18. Por favor no.

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Abro los ojos y soy deslumbrada, ¿Dónde estoy?, sigo una luz que pasa por mis ojos.

-Ella esta bien.- decía una voz.

-Gracias doctora.- Ese era... ¿Mi tío?

Cierro y abro los ojos varias veces, para poder ver todo claramente.

-Cariño.- Dice mi tía mientras se acerca con lágrimas en los ojos hacia mi.

-¿Qué... Qué pasa?.- Tartamudeo.

Mi tío decide cortar a mi tía lanzandole una mirada.

-¿Qué pasa?.- Paso mi mirada entre los dos en busca de una respuesta, pero están sin expresión alguna.

Decido cambiar el tema.- ¿Donde estoy?

-En el hospital.- Contesta sigilosamente mi tío.

El hospital, eso me recuerda.

-¿La... La llamada...?.- dejo la pregunta, no soy capaz de seguirla.

Mis tíos ascienten y me encuentro a punto de llorar.- No es verdad, ¿cierto?.- miro a mi tía quien también esta al borde de las lágrimas.- Lo qué dijeron era una broma, ¿verdad?.- Me dirijo esta vez a mi tío, y siento como una lágrima se desliza por mi mejilla.

-Aline...- Lo corto.

-¡No puede ser verdad!, ¡No!.- Me quise levantar, salir corriendo, gritar, llorar.

-Ali, Calmate.- Trata de tranquilizarme mi tía.- El esta aquí, en el hospital, esta estable.

-Quiero verlo.- Digo mientras agarro aire.

-Yo... Saldre para que te vistas.- dice George.

-Te acompaño.Ali, hay tienes tu ropa, por favor vistete y calmate.- dice Maggie, y me da una sonrisa que no le llega a los ojos.- El... No a despertado.- sale con mi tío.

¿No a despertado?, tengo que verlo. Agarro los vaqueros desgastados y la polera negra que se encontraban a un lado de donde estaba acostada y voy al pequeño baño a cambiarme.

15 minutos después, salgo de la habitación y me reúno con mis tíos. George habla con una enfermera quien le dice el número de una habitación en la tercera planta.

Salimos del ascensor y caminamos hasta quedar frente a una puerta con el número 1043 en ella.

-¿Quieres...?

-Voy a entrar sola.- corto a mi tío.

-Estaremos aquí.- Dice mi tía mientras coloca su mano en el brazo de mi tío.

Mi mano tiembla mientras doy vuelta a la perilla. Al cerrar la puerta detrás de mi, mis ojos se inundan de lágrimas al ver a Maison en la camilla con muchos cables en su cuerpo.

Me acerco a la silla al lado de la camilla y tomo su mano, estaba fría, pero tenia pulso.

-Primo.- digo con mi voz cortada.- ¿Qué haces aquí?.- una lágrima sale.- Soy tu primita, ¿recuerdas?, me tienes que cuidar.- sorbo mis mocos.

A todas mis preguntas, solo escuchaba el Bip de las maquinas a mis lados como respuesta.

-Vamos Maison, levantate, sal de aquí.- trato de sonreír pero una lágrima más sale. El no despierta, esta dormido, ¿verdad?

De repente la maquina solo suena seguido, y no siento más el pulso de mi primo.

-¿Maison?.- pregunto asustada.- ¡Maison!, ¡ayuda!.- empiezo a gritar.

En menos de un minuto entran mis tíos y unos doctores, Maggie y George me sacan de la habitación y los doctores empiezan a buscar maquinas raras.

Don't care your sexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora