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Los humanos son seres imperfectos, no son capaces de controlar sus emociones, son rencorosos y se corrompen demasiado fácil por la envidia o la lujuria o cualquier otro pecado, no saben que es el significado de amar, no saben que significa ser feliz

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Los humanos son seres imperfectos, no son capaces de controlar sus emociones, son rencorosos y se corrompen demasiado fácil por la envidia o la lujuria o cualquier otro pecado, no saben que es el significado de amar, no saben que significa ser feliz... Por eso no entendía por que querías salvarlos... ¿Por qué querías que fueran felices aunque te hicieran tanto daño?

...

— ¿Como te llamas? Yo me llamó Zerofuku— Dijo el Dios de rango menor con una sonrisa brillante.

La Diosa solo se dedicó a ignorarlo mientras seguía viendo a las mariposas posarse arriba de las flores pacíficamente. Era una vista envidiable que ella disfrutaba, hasta que llegó aquel Dios parlanchin y sonriente.

El Dios siguió molestandola hasta que ella se giro para marcharse sin haber dicho una sola palabra. El Dios la siguió a cada lugar a donde fuera.

— ¡Solo dime tu nombre y te dejaré en paz!

— Me llamó Amaris.

Dijo la Diosa para después marcharse y dejar al pequeño Zerofuku confundido.

Los días pasaron y el siguió siguiendola a cualquier lado a donde ella fuera, hasta que Amaris se cansó de éste.

— ¿Por que me sigues tanto?— La Diosa pregunto un tanto molesta. No le gustaba que interrumpieran su paz.

— ¡Es que quiero que seamos amigos! Aunque aveces eres amarg-

— Eso es estúpido.— Escupió Amaris en la cara del Dios.

La sonrisa brillante del pequeño Zerofuku se empezó a apagar lentamente mientras sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas, El era muy sensible.

El pequeño Zerofuku mantenía su vista en el piso mientras sus lágrimas caían a éste.

La Diosa seguía ahí parada observandolo, se sentía culpable de haberlo hecho llorar. Ella puso su mano en la cara de Zerofuku y apartó las manos de éste, y empezó a acariciar lentamente su rostro y poco a poco las lágrimas de Zerofuku se desvanecieron y solo quedo un pequeño sonrojo en sus mejillas que antes estaban llenas de lágrimas.

— Deja de llorar, te ves feo.— Fue lo único que dijo la Diosa antes de marcharse por los pasillos de aquel palacio.

Zerofuku solo se quedó mirando como la Diosa se marchaba mientras el seguía con aquel sonrojo en sus mejillas que ahora estaba acariciando el con sus manos tratando de recordar el tacto suave de aquella hermosa Diosa.

...

Por el momento serán capítulos cortos, les agradecería mucho que dejarán una estrellita en el capítulo <3

400 palabras

𝙏𝙝𝙚 𝙝𝙤𝙥𝙚 𝙤𝙛 𝙢𝙮 𝙝𝙖𝙥𝙥𝙞𝙣𝙚𝙨𝙨 ━━━ 𝘡𝘦𝘳𝘰𝘧𝘶𝘬𝘶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora