El Mejor Amigo de mi Padre (Kim & Juan) [COMPLETA]

Capítulo 7

—Soy Paulo, tenemos varias clases juntas —dijo cuando terminé de guardar las cosas.

—Enserio, ¿Y por qué no nos hemos visto? —le pregunté sorprendida.

—Por que siempre pasabas con ese imbécil y me daba pena hablarte —salimos de la enfermería.

—Aún así me hubieras hablado —le sonreí, justo se nos acercó Danny.

—Amiga, ¿Estás bien? ¿Voy a matarlo? —se detuvo al ver a Paulo —hola? —lo volteo a ver.

—Es Paulo, me salvó —sonreí.

—Si, pero tienes eso —todos miramos mi muñeca, seguía morada y dolía un poco.

—Me acompañas a matarlo? —Danny le preguntó a Paulo.

—Ese imbécil se fue con otra —vi que él cerró sus manos en puños.

—Kim, tú sólo dime y voy —Danny estaba que echaba humo.

—No, vámonos —salimos de la universidad.

—Qué le dirás a tu padre respecto a eso —mi mejor amiga miró mi muñeca.

—Le tendré que decir la verdad —llegamos a mi moto.

—Sé que apenas nos conocemos, pero cuentas conmigo también para lo que ocupes —Paulo sonrió, yo asentí con una sonrisa también.

—Te me haces conocido —Danny se cruzó de brazos.

Justo me llegó dos mensajes, uno de mi padre que decía que ya estaba en la casa y el otro era de Jason, no entré al mensaje, pero por lo que pude ver el mensaje decía que si o si tiene que hablar conmigo. Le respondí sólo a mi padre y guardé mi celular.

—Chicos me tengo que ir —le di un abrazo a los dos.

—Si ese imbécil te habla o te escribes, avísanos, por que no irás sola —Danny me miró seria.

—Concuerdo con Danny —Paulo la apoyó.

—Está bien —les sonreí, me puse mi casco y me fui.

Odiaba mucho que mis ojos se llenaran de lágrimas, sentía un apretón horrible en mi pecho junto con un gran nudo en mi garganta. Una cuadra antes de llegar a la casa me detuve para relajarme un poco, cuando llegué, metí la moto al garaje y entré a la casa.

—Ya vine —avisé dejando las llaves en una mesa.

—Hola hija, ¿Cómo te fue? —mi padre salió de la cocina.

—Bien —le sonreí, espero que no me pregunte por Jason.

—Por cierto —habló y mi estómago hizo un ruido raro —Jason habló, dijo que viene a la casa dentro de una hora —dijo mi padre para luego volver a la cocina.

Abrí los ojos como platos, pero que rayos, él no tiene más permitido venir a esta casa, pero tampoco mi padre sabe que terminé con Jason. Le tendré que decir para que no venga.

—Padre —entré a la cocina.

—Hice unos brownies —sacó una bandeja del horno y lo puso en la encimera.

—Padre, tengo que decirte algo —insistí.

—A él le gusta el fresco de botella o natural? —me preguntó mientras buscaba algo en la refrigeradora.

—Jason y yo ya no estamos juntos —dije directamente.

—Qué? —dejó lo que estaba haciendo y me miró.

—Me engañó, Danny y yo lo vimos besarse con otra y en el estacionamiento de la universidad… sino fuera por un compañero no sé donde estaría —le solté un pequeño resumen.

—Pero si ustedes… eran… llevaban dos años… —mi padre estaba sorprendido, que mejor tomó asiento.

—Padre, hay que hacer algo, una orden de alejamiento o algo, pero yo no lo quiero cerca nuestro —las lágrimas amenazaban por salir.

—Y yo me iré de viaje —su mirada era diferente.

—Padre, tú ve tranquilo, recuerda que estaré con Juan —le regalé una media sonrisa.

—Como voy a estar tranquilo, si un idiota trató de lastimar a mi hija físicamente —no podría explicar su mirada.

Yo le iba a responder, pero justo tocaron el timbre, le hice una seña a mi padre que se quedara en la cocina, mientras que yo fui a ver quién tocaba la puerta, iba muy nerviosa, me acerqué a la ventana, solté un gran alivio al saber que era Juan. Al abrir la puerta no pude evitar abrazarlo.

—Hola? —dijo extrañado.

—Lo siento —no pude evitar sonreír —pasa —él entró y yo le eché llave a la puerta.

—Quién es hija? —mi padre salió de la cocina —hermano —él saludó a Juan.

—Todo bien? —él nos miró confundido.

—Mi hija terminó con su novio —Juan me miró sorprendido —y casi la agrede —soltó un suspiro.

—Y se supone que viene en una hora —miré nerviosa a Juan.

—Ese imbécil no tiene permitido venir aquí —se puso serio.

—Si verdad —el celular de mi padre empezó a sonar —estas en buenas manos —me dijo para luego irse.

—Por cierto, ¿Qué haces aquí? —le pregunté.

—Vine a visitar a tu padre —miró a otro lado.

—¿Sólo a él? —le pregunté cruzándome de brazos, vi que movió sus labios, pero no entendí que fue lo que dijo —disculpa? —lo miré confundida.

—Pero vine por ti —me miró.

—Juan… —mi celular me interrumpió, alguien me estaba marcando, cuando vi quien era me quedé como estatua.

—¿Quién es? —me preguntó.

—Es… Jason —no me podía mover, pero sentí que se me erizó la piel.

(....)