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Dongmin al ver que el hombre se acercaba peligrosamente a él, con un arma punzocortante en la mano apunto de lastimarlo, solo le quedó cerrar fuertemente sus ojitos, esperando el momento que lo lastimara.

Pero no llego.

Abrió rápidamente que ojos al oír una tercera voz, y jadeos de dolor.

—¡Suelta el cuchillo! —hablo con voz hostil, tomando del hombro al hombre que intentaba lastimar a Dongmin.

—¡Ahg! Maldito... ¡Suéltame! —grito callendo de rodillas. Pues el agarré al hombro, hacia doblegar hasta al más fuerte— ¿¡Quieres morir!? ¡Ustedes idiotas... Hagan algo! —le grito a sus dos acompañantes.

Los otros dos, al reconocer con quién se habían metido, desidieron huir del lugar.

—Lo siento niño... Pero podrían cubrirse los ojos —Dongmin miraba conmocionado la situación, y Donghwi quién se acercó a su hermano, estaba igual, pero asintieron a lo que el chico lindo les pidió.— Bien.

El chico al ver que los niños se cubrieron sus ojitos, no dudo en golpear al imbécil que hoso meterse con niños.

Poco a poco, el pequeño Dongmin fue abriendo sus ojitos, aún alcanzó a ver al tipo ensangrentado, intentando huir del agarré de aquel chico de dudosa procedencia.

Hablando de aquel chico anónimo, era muy apuesto, su ropa ligera y fresca, junto con su cabello desarreglado le daba un toque angelical... Claro, quitando el hecho de que estaba moliendo a golpes a un tipo... Pero aún con eso, Dongmin estaba impresionado con la belleza de una persona, y más que impresionado, se encontraba agradecido... Pues aquel chico, acababa de salvarle la vida a él, y a su hermanito.

—Niño, te dije que cerrarás los ojos —hablo con media sonrisa, revolviendolé los cabellos a Dongmin.

—Lo siento —respondió algo asustado.

—Tranquilo niño... No tengas miedo... Por cierto ¿Que hacen dos niños solos en esta sona muy peligrosa?

—E-eh...

—Mi papá nos abandono -se adelanto Donghwi, al oírlo Dongmin abrió los ojos en grande.

—Lo siento si lo molestamos... Nosotros ya nos íbamos. —Se disculpo Dongmin, tomando las cosas de donghwi y empezando a caminar.

—¡Oye! Amiguito —exclamo caminando rápido, alcanzando a los niños— Conozco un lugar para quedarse... Pueden venir conmigo, si quieren.

—No. Gracias... —respondio seco— Camina rápido Donghwi.

—¡Hey! Solo intento ayudar... ¿Por que no confías en mí? Te acabo de salvar... Muestra un poco de respeto.

—Le agradezco por ayudarnos —mencionó haciendo una reverencia— Pero es mejor desconfiar, que creer ciegamente en alguien.

El chico quedó perplejo por las palabras maduras de este pequeño niño... Cosa que hizo querer ayudarlo aún más.

—Tienes razón, pero ¿Cómo saber en quien confiar?

—No lo sé... Creo que hay que esperar para ver...

—Muy bien... Soy Kim Seokjin, tengo 15 años y soy huérfano... Ándale niño, no te voy a robar, solo intento ayudarte.

—No lo se Seokjin, sigo sin confiar en ti. —al escucharlo, el chico río con gracia.

—Me caes bien niño... Sabes, no soy un gángster o algo parecido, vivo en una casa hogar, allí es donde intento llevarte.

—Esta bien Kim Seokjin... Confío en ti.

Que fácil —Penso Seokjin

—Muy bien chico, déjame ayudarte —Dijo tomando las maletas de ambos niños.

The Long Ballad: Love, live, Kill // Binwoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora