Cap 25

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Nervios. Nervios. Muchos nervios. No podía estarme quieta del nerviosismo que tenía encima, pero tenía que intentar relajarme fuera como fuera. Pero no podía. Cada vez me ponía más nerviosa. Cuanto más tiempo pasaba, peor me ponía. ¿Por qué? Porque apenas quedaba tiempo para que el baile empezara. ¿Qué iba a hacer? No era capaz de sacarme los nervios de encima. Creo que en aquellos momentos era la persona más nerviosa de todo el mundo. Y todo porque mi pareja del baile era Fred Weasley, el chico del que estaba enamorada. ¿Cómo reaccionaría él al verme? Tenía miedo de que se arrepintiera de haberme invitado.

Empecé a dar vueltas en círculo por la habitación esperando que así empezara a calmarme, pero no servía de nada. Mis compañeras de habitación me miraban como si estuviera loca, pero no les daba importancia. Ellas no sabían todas las cosas que estaban pasando por mi cabeza en esos momentos. Iba a ir al baile con Fred, todo el mundo nos vería, iba a bailar con él, iba a pasar la noche con él... ¡Por Merlín! Solo imaginármelo y ya me ponía roja. ¿Cómo me iba a poner cuando sucediera realmente? Aquello no podía ser bueno, tenía que encontrar la forma de actuar con normalidad. No quería pasarme la noche completamente nerviosa sin ser capaz de disfrutar de la compañía de Fred.

¿Pero, que diría la gente al vernos juntos? Seguro que se extrañaban. Aunque ahora cada vez pasaba más tiempo con los gemelos, y eso era algo que realmente me gustaba. Era una sensación maravillosa la de estar con ellos, me hacían sentir protegía. Y Fred...bueno, él me hacía sentir muchas veces como si estuviera en el mismísimo cielo. Asique no me importaba lo que dijeran los demás, yo estaba feliz. Si alguien se burlaba de mis ojos lo ignoraría sin más, pero como le dijeran algo a Fred por mi culpa juro que no respondía de mi misma.

Tome aire para después soltarlo, así varias veces. Cuando ya me encontraba más relajada me di cuenta de que mis compañeras de habitación ya se habían largado, me habían abandonado. Quizás podía ir a ver a Cho y Amanda a su habitación pero ellas seguramente se estaban arreglando como debería estar haciendo yo en aquellos momentos. Suspiré y dirigí mi mirada hacia mi cama. Tragué saliva, en vuelto en una funda se encontraba el vestido que había comprado hacia un par de días con Hermione.

Caminé hasta allí y saqué el vestido con suavidad, dejándolo a un lado de la cama. Me dediqué a observarlo durante un par de minutos, pensando si había hecho una buena elección al escoger aquel vestido. Pero según Hermione me sentaba muy bien, y ella había dicho que probablemente a Fred le encantaría, asique esperaba realmente que fuera así, porque si no me moriría al instante.

Me dirigí al pequeño tocador que habían puesto mis compañeras a principios del año, y me miré en el espejo durante unos segundos, deteniéndome claramente en mis ojos. Fred me había dicho que eran hermosos. Sonreí para mí mientras pasaba una mano por mi cabello. Era hora de empezar a arreglarse.

Empecé pintándome las uñas de manos y pies de un tono violeta oscuro y con unos dibujos de unas flores en violeta clarito. Como no tenía tiempo para esperar utilice mi varita para que así se secaran antes. Después de eso seguí con el peinado porque sabía perfectamente que era lo que más tiempo me llevaría, ya que quería que me quedara perfecto. Debía estar perfecta para Fred. Me costó mucho, pero mucho, terminar de arreglarme el pelo, aunque aun me faltaba un detalle más. Hacía mucho tiempo que no me entretenía tanto peinándome, pero es que era para una ocasión especial.

En seguida después de eso fui a cambiarme rápidamente pero con cuidado de no destrozarme el peinado. Si eso

pasaba me daría un ataque. Me puse el vestido y los tacones que iban a juego con una pequeña sonrisa. Jamás había llevado algo así, y nunca me hubiera imaginado llevándolo, pero las cosas cambian. Volví al tocador y me coloqué los últimos accesorios en el pelo, que eran unas hermosas flores violetas. Después comencé a maquillarme algo que me resulto completamente extraño, ya que yo nunca lo hacía ni siquiera me hacia la raya del ojo. Pero ese día si lo hice e incluso aunque no estaba muy convencida de si aquello era exageras, dibuje con muchísimo cuidado debajo de mi ojo derecho unas pequeñas flores. 

Je t'aime [Fred Weasley y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora