CAP 2

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Salí de mi habitación y bajé rápidamente las escaleras para ir en busca de mis padres. Para así poder comunicarles mi decisión, sabía perfectamente cuál sería su reacción, sabía que ellos serían las personas más felices del universo al enterarse. Si, había tomado la decisión de ir a Hogwarts. Quería intentar empezar de cero allí, aunque fuera duro y doloroso, quería esforzarme para poder hacer de Hogwarts mi hogar, y también para poder conocer a gente maravillosa. Quizás realmente por una vez en mi vida podría llegar a ser feliz.


Al llegar al salón de la casa, me encontré a mis padres sentados en uno de los sofás, el que estaba en frente de la chimenea. Ambos hablaban de algo pero no llegué a oír qué, y tampoco es que me interesara. Cuando notaron mi presencia, mi padre se giró y clavó su mirada en mis ojos lo cual hizo que me estremeciera. Pero tenía que ser fuerte, apreté los puños con fuerza y traga saliva antes de comenzar a hablar.


Tú: -He tomado una decisión.-Les comunique con la voz algo temblorosa.


Tp: -¿Y bien? Dila, no tenemos tiempo que perder.-Siseó seriamente.


Tú: -Iré...-Empecé a susurrar, volví a tragar saliva y los miré a ambos.-Iré a Hogwarts.-Dije esta vez con un tono de voz bien alto.


Mis padres sin poder evitarlo, aunque estaba claro que ni siquiera querían intentarlo, sonrieron de oreja a oreja.


Tp: -Has tomado una sabia decisión, es lo mejor para noso...para ti, para ti.-Se corrigió rápidamente, aunque sabía que era lo que iba a decir.


Tm: -¡Muy bien! ¡Así me gusta! Eso es lo mejor que podías hacer, ______


Tú: -Supongo, aunque está claro que a vosotros os hace más felices que a mí, ¿o me equivoco?-No sé porque dije aquello, no era de esa clase de chicas, simplemente me había salido así, me había salido del alma.


Mi padre resopló, mi madre se quedó callada. Ambos se habían dado cuenta de que yo sabía perfectamente que era lo que querían.


Tp: -Así es, porque así no te tendremos que ver, a ti y a esos malditos ojos tuyos.-Dijo sin perder la compostura. Ni siquiera iba a tratar de negarlo.


Tú: -Me imaginaba que era así...nunca me habéis querido...-Susurré dejando caer una lagrima por mi mejilla.


Tp: Y nunca lo haremos, era la deshonra de la familia Vittore, no te mereces nuestro aprecio.-Mi padre no dudaba, no temblaba diciendo aquello, él era de corazón frio.


Tú: -Intenté ser una buena hija...-Empecé a decir, pero me interrumpieron.


Tm: -Eso no cambiara nada, no te queremos, por eso cuanto antes lo supieras mejor, aunque esta supongo que siempre lo has sabido.-Ella me miraba con una mirada fría y penetrante.


Tú: -Yo...-Las lágrimas empezaron a caer cada vez más rápido. Sabía aquello desde hacía mucho pero era más duro escucharlo.


Tp: -No llores, maldita sea.


Tm: Ve a tu habitación y ve haciendo las maletas, las clases en Hogwarts comenzaran pronto.


Ninguno dijo nada más, las lágrimas seguían cayendo, pero simplemente obedecí. Subí de nuevo a mi habitación preparando mis cosas para comenzar una nueva vida en Hogwarts. En ningún momento deje de llorar, las lagrimas no querían dejar de salir por mucho que lo intentase.


Tras terminar me fui a dormir...o por lo menos intentaría hacerlo.


Una semana después...


Estaba perdida, completamente perdida, no sabía dónde estaba ni como llegar a donde debía ir. ¿Dónde estaba el andén 9 ¾? No importaba cuanto caminara por aquella estación muggles de Londres, no encontraba el andén y cuando le preguntaba a alguien me miraba como si estuviera loca, y cuando veían mis ojos aun era peor, se alejaban rápidamente de mí. ¿Cómo iba a encontrarlo, entonces? Seguramente el tren que llevaba a Hogwarts estaba a punto de salir y yo aun no había encontrado el andén. Estaba empezando a desesperarme.


Quizás si mis padres me hubieran acompañado abría podido encontrarlo, pero ellos ni siquiera se habían despedido de mí cuando había salido de casa por la mañana. Estaba claro que para ellos la mayor alegría que podía darles era irme de su lado y no volver jamás. Pero para su desgracia tendría que volver cuando acabará el curso.


Suspiré mientras miraba a mí alrededor. La gente caminaba en todas las direcciones rápidamente sabiendo perfectamente donde se encontraba su destino. ¿Pero, qué iba a hacer yo? Ni siquiera cuando dos días antes había ido al Callejón Diagon para comprar el resto del material que necesitaría para Hogwarts me había perdido, en aquel lugar me había envuelto bastante bien, aunque la mayoría de la gente seguía mirando mal mis ojos. Me mordí el labio inferior con suavidad sin saber muy bien qué hacer, pero entonces vi a una chica de cabellos castaños chocolate, de unos catorce años de edad, que llevaba un baúl, en este estaba el símbolo de Hogwarts. En seguida, decidí que lo mejor era seguirla.


Caminé durante un rato detrás de ella sin atreverme a acercarme y decirle nada. No quería que ella se asustará por mis ojos, más bien yo temía que eso sucediera. Entonces, la chica se detuvo en frente de un muro. ¿Por qué lo hacía? No lo entendía. Antes de que me pudiera dar cuenta aquella chica saliendo corriendo hacia el muro, ¿estaba loca? Abrí la boca intentando decirle que parara, pero antes de poder hacerlo la chica había desaparecido a través del muro. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba la chica? Tras meditar un rato, me di cuenta de que en aquel muro debía haber alguna barrera mágica. Asique aunque insegura y nerviosa, empujé el carrito y corrí hacia el muro. Cerré los ojos esperando el impacto, pero este nunca llego.


Al abrir los ojos me di cuenta de que estaba en un lugar diferente, en un andén, el andén 9 ¾ , por fin lo había encontrado, ya era hora, sonreí muy levemente. Miré a mi alrededor buscando a la chica castaña pero ella ya no se encontraba allí, entonces me di cuenta de que el tren estaba a punto de salir. Corrí lo más rápido que pude y guarde mi equipaje para después subir al tren. Este estaba rebosante de gente, de todo tipo, de todas las edades. Intenté pasar entre ellos sin chocarme y sin tener que hacer contacto visual con ninguna de esas personas por como reaccionarían al ver mis ojos. Pasé por varios vagones hasta que llegué a uno que estaba completamente vacío, lo cual me agrado, así sería menos incomodo el viaje.

Entré en el vagón y me senté al lado de la ventana.





Hola chicas, para este capitulo pediré 4 fav y 4 comentarios.

Beeeesos, Elena!

Je t'aime [Fred Weasley y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora