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Noto en suspensión el avión bajo mis pies.

Cómo cuando vas en uno de esos ascensores de hospitales o de grandes centros comerciales. Me mareo o tengo vértigo no lo sé.

Hacía años "A" que no me mareaba trabajando a bordo de un avión. Es curioso porque no hay demasiadas turbulencias, no hace aire ni mal tiempo y además John pilota bien, es uno de los mejores de la compañía.

El caso es que me mareo y tengo que sentarme en la entrada del avión, cerca de la cabina de pilotos al lado de la puerta de embarque, en la zona de los empleados.

John ha asomado la cabeza desde la cabina para interesarse por mí estado, el avión vuela en piloto automático.

-¿Lara estás bien? -Me pregunta agachándose hacia mí.

Estoy acompañada por Alice que me pasa por un momento un paño húmedo por el rostro, por lo visto estoy un tanto pálida.

-Regular Comandante regular me encuentro....-Me confieso haciéndole un gesto con mi mano abierta de que no estoy del todo bien.

-Dice que no sé alimenta como dios manda desde hace días Comandante -Le informa Alice.

-Pues que coma -Le ordena él -Dale fruta o un yogurt lo que sea pero que coma
Alice....

-¡No! ¡Por favor comida no! -Respondo enseguida, no sé qué me pasa exactamente pero siento rechazo por la comida -Si como algo les juro que lo vomito...Ya se me pasará..Pero no quiero tomar nada -Les suplico a ambos con mi mirada.

El me conoce, estuvimos tiempo juntos y sabe perfectamente que si digo que
vomito es que vomito como una mala
cosa. Su baño puede dar buena cuenta de ello....seguro que aún recuerda cierto fin de año.

-De acuerdo..Oye quédate un rato aquí sentada ¿ok? Qué se encarguen de todo
Alice y Fabiana...¿Eh? Es una orden Lara...Es una orden de un superior -Me recuerda guiñándome un ojo.

Yo asiento con media sonrisa. Me encuentro mal sí pero si no fuera por ese detalle les diría que ha sido uno de los mejores vuelos que he tenido últimamente. John no me "obligó" a ir a la puerta de embarque, se ha estado portando muy bien conmigo, creo que en el fondo está contento de que no nos llevemos mal, está contento de nuestro reencuentro...creo que ha aceptado gratamente mis disculpas....si yo lo hubiera sabido...me habría disculpado hace años.

Hemos aterrizado y yo ya estoy mejor. Al final me tomé una Coca Cola y me ha ayudado a recomponerme un poco, estoy bastante más activa.

Tan solo dispongo de tres horas para el nuevo despegue así que tengo que darme prisa. Ni siquiera pienso cambiarme de ropa, no voy a perder un solo minuto.

-John...digo Comandante -Rectifico al llamarlo porque no quiero tutearle delante de las demás compañeras -Necesito salir unas horas....Ya sabe por lo que le expliqué en Chicago...-Le digo.

-Sin problema Lara...Tiene tres horas así que tranquila...¿Ok? Le esperaremos diez minutos si hace falta.

-Gracias..Gracias John -Le susurro y cuando me giro para bajar por las escaleras oigo que se dirige a mí.

-¡Qué tengas suerte Lara! Qué tengas mucha suerte -Me desea sinceramente.

Yo le sonrío con complicidad y finalmente bajo las escalerillas a toda mecha.

Tomo un taxi. El taxista me ha mirado con los ojos abiertos de par en par porque voy con mi traje azul de azafata...¿Qué coño le pasa? ¿No ha visto nunca a una azafata? Siempre he pensado que los taxistas de Nueva York han tenido que ver de todo. Este seguro que es de pueblo y es un recién llegado de Oklahoma lo menos.

Guardaré mi libertad - Wilhemina VenableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora