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Todo el camino a casa de la señorita Ahn Hye-jin fue llanto para el pequeño Dongmin.

Y es que entiéndalo, en su agraciada vida, jamás, ni siquiera sus padres, se habían acordado de su cumpleaños.

Y no es que le importará tanto la fecha en que nació... De hecho, encontraba un poco inútil festejar un cumpleaños... Pero cuando jamás te han hecho saber que tu absurda existencia, es preciada... Es agradable que se acuerden, de por lo menos, el día en que nacistes, aunque sea solo por compromiso.

Pero ni Vernon ni Mingyu tenían el derecho de obsequiarle nada... No estaban obligados.

Más sin embargo, lo hicieron... Lo felicitaron por sus doce años, y le regalaron dinero... Mucho dinero, y una laptop.

¡Dios, no lo puedo creer!

Tanto que le hacía falta, para sus clases de computación... Se estaba esforzando tanto por comprarla.Y ahora la tenía en sus manos, eso lo hacía llorar.

Y el hecho que hayan hecho eso, sin que nadie se los pidiera, era muy agradable para su lastimado corazón... Jamás había recibido nada de nadie.

Exepto de Donghwi... Su pequeño hermano siempre se acordaba de él... Y apreciaba mucho que le regalará esos pequeños dibujos de él y su hermano.

Amaba como se esforzaba Donghwi por despertaste antes que él, y despertar a Dongmin con un besito en la frente... Para después darle un fuerte abrazo, y recordarle lo mucho que lo ama.

Por eso, se esforzaría por ser un hermano orgulloso para su hermano... Sin importar el costo, o el dolor, el seria el orgullo de su hermano.

Esa era la única forma, de compensar todo el cariño, y tanto amor que le mostraba su Donghwi... ¡Si, se esforzaría por darle una mejor vida...! Una vida libre de sufrimiento, y con mucho dinero... Si, eso sonaba bien.

Al llegar a la casa hogar, fue a su habitación, y guardo con mucho cuidado su regalo, su laptop... Y también guardo muy bien su dinero... Uno nunca sabe... Tal vez si no lo guardaba bien, no lo encontraría.

Cómo últimamente le pasaba a la señorita Ahn Hye-jin...
Últimamente ha habido tensión en la casa, porque se le están perdiendo sus cosa de valor... Y es preocupante.

En fin... Entre sus cosas, se encontró una nota, era de su hermano, decia...

Hyung, puedes venir al patio de atrás, porfavor.”

Le dió vuelta al papel... Y no, no decía más, solo eso.

Soltó un lago suspiro, y camino lentamente hacia atrás de la gran casa.

Al salir notó a su hermano, y un par de niños más.

En el tiempo que llevaban aquí —en la casa hogar— Donghwi había hecho muchos amigos... Algo completamente difícil para el pelinegro.

Estaba según se los había presentado Donghwi, era aquel chico lindo, Moonbin, un niño de lentes, Jinjin, el pequeño Sanha, que tenía la edad de Donghwi y se habían vuelto inseparables, Jackson, Seokjin, la pequeña YooJung y Soyeon, la niña con cara de mala, pero es una masita.

Todos estaban sentados sobre una manta en el suelo.

—Oh ya llegó —se escucho un susurró— rápido, rápido.

—¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Te amamos querido Dongminnie! ¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Bravo!~ —gritaron en Unísono, mientras Seokjin, el mayor de todos le acercaba una pequeña tarta, con una vela.

—¡Pide un deseo Hyung! —animo Donghwi.

Deseo tener mucho dinero, para compensar todo lo que hacen por mi. —Soplo.

The Long Ballad: Love, live, Kill // Binwoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora