad de conocer a sus nietos, a pesar de que no conocería a los de Lisa sabía que eran hermosos y que esos niños serían de los más felices con una madre como Lisa. Había vivido mucho ya y su tiempo en este mundo había terminado, merecía descansar, aliviar la carga no solo de ella sino de sus hijos, de sus nietos y del amor de su vida, era lo mejor para todos, no era algo egoísta sino más bien pensando en todas las personas que amaba.

-Mamá...- Lisa tomaba su mano sintiendo los sollozos de sus hermanos. -Mamita.- dijo al borde del llanto, Chitthip había muerto. -Mamá por favor...- le pide.

-Esta bien Lisa.- le dijo Nichkhun apretando su hombro. -Ella está mejor.- le dice suavemente llorando.

Lisa se abrazó al cuerpo de su mamá llorando en su hombro de manera desconsolada, era increíble como la vida puede cambiar en segundos, y como hace unas horas había hablado con su mamá para ahora saber que ya no estaría nunca más a su lado. No volvería a escuchar su voz, no sentiría sus abrazos, sus besos, sus palabras de ánimos y sus retos, pero también sentía el consuelo de saber que por fin su mamá iba a descansar y librarse del dolor que provocaba su enfermedad, ya había dejado de luchar contra la corriente, a pesar de que le dolía como la mierda sabía que esto era lo mejor, para todos en especial para su madre. Iba a dejar de tener que luchar contra el respirar, el sentir la impotencia de no poder caminar o mover sus brazos, de siquiera poder hablar bien, de manera fluida, ahora estaría mejor. Hay veces que la muerte es la solución a los problemas de las personas, cuando esta deja un alivio, Lisa sabía que este era el caso.

Ademas de que todos ellos sabían que iba a suceder en algún momento, pudieron prepararse de manera psicológicamente para cuando sucediera. Obviamente dolía, eso quizás nunca iba dejar de doler, pero al menos estaban tranquilos de que su mamá estaba bien, en un mejor lugar descansando, tenían ese consuelo y todo sería más fácil de sobrellevar, sin estar en un vacío permanente en su interior.

Lisa salió de la habitación cuando los médicos vinieron a certificar la muerte de Chitthip. Encontró el consuelo en los brazos de Jennie quien la sujetó y no la abandonó jamás, dándole la fuerza suficiente para sobrellevar toda la situación. Lloraron juntas, y se apoyaron en esos momentos tan difíciles, dándose todo el Amor del mundo en esas circunstancias difíciles. Jennie la sostuvo hasta que el llanto declinó, hasta que se hicieron fuerte para poder volver a hacer todo lo que la funeraria les pedía, iba a ser un largo día para todos ellos, en especial para Lisa.