Capítulo 14

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—¡Qué linda habitación, hyung!— El grito entusiasta de Jungwon se escuchó mientras este mismo miraba cada rincón de la habitación con ojos curiosos y asombrados.

Hyunjin sonrió cuando el pequeño corrió hasta la gran cama y se tiraba en esta, riendo divertido.

El alfa había logrado convencer a Jeongin y a Jungwon para que se quedaran esta noche, siendo un poco difícil poder lograr que el omega le dijera que sí, pero simplemente tuvo que acudir a Jungwon para que este hiciera su magia para convencer a su padre. Y así lo hizo. Fueron primeramente a la casa de los menores para buscar algún cambio de ropa y rápidamente se dirigieron hasta La Gran Mansión. El pequeño niño se asombraba por lo espaciosa y linda que era la casa y Hyunjin no podía evitar sentirse orgulloso por hacer sentir cómodo a su cachorro.

—Wonnie, ¿bajamos a cenar?— La voz de Jeongin los sacó a ambos de sus pensamientos, haciendo que el niño se levantara rápidamente para salir corriendo hasta la sala del comedor. Para asombro de todos, el pequeño Wonnie se aprendió cada rincón por el cual lo llevaron.

—Invité a los chicos para que cenen con nosotros, ya deberían estar abajo— Le dijo Hyunjin al omega mientras lo tomaba de la cintura y lo pegaba a él.

—Ya los extrañaba un poco— Respondió Jeongin con una risa tímida mientras colocaba sus manos en la nuca del mayor que lo hizo sonreír.

Hyunjin acercó sus labios a los contrarios para así comenzar un beso necesitado, haciéndole saber lo ansioso que estaba por no haberlo besado en todo el día. Jeongin tembló en los brazos contrarios cuando el aroma del mayor comenzó hacerse denso y muy fuerte, haciendo que su omega se doblegara en su interior. El alfa adentró su lengua a su boca mientras que saboreaba cada rincón de esta, tomando el mando del beso.

Un pequeño gemido salió de los labios de Jeongin cuando las grandes manos del alfa se posaron en su trasero y lo apretó fuertemente. Su corazón corría una maratón y, para ser sinceros, disfrutó cómo las manos contrarias amasaban y tocaban a su antojo su trasero.

Jeongin jamás había experimentado algo así en su vida y eso lo tenía sumamente ansioso, pero también anhelaba en lo más profundo de él que el alfa no se detuviera e hiciera con su cuerpo lo que quisiera.

Otro gemido salió de sus labios, siendo esta vez un poco más fuerte, al sentir una gran y dura erección chocar contra su abdomen. Sus sentidos se colocaron alerta y aquello lo excitó a tal punto de sentir su entrada comenzar a lubricar y a sus piernas fallar.

Con toda la fuerza de voluntad que le quedaba, se separó de aquel beso que le robó el aliento, escuchándose por toda la habitación sus respiraciones aceleradas. El alfa chocó sus frentes mientras que devolvía sus manos a la cintura del omega y la apretaba posesivamente, haciéndole sacar un gemido, mordiéndose los labios por la vergüenza de que el mayor lo escuchara tan necesitado.

—Maldita sea, ángel, realmente me vas a volver loco— La voz ronca de Hyunjin erizó todo su cuerpo. Aspiró el aroma y sus mejillas se enrojecieron al oler completa excitación en ambos.

—H-Hay que ir con J-Jungwon— Quería escapar de la situación por la vergüenza que esta le daba, pero su entrada lubricando le hacía un poco difícil concentrase.

Hyunjin ignoró completamente lo que dijo, bajando sus manos de su cintura para nuevamente colocarlas en su trasero. Sus ojos se oscurecieron cuando logró captar el aroma del lubricante del omega, adentrando sus manos en la ropa interior contraria, excitándose aún más cuando sintió la piel caliente del menor entre sus manos. El fuerte gemido que Jeongin dejó salir lo hizo sonreír socarronamente al bajar sus dedos hasta el anillo de músculos totalmente empapado para este punto.

Mafia Hwang || HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora