Capitulo seis

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En la mañana, desperté de golpe; un poco asustada por la verdad. ¿Sería el nuevo Brahms un producto de mi imaginación o sería real? Al principio me asuste y entristecí un poco porque no lo vi a lado de mí en la cama, luego ese enorme hombre salió del baño y me vió despierta. Mi corazón descansó

- ya despertaste - dijo
- Si, ¿dormiste con la máscara?
- Así es, ¿estás bien? Tienes los ojos llorosos
- Creí que habías sido un sueño. Pero estoy bien
- Te dije que soy real Greta, no me voy a ir. Quiero esto tanto como quiero que lo quieras tú.
- Y lo quiero, en serio - Era verdad, mis sueños me delataban. Lo bueno es que Brahms no podía leer la mente o sabría todo lo que he pensado de él

Volvió a la cama y nos acomodamos, él boca arriba y yo en su pecho.

- Tengo una idea, hagamos un pic nic el el jardín -
- ¿Estás seguro? Alguien podría verte
- Es verdad, lo siento - se veía emocionado  y por un momento reconsideré decirle que hiciéramos el pic nic. Pero aún no había hablado con Malcom y si se adelantaba vería a Brahms y nos pondría en peligro
- Esta bien, seguro encontraremos algo divertido que hacer aquí adentro. Después de todo la casa es tuya ahora - después de esa última frase no sabía si la había cagado, era muy temprano para hablar de sus padres
- Claro que si, ahora es nuestra casa - ¿nuestra? Sentí que el corazón se me salía

Desayunamos normalmente en la cocina, Brahms tocó el piano para mí, leímos, volvimos a comer, bailamos y luego jugamos un poco con la mesa de billar.

Me parece que habíamos encontrado diversión, juntos.

- El último tiro - Brahms estaba preparado para su última jugada cuando escuchamos el carro de Malcom llegar
- Escóndete- Brahms corrió y entró en la pared, yo ordené un poco el salón y apague las luces, corrí a la cocina y me puse a lavar los platos para distraer la atención del salón

¡Oh, no! Tendría que hablar con Malcom ahora, no estaba lista ¿que le diría?

- ¿Greta? Soy Malcom - grito en la puerta
- ¡En la cocina!
- Hola, ¿qué haces?
- Hola, lavo platos - era obvio
- Wow, son muchos - oh no
- Si, me sentí indispuesta este fin - un poco de verdad
- ¿Estás bien? La verdad vine a ver como estabas porque no había podido venir en la semana, y has estado completamente sola
- Estoy bien, y no te preocupes. No tienes que venir siempre, no quiero ser una carga - Así no se detendría de venir diario
- No eres una carga Greta, me gusta venir y verte
- Gracias, pero estoy bien. Ven solo los lunes y los viernes si quieres, si te necesito algún otro día te llamaré - ¿muy directo?
- ¿Eso es lo que quieres? - sentí su desilusión pero yo ya le había dicho que no me interesaba
- Creo que es lo mejor para ambos - ahora me siento mal
- Bien, pero entonces pasare un gran rato aquí esos días-
- Claro, mientras no me impida cumplir con las reglas puedes quedarte - gran excusa
- Excelente, platiquemos -

Nos movimos a la sala, hablamos de nuestra primer y última cita, y lo que habíamos hecho esa semana.

- Y la cara de la señora Clara cuando nos presentaste - reía, hace una semana que no reía así. Excepto por hoy
- Ella creyó que ya nos habíamos casado. Desde entonces no deja de preguntarme por ti
- Tal vez deba ir a visitarla, sus pasteles son una joya
- Deberías, todos te extrañan. Yo te extraño
- Malcom - me sentí mal, por todo. Mentirle y rechazarlo constantemente
- Claro, estás trabajando -
- Hablando de trabajo, ya es hora de arropar a Brahms. Y tú ya deberías ir a casa, los caminos oscuros son peligrosos - creo que pasamos más tiempo del deseado platicando
- Bien, te veré mañana. Adiós Greta
- Nos vemos

Malcom caminó hacía la salida y se fue, yo solo solo lo vi irse desde el mismo lugar. Luego llamé a Brahms y bajó las escaleras

- creí que estabas tras la pared -
- Tal vez debí quedarme ahí - noté una extraña mezcla de tristeza y enojo en su voz, además volvió a subir las escaleras tan rápido que no lo alcancé.
Cuando llegue arriba y lo busqué él ya estaba en su habitación oculta, así que entré de nuevo a ese laberinto y fui hacia él

- Brahms ¿qué pasa?
- Nada - estaba acostado mirando hacía su propia pared
- Te dije que la comunicación es la clave
- ¡No puedo Greta! No soy normal, no puedo darte una vida normal. Siempre vivirás en las sombras como yo, no mereces esto... - se había parado para gritar, luego se tumbó de rodillas en el piso y empezó a llorar
- No entiendo Brahms, ¿qué dices? - estaba confundida
- Yo... escuché tu conversación con Malcom, y me si cuenta que yo no puedo darte esa vida de diversión y libertad. La vida que mereces
- Brahms... - callé un momento para acomodar las palabras en mi mente y decir lo correcto como lo sentía- Es verdad, me divertí con Malcom en el pueblo, pero no puedes gritarme que no puedes hacerme feliz. Porque tu existencia [literalmente] me hace feliz, esta mañana me asustó creer que eras un sueño y descansé cuando te vi salir del baño....

Ahora yo estaba llorando

- Brahms, me hace feliz estar contigo. Sabíamos que esto no iba a ser fácil o "normal" pero quiero que funcione, y estoy tratando de que sea así - me acerqué a él y me puse de rodillas, un segundo mantuvimos el contacto visual en silencio. Después Brahms siguió hablando
- Y que hay de la libertad y diversión, ni siquiera puedo salir de esta casa
- Lo harás, saldrás. Buscaremos la manera, pero no te rindas Brahmsi
- ¿"Brahmsi"? - sonrío
- Si, Brahmsi - sonreí

Seguíamos llorando pero menos y en silencio, luego y sin darme cuenta Brahms agacho la cabeza y se quitó la máscara.

- Brahms - quería verlo, pero no quería presionarlo
- Estoy listo para que me veas. Pero prométeme que serás honesta, no conmigo sino contigo. Si te parezco asqueroso, dejaré que te vayas si eso quieres, no me opondré.

Un enorme paso, porque ¿que le aseguraba que no iba a salir de ahí y decirle a todos la verdad? Se estaba arriesgando, por nosotros... por mí.

Acepté y Brahms levantó la cabeza lentamente. Trate de mantenerme tranquila para no estresarlo. Y entonces lo vi, era muy atractivo.

Tenia barba perfectamente formada y bigote, cejas pobladas y una mirada seductora. Pero la mirada ya lo sabíamos; la única cosa que lo diferenciaba de los demás era que tenía la cicatriz de quemadura en una mitad de la cara. Incluso ni eso pudo impedir que se viera, tan guapo.

Me quedé boquiabierta - ¿No vas a decir nada? - preguntó Brahms
- Si, lo siento. Es que, eres... hermoso
- Te dije que no mintieras
- Lo digo en serio, eres muy guapo Brahms

Mis palabras dejaron a Brahms boquiabierto también. Ambos nos quedamos callados viéndonos, y pasó; Brahms se acercó rápidamente a mi rostro y me besó.

Sus labios tocaban los míos, lo hacía lento y temeroso, supongo que era su primer besó. Después de un momento se separó de mí, me miró y se disculpó pero no me pude contener. Tomé su rostro con mis manos, lo más delicado posible y lo besé de nuevo; está vez yo lo guié.

Estuvimos unos momentos besándonos, sintiendo la dopamina inundando la habitación y nuestros cuerpos.

My boy [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora