26

103 8 1
                                    

Mi cara es un poema y mira que me he maquillado más de lo normal. Nada de maquillaje ligero..llevo dos capas, he pasado concienzudamente por plancha y pintura en el baño de mi casa antes de venir.

Es martes 14 de noviembre y nuevamente no he dormido nada, puede que tres horas y de estas tres horas la mitad han sido unas pesadillas horribles qué paso hasta de comentar y para más inri en cuanto comenzaba a conciliar el sueño resulta que el despertador ha sonado.

Me he levantado mal, no me encuentro bien estoy como rebotada como con el estómago npequeñecido, he sido incapaz ni de tomarme un café y mira qué me hacía falta porque... ¡Es súper temprano!
Son las cinco y medio de la madrugada o de la mañana según se mire y me encuentro a bordo del avión qué volará hacia Seattle.

Previamente he pasado por la oficina de American Airlines a buscar mi acreditación y allí me he enterado que en la tripulación de este primer vuelo viene Cate, no me ha hecho mucha gracia la verdad pues no estamos en el mejor momento de nuestra amistad pero bueno también he visto que de hecho no viajará los siete días conmigo si no dos, luego ella tomará otro vuelo y viajará conmigo Lucy otra compañera.

El caso es que la rubia aún no ha llegado, no ha subido al avión lo mismo que los pasajeros pues se embarca a las seis y media pero yo estoy ultimando detalles. Estoy a solas, tranquila, inventariando todo lo que hay en el pequeño almacén, preparando el jodido carrito de las bebidas, comprobando los cinturones de seguridad, dejando en cada respaldo de asiento las revistas de la compañía etc..etc...estoy totalmente a mí bola y procuro estar entretenida y no pensar mucho en Wilhemina. Aunque es complicado.

Ayer lunes por la tarde volví a intentarlo y tampoco pude localizarla. Lo que más me cabrea es que ya ni me da tono, es cómo si la muy puñetera hubiera parado el teléfono, pues me salta una voz robótica indicando que el móvil está apagado o fuera de cobertura.

-Buenos días -Oigo por parte de Cate. Ya ha llegado.

No lo ha dicho muy convencida, ha sido un "Buenos días" bastante frío y con poco énfasis.

-Hola -Le respondo bastante seria yo también.

-¿Qué estás haciendo? -Se interesa sin muchas ganas pero ella es consciente que algo ha de hacer pues para eso la pagan.

-Colocando las revistas..¿No lo ves? -Le
Contesto cortante con tres kilos de revistas en mis manos.

No le ha gustado mi respuesta ni mi tono, si no es porque en realidad soy su mejor amiga estoy seguro que me habría soltado rápidamente cualquier bordería, pero se ha mordido la lengua.

-Dame unas pocas....empiezo por la cola -Me dice a la vez que alarga su mano para que yo le pase unas cuantas.

Se las doy de mala gana y observo cómo la rubia se va a la otra punta del avión sin decir ni gracias. Ambas en silencio vamos haciendo, sin hablar, las dos calladas, está claro que no estamos muy allá...en otra ocasión estaríamos hablando riendo o criticando sin parar de cualquier cosa y sin embargo míranos cada una en una punta colocando los putos panfletos de mierda como dos compañeras que no se llevan bien.

Finalmente y en silencio poco a poco nos hemos encontrado a mitad de camino....y yo no puedo más...necesito hablarle porque no voy a soportar estar así todo el viaje.

-Hey Cate ¿Qué te pasa? -Le pregunto directa

-¿Qué me pasa Lara? ¿Qué te pasa a ti? -Me devuelve la pregunta pero además acompañado de un pequeño empujón en mi hombro con su dedo índice, la noto bastante molesta y ya me extraña.

-¿A mí? -Le pregunto.

-¡Si! ¿A ti? ¿Hablaste mal a Therese Lara? ¿Es que no sabes ya de sobra como es ella?

Guardaré mi libertad - Wilhemina VenableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora