Capítulo diez: ¡Hey, Novio!

1.2K 197 157
                                    

┌── •✧• ──┐

Siente como el traje le asfixia, aun cuando sabe que es de su talla y lo ha usado múltiples veces. Sus manos sudan sobre el volante y tiene que pausarse en el camino para liberar el aire de sus pulmones y limpiarse el sudor.

Diego le pregunta si en realidad se encuentra bien, y si no es así que pueden regresar a su departamento y hacer algo que le sienta bien, pero como siempre y por siempre, Duxo dice que no. Le recuerda a Diego que se encuentra bien, que solo son los nervios por estar ahí después de tanto tiempo y que lo ha superado con el tiempo.

Pero la mueca en el rostro de Diego le hace saber que no se siente seguro de nada. Y el golpe de que esta haciendo o diciendo algo que el menor no quiera ver o escuchar, le pega fuerte. Se recuerda a si mismo por un momento que no solo esta yendo a una boda más de su familia en la cual le recordaran que está igual de solo que una roca en el desierto, si no que esta yendo a la boda que definiría toda su vida a partir del momento en el que intercambie palabra con los novios después de años.

-Lo siento.- dice, una vez se han bajado del coche y van camino a la iglesia. Diego, a su lado, le da una palmada en la espalda.

-No te tienes que disculpar conmigo. - le dice, mirando hacia al frente.

-Lo sé, pero aún creo que te la debo. Probablemente te estoy arrastrando al lugar en el cual menos quieres estar.

-Tu eres quien no quiere estar aquí. - Duxo no protesta, por que el menor le mira a los ojos con algo de enojo en ellos. - Tu eres quien se tardo horas arreglándose a propósito para hacer tiempo, tu eres quien ha estado parando en los drive thru con la excusa de tomar algo antes de ir al salón, tu eres quien esta temblando y sudando. No se las razones por las cuales te obligas a estar aquí, solo se que me quieres aquí. Por eso estoy aquí.

Duxo traga en seco y se deja caer ante el cuerpo del más alto, escondiendo su rostro en su clavícula mientras el menor le pasa una mano por su espalda.

-¿Podemos saltarnos la misa e ir por unos helados?- Duxo murmura sobre la tela del traje del menor.

-Claro.- contesta - Pero volveremos cuando la recepción comience. 

Duxo se separa, asintiendo y mirándole a los ojos, incrédulo que la persona enfrente de él sea real, incrédulo de como su cabello cae en su frente como dominós, del como sigue parado ahí de lo más tranquilo, del como sus labios se esconden en una suave sonrisa y el como su barba le pica cuando se acerca a él en un abrazo. Diego Aquino, la persona que más ama y adora en todo el mundo (y que lo sabe).

Duxo se pregunta que hizo para merecer a tal chico enfrente suyo, y algo en su cabeza le grita que si no lo tiene él, alguien llegará para quitárselo. Se plantea preguntarle en ese momento, pero cuando el castaño lo sacude en el aire su mente y cuerpo vuelven al mundo real.

Le sonríe, y es la señal para que Aquino lo arrastre hacia el coche de nuevo.

★。\|/。★

Los dos pisan la alfombra blanca al mismo tiempo. Parece el pasillo más largo que han caminado mientras ven de reojo a los novios al final y la gente enfrente camina hacia a ellos para felicitarlos.

Rethey suspira por milésima vez en todo el día y mira a su lado cuando ve que se van acercando. Sus miradas se encuentran, se sonríen y el mayor decide tomar una decisión riesgosa al tomar la mano del menor entre la suya.

La pareja frente de ellos pasa al salón, y el pelinegro se encuentra con las dos personas que alguna vez amo.

 -Duxo. - su padre dice, mirándole fijamente y el menor se alegra de que sean los últimos en entrar, pues sus miradas se conectan por lo que parecen minutos para los dos.

-Papá.- se dirige hacía él, y puede sentir la mirada confundida del moreno en su nuca - Claudia. - se dirige a la chica.- Cuanto tiempo sin verlos. Una pena verlos de nuevo.- suelta, aferrando el agarre en la mano de Diego.

-Para mi es un gusto el verte de nuevo.- su padre le dice por mera cortesía, pues en su rostro se encuentra una sutil mueca. 

-Olvidemos eso, - dice la chica - ¿Quién es este chico encantador?- sonríe.

Diego boquea antes de que el mayor suelte su agarre y lo haga avanzar unos pasos. Sonríe de igual forma y estrecha su mano con los novios.

-Mi nombre es Diego, Juan Diego Aquino. - se presenta y una vez la novia lo ha abrazado incómodamente, se devuelve al lado de Rethey.

-Pensé que traerías a tu novia. - su padre bromea, riendo mientras le asiente al castaño. Duxo traga en seco. - Igualmente es un gusto que estés aquí, Diego. Parece que mi hijo no puede solo.- ríe, pero no es nada gracioso

-Rodrigo, - comienza Duxo- Claudia, el es Diego. Mi novio.

Aquella declaración toma a los tres presentes por sorpresa, y mientras Rodrigo se disculpa con Diego, Claudia los felicita con el cejo fruncido y Diego suelta un sonido raro al escuchar las palabras de Duxo, este último sonríe con orgullo, victorioso.

-Una disculpa. - dice su padre.

-Olvidemos esto, pasen a la fiesta y asegúrense de disfrutar. - dice algo rápido y atropellado Claudia.

Los dos chicos asienten, y mientras caminan con el chico encargado de guiarles a su mesa, Duxo ríe de la manera más histérica, divertida y vengativa que Aquino ha escuchado, y no puede evitar contagiarse.

-¿¡Por qué les dijiste que era tu novio!?- dice, aún riendo. Rethey pasa su brazo por su cintura y tiene el reflejo de quitarlo, pero no lo hace. No lo hace por que los novios los siguen mirando desde su posición y por que muy en lo profundo disfruta del tacto.

El mayor no dice nada en el momento en el que pregunta, solo acerca a su rostro a su oreja y susurra

-¿No es verdad?

-¡No! - responde, con el cejo fruncido.

-¿No quieres que sea verdad?- vuelve a susurrar Duxo.

Y la sola idea de que sus palabras vayan en serio le da la emoción, alegría y energía que necesita para vivir.

-¿Es en serio?- pregunta. Su expresión le deja en claro al mayor lo emocionado y sorprendido que está ante su declaración y puede ver como la sangre sube por todo su cuerpo hasta llegar a sus mejillas.

-Muy en serio. - declara. - Cúmpleme ese privilegio. ¿Puedo ser tu novio?

Aquino siente que se puede desmayar e incluso fallecer en ese instante gracias a todas las sensaciones y sentimientos por los cuales esta pasando.

-Dios, Duxo. Claro que sí. - dice lo más calmado que puede.

Los dos ríen cuando llegan a su mesa designada y se la pasan sonriéndose el uno al otro, abrazándose de la nada y amándose toda la noche.

Al final de esta, ninguno puede recordar que no han sido oficialmente novios desde el principio y Duxo, por su parte, que está en la boda de ex novia y su padre.

Duxo no llega a recordar nada relacionado a donde esta o con quien está, pues toda su atención se centra en el chico de cabellos castaños borracho a morir. Que ama.

La noche termina con ellos en el departamento del mayor, borrachos y tumbados en el sillón observándose y diciéndose babosadas sobre lo que ocurrió en la boda y comiendo chatarra de la almacena de Duxo. Es suficiente, es todo lo que pueden pedir.

└── •✧• ──┘

N/A: Ay, todavía no se me ponga triste por que sea el último capítulo, falta el epílogo. 

En este parrafo dejen todas sus preguntas relacionadas a: "¿CÓMO? ¿LA EX DE DUXO ENGAÑO A DUXO CON SU PADRE?" aparte de lo obvio.

Los ama y adora tanto como Duxo ama y adora a Diego, Sofi.

¡Hey, Diego! // DuxinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora