Epílogo

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Lo logra visualizar desde las escaleras, con su pantalón de vestir y una camisa media abierta, su cabello peinado en orden y las llaves del coche en mano. Llega a pensar que ha estado esperando por él más de treinta minutos, y lo más probable es que sea así. Lo ve recargarse en la puerta del coche con cansancio, probablemente harto.

Suspira acomodando los libros en sus manos y despidiéndose de Alex con la mano y tomando su celular en mano una vez tiene que pasar por la multitud de universitarios para salir del campus.

-Dani, tengo que colgar. 

-¡Diego!- le regaña - Estoy por contarte la parte más interesante.- Aquino ríe.

-Déjame adivinar, Alan te dijo que sí y ahora son pareja. Que lindo ¡Felicidades! Te marco más al rato.- le contesta, apachurrando su celular contra su mejillas cuando ve a Duxo acercándose a él.

Duxo se le acerca para tomar los libros en sus manos a las propias y cuando lo hace, Diego balbucea un "gracias" para poder colgar la llamada.

-Te marco al rato, ¡te quiero!- finalmente cuelga, corrigiendo su postura, suspirando y dejándose caer al lado de su novio. - ¿Llevas esperando mucho? - le pregunta

-Cinco minutos. - le dice, alzando los hombros. - Luis me tiene harto. No sé que rayos le pasa, pero pareciera que no fuimos compañeros en la misma carrera. - le dice, posando sus dedos en su tabique en señal de cansancio.

-Hablas como un señor. - se burla. El cejo fruncido y la cara fingida de sorpresa del mayor le hace saber que toco un punto sensible.

-Disculpa, pero este señor te mantiene.- ataca, a lo que Diego simplemente responde con pegarle en el hombro.

-Pronto voy a conseguir un trabajo de medio tiempo. - contesta, alzando los hombros.

-No te preocupes, es mi deber como novio. - sonríe, incorporándose y dándole la vuelta al coche para abrirle la puerta del copiloto. - Mejor ya vamos a casa. 

El coche huele al aromatizante de menta que le encanta, y una vez que Duxo ha entrado al asiento del piloto, deja caer el respaldo hacia atrás.

-¿Cansado?- pregunta, mirándolo por el retrovisor.

-Demasiado, los proyectos finales me están matando poco a poco. Necesito conseguir que una televisora o un periódico me deje hacer noticias ahí para ir escalando el terreno, los profesores parecen que están pasando por su quinto divorcio y el buscar trabajo es un martirio. - confiesa entre suspiros y ademanes qué terminan en nada. -¿Cómo te fue hoy?

-Luis está horrible con tantos proyectos en puerta y tengo que ir y venir a supervisar las obras, al menos la gasolina me la paga él. No mucho. Por cierto, ¿Daniel te dijo sobre lo de Alan? Me marco mientras comía en la oficina.

-No me ha dejado de mandar mensajes.- le dice. - Está loco con el tema por que nunca había logrado declararse y que no le saliera mal o lo rechazarán. Tonto.

-No le digas nada que tu también has sido Daniel, específicamente hace un año.

-¿Específicamente? - Diego pregunta, tanteando el terreno y buscando por donde colarse.

-Específicamente. - Duxo repite, con lo que podría ser descontento en su voz. - Fuera de eso, no sé por qué pero creo que algunos de tus compañeros creen que soy un chófer.

Diego exhala una risa suave ante la confesión, mientras Duxo le ve indignado.

-Mi chófer personal. - ríe, viéndole a los ojos y sonriéndole.

¡Hey, Diego! // DuxinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora