Llevaba horas leyendo...no, más bien no sabía cuánto tiempo había pasado desde que había entrado en aquel vagón, una vez empezaba a leer perdía la noción del tiempo, sobre todo si el libro era de un tema que me interesara. Y un libro sobre la historia de la magia era bastante interesante, por lo menos para mí, seguramente a la mayoría de la gente le parecería un aburrimiento. Pero yo no era la mayoría de la gente, y nunca formaría parte de ellos, yo era diferente.
Cerré el libro dejándolo sobre mi regazo, aun me quedaban un par de capítulos por leer, pero quería descansar un poco la vista. Miré a través de la ventana del vagón sin fijarme en nada de lo que sucedía a mí alrededor. Hasta que escuché con nitidez a unos niños hablar, desvié la vista de la ventana intentando pasar desapercibida. Dentro de aquel vagón había dos niños charlando, seguramente serían nuevos por el entusiasmo que desprendían. Uno de ellos estaba sentado a mi lado mientras que el otro estaba sentado en frente. Ni siquiera me había dado cuenta de que esos niños habían entrado y que llevaban prácticamente desde el principio allí.
Niño 1: -Me pregunto cuánto quedará para llegar a Hogwarts, tengo hambre...-Dijo mirando a su amigo mientras se llevaba las manos al estomago. Él otro rió al escucharlo.
El primer niño tenía el pelo moreno, corto y despeinado, se notaba que no se preocupaba por eso. Sus ojos eran marrón café, tenían un brillo muy especial, que lo hacía verse muy lindo. El otro era castaño tirando para rubio, su pelo era algo más largo, pero al igual que el otro despeinado, a los niños no les preocupaban esas cosas. Sus ojos eran azules, más bien aguamarinas, uno podría perderse perfectamente en aquellos hermosos ojos. Ambos tenían la piel algo pálida y tenían en las mejillas bastantes pecas. Los dos eran bastante monos.
Niño 2: -Yo también tengo hambre, quizás deberíamos ir a buscar el carrito de las chucherías y comprar algo.-Sugirió con una sonrisa.
Niño 1: -Es una buena idea, pero...-No terminó de hablar.
Niño 2: -¿Pero? ¿Qué pasa?-Preguntó ladeando la cabeza.
Niño 1: -No tengo ningún galeón encima...
Niño 2: -Yo tampoco, se me había olvidado...que mal...-Ambos parecían decaídos completamente.- ¿Qué vamos a hacer?
Niño 1: -No sé...
Tú: -Yo llevo dinero encima, si queréis os lo puedo prestar. -Dije entrando en su conversación. Ellos me miraron con los ojos como platos, parecía que no se podían creer que por fin hubiera dicho algo, aunque ni siquiera yo misma me lo creía.-No me importaría.-Añadí.
Niño 2: -Pero no queremos abusar...no está bien que cojamos el dinero de alguien a quien no conocemos...-Empezó a decir un tanto nervioso, pero fue interrumpido.
Niño 1: -¿En serio? ¿Nos prestarías dinero? -Dijo este completamente esperanzado, como si no se creyera lo que oía.
Tú: -No os preocupéis, de verdad, no me importa, si tenéis hambre lo lógico es comer algo.-Sonreí muy levemente alternando mi mirada de uno a otro.
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Je t'aime [Fred Weasley y tu]
RandomHabía pasado toda su vida en Venecia, Italia, había nacido allí. Pero por razones de trabajo, ______ Vittore se ve obligada a abandonar su ciudad y mudarse a Londres junto con sus padres. Ella es una chica diferente al resto, ¿por qué? Porque para...